𝐂𝐚𝐫𝐢𝐧̃𝗼𝐬𝐚𝗺𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐚𝗺𝐢𝐠𝗼𝐬. ||𝐆𝗼𝐣𝗼 𝐒𝐚𝐭𝗼𝐫𝐮||

12

—¿Te recuerdas ese día en que preferiste irte con tus amiguitos en vez de cenar conmigo?

Te pregunto Gojo. Tratabas de estudiar pero el hombre amaba tu espacio personal, de verdad estabas bastante irritada. Antes no era un problema el contacto entre los dos así, pero desde hace mucho te incomodaba porque sentías que algo había cambiado en Satoru, sus intenciones hacia ti no eran las mismas. Eso te tenía preocupada.

Al oír esa pregunta, decidiste responder con sumo cuidado y calma. El hombre con que simplemente pensaras en algo en lo que él estaba en contra era como un pecado, se enojaba grandemente.

—Es pasado, no me acuerdo.

El hombre no hablo más, parecía "rendido" con esa respuesta. El hombre se levantó de la cama.

O de SU cama. Cuando llegaste a la residencia del clan Gojo al menos te había dado una habitación propia y un "poco" de espacio. Ese espacio y privacidad duró poco porque ahora los dos dormían juntos en la misma cama, una cama matrimonial. Gojo le había quitado el privilegio de dormir en los dormitorios de la escuela y tuvo todo el derecho. Había cambiado muchas cosas en su rutina y vida desde que oficialmente y legalmente ella tenía su apellido.

Como una muñeca.

Ya no era Gen Williams, es Gen Gojo.

El y ella, la persona que se supone que lo veía como "mejor amigo", "hermano mayor" la había manipulado nuevamente haciéndose la victima y desde esa vez los dos duermen en la misma habitación y cama. Estaba increíblemente incómoda, pero más preocupada ¿qué era lo que le pasaba a Satoru? ¿Porque la trataba así? ¿No es extraño que Satoru la trate así cuando son amigos? ¿Porque Satoru la restringió? ¿Porque ya no podía quedarse más de una hora con sus compañeros y únicos amigos?

—Bueno, creo que es tiempo de retomar esa cena juntos.

Satoru se acercó a ti y plantó un beso en tus labios, fue solo toque de labios. Pero te exaltaste, asustada.

¿Qué carajos? ¿El la había besado? Tu eras mucho menor que el, eras su estudiante, su amiga.

Te sentiste asqueada en ese momento, queriendo limpiar ese horrendo beso de tus labios. No lo hiciste frente a él, pero querías hacerlo. Solo sonreíste con falsedad, algo te decía que te tenías que quedar ahí un poco. Por ahora no podías revelarte, llegaría el momento adecuado y más cercano.

Pero no ahora.

AF