Segunda Oportunidad Al Amor

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Kirishima estaba muy contento porque ya podía estar cerca de él. Lo acompañaba cada descanso en la biblioteca, Izuku lo ayudaba a estudiar ya que le pidió ayuda para aprobar una asignatura. Pero en vez de prestar atención a lo que el peliverde le explicaba, le prestaba más atención a él. Amaba cada expresión que hacía, su cara era tan angelical de cerca.

Claro que aprovechaba cada oportunidad; las veces que estaban juntos se mantenía muy cerca de él y le acomodaba uno que otro mechón.

Cuando eran sus entrenamientos solo se la pasaba observándolo y cuando el omega dirigía su mirada hacia él, este lo saludaba.

Cada vez se veía más distraído cosa que su amigo notó. En los entrenamientos se percataba de las miradas que el pelirrojo le lanzaba al omega, por ende no le decía nada, solo observaba como a su amigo casi se le salía la baba por andar viendo al peliverde.

El chico bicolor se acercaba mucho al pelirrojo, así que realmente estaba confundido, no sabía cuál de esos 2 omegas era el que le gustaba a su amigo, aunque la respuesta estaba más que clara. Pero no quería preguntarle.

Era un día cualquiera y Kirishima se encontraba en la biblioteca con Izuku.

—De verdad muchas gracias—dijo el alfa—sin tu ayuda no habría podrido aprobar.

—Me alegra saber que te fue bien—sonrió dulcemente.

Y esa era la sonrisa que el alfa amaba, cada que lo veía sonreír sentía como su corazón se aceleraba y su rostro se ruborizaba.

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Por los pasillos de la universidad se encontraba un alfa rubio malhumorado buscando a su amigo.

¿La razón?

Estaba harto de que cada descanso lo abandonara, además que esta vez no pidió su ayuda para estudiar los cuestionarios de los exámenes.

Definitivamente su amigo estaba muy raro.

En eso se topó al chico bicolor.

—Oye tú—se acercó a él casi acorralándolo en la pared provocando un leve sonrojo del contrario.

–B-Bakugou—empezó a tartamudear.

—¿Has visto al maldito pelos de incendio?

—¿A quien?—lo miró confundido.

—Kirishima.

—Lo vi entrar a la biblioteca.

—Gracias—se apartó del omega y se fue directo a la biblioteca.

Por su parte el bicolor estaba que se desmayaba, jamás había estado tan cerca de Bakugou, ni mucho menos había entablado una conversación.

Bakugou entró a la biblioteca y se percató de que su amigo estaba con el omega al que siempre miraba, no dijo nada y se acercó.

—Oi bastardo—dijo llamando la atención de ambos.

El peliverde al verlo se encogió y apartó la mirada. Kirishima observa a su amigo.

—¿Qué se te ofrece? Ando ocupado.

—Vine a buscarte, tenemos reunión con los del equipo, sabes que soy el capitán y no porque eres mi amigo dejaré que faltes—dijo seriamente.

—Se me había olvidado.

El alfa rubio dirigió la mirada hacia el peliverde.

—¿Te sientes mal o qué te sucede?

La razón por la cual le preguntó aquello era porque notó su cara roja, tal vez tendría temperatura.

—N-no. E-estoy b-bien.