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Después de ese día, las cosas entre Kaminari y Kirishima empezaron a cambiar: tenían citas constantemente, dormían en la casa del otro hasta ya tenían alguna pertenencia de ellos.

Mina estaba súper emocionada ya faltaba muy poco para que ese par se hicieran oficialmente pareja. Izuku estaba igual, le alegraba ver que al fin se harían novios. Estaba planeando hacerles una cita junto con Mina; porque si, Mina y él se habían conocido ya que de las veces en que Izuku visitaba el lugar donde trabajan Kaminari los presento y al saber que ambos querían juntarlo con Kirishima también se hicieron amigos.

Todo está bien, lo pasaba a dejar a su universidad, lo iba a recoger para llevarlo al trabajo, lo esperaba para llevarlo con Haruto, estaba de maravilla.

Kirishima ya estaba a punto de dar el siguiente paso. En la tarde se encontraba en la oficina de su amigo mientras daba vueltas como un perro persiguiendo su cola. El rubio estaba sentado escuchando a su amigo mientras veía unos documentos.

—Ya deja de dar vueltas como perro—gruñó, para después soltar los documentos y quitarse los lentes para dejarlos sobre el escritorio.

—Es que—se detuvo y lo miró—¿Ya será correcto declararme?

—Que si carajo. Todo el mundo sabe que ustedes 2 se gustan.

—De acuerdo, entonces reservaré un restaurante para invitarlo y...

En eso el celular del alfa rubio sonó por lo que Kirishima se quedó callado para que Bakugou respondiera a aquella llamada.

—Sí hola—dijo y pauso esperando la respuesta de la otra persona—¿Ah? ¿Ahorita?—miró su reloj—de acuerdo—colgó y miró a su amigo.

—¿Saldrás?

—Acompáñame—se puso de pie y camino hacia el perchero para tomar su saco y colocárselo—es el bastardo del mitad-mitad, quiere verme, pero es mejor que vengas conmigo para que no piensen que estoy engañando a mi esposo.



Kaminari ya se encontraba en su primer trabajo, estaba atendiendo junto a Mina. A estas horas si se llegaba a llenar un poco, por lo que si tenían trabajo.

Después de unos clientes más, empezaron a retirarse y poco a poco el lugar quedaba vacío. Kaminari terminó de recoger los últimos platos y se acercó a la caja junto a su amiga.

—Menos mal que ya se fue la mayoría—dijo suspirando la pelirosa.

—Es tan agotador—se recargó en la pared y miraba hacia la entrada.

Hasta que sus ojos se abrieron como platos cuando vio entrar al omega bicolor. Su belleza lo seguía dejando cautivado; se fue a sentar a una mesa que estaba cerca de la entrada.

—Iré yo—mencionó la omega y se acercó a aquel omega.

Mina al regresar se fue directo a la cocina para traer un vaso de agua e ir a dejárselo y regresarse con Kaminari.

—¿Verdad que ese omega es tan lindo?—le preguntó cuando estaba a unos pasos de él.

—¿Quien?—preguntó para girarse hacia la dirección que su amigo miraba. Notó que era el omega al que atendió—lo es, los omegas con dinero siempre son tan perfectos—se pasó a lado de su amigo para sentarse.

Minutos después por la puerta entraron Bakugou junto a Kirishima, el alfa pelirrojo al entrar buscó la mirada del omega, y efectivamente, ambos se miraban entre sí mientras sonreían. Mina gritaba internamente mientras los observaba, pero el alfa rubio lo jalo para llevarlo a la mesa en donde se encontraba el omega bicolor.

Segunda Oportunidad Al AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora