Kirishima cierra su corazón después de que su mejor amigo se casara con la persona que le gusta. Desde entonces ya no quiso nada de romance hasta que conoce a Kaminari.
A la mañana siguiente un rayo de luz del sol alumbraba la habitación. Ambos estaban juntos y abrazados.
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¿Cómo llegaron a eso?
Ni ellos mismos sabían, después de que se durmieron sus cuerpos no fueron conscientes pero si sus instintos de omega y alfa; el omega quería el calor de su alfa, por lo que buscó su cuerpo para abrazarlo, pero el alfa tomó la iniciativa y fue él quien lo terminó rodeando.
Kaminari fue quien se despertó primero, sintió un peso sobre su pecho, así que miró y se llevó la sorpresa de que alfa yacía durmiendo tranquilamente mientras que él tenía su mano rodeada por su cuerpo.
Se sonrojó y evitó moverse para despertarlo.
A los pocos minutos tocaron a su puerta por lo que el alfa despertó y notó que dormía sobre el pecho del omega. Se puso rojo como un tomate y se alejó lo más pronto posible provocando que se cayera de la cama.
—¡Kiri!—se sentó en la cama mientras alzaba su mano para tratar de alcanzarlo y evitar que se cayera, pero fracasó.
—Estoy bien—respondió mientras se ponía de pie.
La puerta volvió a sonar por lo que el alfa se acercó para abrir.
—Tardan demasiado, idiotas.
—Escuchamos un golpe, ¿se encuentran bien?
—Estábamos dormidos y me caí de la cama—confesó un poco apenado.
—Ja, idiota—se burló el alfa rubio.
El pequeño entró a la habitación sin que nadie lo notara y se fue a buscar a Kaminari, lo encontró acomodando la cama.
—Denki—lo llamó captando su atención.
—Haruto, buenos días—sonrió dulcemente.
—Vámonos a la piscina—dijo emocionado.
—Oh, es cierto.
En eso los esposos salieron del cuarto con su hijo para que Kirishima y Kaminari se alistaran. Cuando estuvieron listos se fueron directo a la piscina, ya había una que otra persona.
Pero era tan grande que todos cabían.
Izuku se quedó sentado en un camastro mientras tenía en sus piernas a su pequeño y sobre ellos había una sombrilla que los topaba, Kaminari estaba sentado en otro camastro mientras se ponía bloqueador solar.
Bakugou y Kirishima se encontraban comprando bebidas, pero había una fila de al menos 8 personas delante de ellos. Kirishima miraba a ambos omegas desde allí.
—¿Cómo la pasaron anoche compartiendo cama?—dijo el alfa rubio acomodándose los lentes de sol.
—Eh...pues...—no sabía si contarle lo que sucedió.
