Segunda Oportunidad Al Amor

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El pelimorado notó que en todo el transcurso el omega no le hizo caso, por lo cual cuando lo dejó en la mansión aunque el omega se haya negado a que fuera por él, por supuesto que lo haría.

Cuando lo vio salir de aquella mansión se quiso acercar, pero notó que alguien iba detrás suyo, el alfa pelirrojo. Se detuvo y mejor trató de esconderse.

Escuchó toda su conversación y sabía que aquel alfa lo seguía queriendo; no iba a permitir que arruinara sus planes.

Después de terminar con la apuesta que su ex pareja Monoma le dijo, se dio cuenta que nacieron sentimientos hacia Kaminari, pero sabía que la regó. El pasar tiempo con Monoma lo empezaba a hartar, ya no era la misma relación, su interés estaba en el omega rubio con un rayo negro, pero este empezó a notar que empezó a salir con aquel alfa pelirrojo así que cuando escuchó que tendría una cita, no dudo en seguirlos.

Siempre estaba al pendiente de él, pero tenía que tratar de no ser visto por su pareja, hasta que llegó un punto en el cual ya no lo soportaba y lo decidió terminar. Ese día estuvo apunto de buscar a Kamanari pero no sabía cómo, al poco tiempo se enteró de que las cosas con aquel alfa pelirrojo ya no eran las mismas y entonces fue cuando decidió entrar.

Agradecía que el omega era tan tonto o amable que lo perdono tan fácilmente, y gracias a eso pudo empezar una nueva conversación con él.

Cuando vio que el omega corrió no dudo en ir detrás de él, cuando llegaron al apartamento lo jalo para ver si se encontraba bien, pero lo seguía viendo alterado y asustado. Tal vez fue por su agarre.

Mientras el omega seguía distraído empezó a sentir las feromonas de aquel alfa y justo cuando lo vio llegar hacia ellos tomó a Kaminari y lo besó.

Mientras besaba al omega, le dedicó una mirada de victoria, pudo ver la expresión de aquel alfa, pero no era la expresión que esperaba; era todo lo contrario. Parecía más triste que enojado, de todas formas esa expresión le servía.

Sintió como el omega lo empujó bruscamente, de seguro su próximo movimiento sería darle una cachetada por lo cual decidió hablar.

—Hola Kirishima—sonrió ladinamente.

El omega volteó rápidamente al escuchar aquel nombre, su corazón empezó a latir por temor y cuando vio parado al alfa detrás suyo sintió su corazón detenerse.

—Kiri...—intentó acercarse, pero el alfa solo se dio la vuelta yéndose de allí.

Kaminari avanzó unos pasos pero Shinso lo tomó del brazo impidiéndole ir.

—¿De que sirve que vayas?—su voz sonaba amenazante—ya se va a casar después de todo.

—Suéltame—ordenó.

—No lo haré, no merece que vayas detrás de él. Te engaño.

—¿Habas de engaño? ¡Tú me engañaste fingiendo amarme! No tienes ningún derecho de hablar así de Kirishima.

—Lo que ahora siento por ti, es real.

—Mi corazón es solo para Kirishima y no me importa que se vaya a casar, yo lo seguiré amando. Una cosa es que te haya perdonado, pero créeme que jamás regresaría contigo—se soltó del agarre.

Sin pensarlo más salió corriendo para buscar al alfa, pero no lo veía por ninguna parte, empezó a caminar hacia los alrededores para ver si lo encontraba, pero no logró tener éxito.

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Bebió otra botella de licor mientras que Bakugou estaba sentado a su lado, estaba cuidando de que no bebiera tanto, pero siempre que trataba de quitarle la botella este se las arreglaba para que no se lo arrebatara.

Estaba hecho un desastre, de tener el cabello como de costumbre ahora lo traía hacia abajo.

—Kirishima es suficiente.

—¡No!—estaba completamente ebrio—tú no entiendes nada.

—En parte tienes la culpa, le hubieras explicado antes.

—¡No tienes idea de cómo me siento!—lanzó la botella al piso y los que estaban a su alrededor los miraron.

Bakugou tenso la mandíbula, no podía reclamarle nada a su amigo por el estado en el que se encontraba.

—¡Volví a presenciar una escena que trate de olvidar!

—¿De que demonios hablas?

—¿Por qué la vida me trata así?—agarro una botella nueva para beberla—me gusta un chico y tiene que llegar alguien a quitármelo.

—Ve al punto.

—¡Los vi besándose!—unas cuantas lágrimas empezaron a salir—¡Me recordó a la vez cuando te besaste con Midoriya! ¿Sabes acaso como me siento? ¡No tienes ni una puta idea!—se cubrió un ojo mientras que con la otra mano se tocaba el pecho.

Bakugou al ver a su amigo en ese estado no pudo evitarse sentir mal, sabía que en ese entonces fue un mal amigo, pero no tuvo la culpa de que ambos les gustara el mismo chico.

—¡Nunca vas a comprenderme! Midoriya te eligió a ti y ahora, Kaminari regresó con su ex.

—Kirishima yo...—trato de tocar su hombro para consolarlo pero este se quitó instantáneamente.

—¡La misma puta historia! ¡Mi trauma! ¡Ver esa mirada, estoy seguro de que era la misma que tú pusiste en ese entonces!

—No te confundas, yo...

—¡No! ¡Tú no sabes cómo se siente que elijan a otro antes que a ti!

Las personas que se encontraban cerca los seguían mirando, Kirishima estaba casi gritando y todos empezaban a murmurar el porque estaban "peleando" ya que ellos así lo interpretaban.

—Kirishima tranquilízate, la bebida se te está subiendo.

—¿Acaso soy tan poca cosa? ¿No merezco encontrar a alguien que me ame?—se dejó caer de rodillas al suelo mientras seguía llorando. 

—Ya fue suficiente de bebida.

—¡El amor duele! ¡Kaminari yo te amo!—dijo para después quedarse completamente dormido sobre la mesa que estaba enfrente de él.

—¡No te quedes dormido allí! Maldición.

El rubio llamó a unos empleados de su casa para que fueran por él y lo llevarán a descansar a la mansión en lo que se le baja el licor. Al llegar Izuku se preocupó por verlo así y Bakugou le explicó el porque.

Ordenó que lo llevaran a unas habitaciones para huéspedes y lo recostaron en una cama. Izuku entró para cuidarlo, agradecía que su pequeño se encontraba dormido.

Pensó en que realmente Kirishima tuvo que tocar fondo para beber de esa manera y quedarse inconsciente.

Bakugou estaba junto a Izuku mientras pensaba en todo lo que su amigo le confesó, aunque claro, en cuanto despertara Kirishima no recordaría ni una sola palabra.

Realmente le había causado un trauma y eso era algo que jamás se lo perdonaría. Su intención nunca fue hacerle eso, ahora entendía el porque ya no quiso ninguna relación.