—¡Giana, ven aquí ahora!—Llamo el hombre a su asistente, viste como la puerta era abierta.
He allí estaba esa mujer tan intimidante y espeluznante, era tan misteriosa que daba miedo. Ni siquiera sabías si a esa mujer le caías bien o si te odiaba. No lo sabías ni lo querías saber, pero algo de ti quería sacar información de esa mujer.
—Ordéneme lo que sea, mi señor. —Hizo una reverencia y esas fueron las secas palabras de la intimidante mujer.
—Yo y Gen iremos a cenar, te diré que vestido y joyas usará. Hazte cargo de la Señora Gojo.
"Señora Gojo" quisiste hacer una mueca de asco, odiabas como sonaba ese apellido cuando lo usaba para referirse a ti. Pero algo te hizo sonreír. Si saldrían a cenar, significaba que podría estar contacto con otras personas y podría escapar. Mientras te ibas a preparar tendrías mucho en que pensar.
—Mi señora, sígame.
Lleve a cabo la orden, la seguí. Me enseñó múltiples opciones que Satoru había elegido opté por uno color verde esmeralda y joyas del mismo color. Todo en silencio, mordía su labio con ganas de preguntar algo a la mujer intimidante.
—¿Giana, cierto?
Si el silencio era grave antes de cometer tremendo error de dejar salir su voz. Ahora era peor porque los movimientos de la mujer cesaron y se quedó frisada como si estuviera decidiendo si contestar o simplemente ignorarla.
—Así es, señora.
—¿Cuántos años tienes, Giana?
—Los suficientes para servirle al señor Satoru. —Terminó de responder secamente, tratando de decirle finamente que se callara que ya le estaba irritando.
Selle la boca, solo querías ser amable. La mujer terminaba de peinar tu cabello y colocar algunas joyas en su lugar. Entraron dos sirvientes más, observabas todo con atención. Los dos pusieron frente a ti un espejo para que vieras tu apariencia.
—Retírense. —Ordenó Giana, a los que aguantaban el gran espejo. —Es hora de retirarme también, mi señora. Espero que le haya agradado el como se ve.
La mujer estaba a punto de salir, mordí mi labio. Realmente quería preguntar algo. Quería saber si esa mujer iba a ser su enemiga y obstáculo ahí o iba a ayudarla de alguna manera o le tendría pena por lo menos.
—¡Giana!
El pasó de la mujer se congeló, no se volteó a darle la cara simplemente paro. Esperando que hablara.
—¿Cuáles son las intenciones de Satoru conmigo?—Pregunte temerosa.
Ella no contestó, simplemente siguió al marco de la puerta. Baje mi mirada con decepción si estaba completamente sola aquí. Ni esa mujer tenía piedad de ella.
—Espero que seas lo suficiente madura para sus intenciones, Señorita Gojo.
Alce mi mirada con sorpresa y esperanza en mis ojos. Ella ladeó su cabeza para mirarme de reojo.
—Porque no son bastante buenas las intenciones que tiene con usted.
Con esas palabras salió de la habitación. Empezaste a sudar y a dudar de llevar tu plan para escapar a cabo.
En que te habías metido.
AF
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𝐂𝐚𝐫𝐢𝐧̃𝗼𝐬𝐚𝗺𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐚𝗺𝐢𝐠𝗼𝐬. ||𝐆𝗼𝐣𝗼 𝐒𝐚𝐭𝗼𝐫𝐮||
FanfictionNo es normal que un hombre de 28 años trate de manera cariñosa a su estudiante fémina, menos cuando esa "amistad" quitara tu libertad. Nombre del oc/Gen