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Kirishima recostó con cuidado a Kaminari en la cama para después mirarlo, verlo sonrojado debajo de él sin duda era una de sus escenas favoritas.

Kaminari empezó a sentir vergüenza por lo que se cubrió el rostro ya que notó que su novio no le quitaba la mirada. El alfa al ver que cubrió su rostro se acercó a su cuello para dejar besos húmedos.

El cuerpo del omega pedía a gritos a su alfa, así que se dejó de cubrir el rostro para empezar a retirar la playera del alfa. Este le ayudó un poco y se la retiró por completo, Kaminari al ver el abdomen muy bien formado de su novio no pudo evitar acariciarlo.

Kirishima solo sonrió mientras empezaba a retirar la ropa de la parte inferior de Kaminari, mientras él hacía aquello, el omega se quitó su playera para ahorrarle el trabajo a su novio.

Kaminari al estar completamente desnudo delante de su novio le provocaba mucho nerviosismo pero a la vez felicidad, sobre todo su omega interior.

El alfa aún tenía puesto su pantalón por lo que antes de desabotonarse se acercó al buró que tenía a su lado para abrir un cajón y sacar protección.

Se bajo por completo su ropa para empezar a colocarse el condon, pero Kaminari no pudo despegar la vista de su miembro ya que era demasiado grande y se quedaba pensando que si realmente aquello cabría en él.

El alfa se percató de aquello y lo tomó de las piernas para acercarlo a él.

—Seré gentil, pero antes—acercó sus dedos a la entrada del omega.

—Espera—lo detuvo antes de que insertara sus dedos.

Kirishima se detuvo esperando a que su novio hablara, pero el omega ya no dijo nada así que continuó. Insertó un dedo y el omega se retorció en la cama mientras dejó escapar un gemido.

—Primero te tengo que preparar—dijo mientras empezaba a mover su dedo en el interior del omega—no puedo meterlo así.

El omega no respondía y solo se dejaba llevar por el placer que sentía en ese mismo instante.

—Voy a meter otro—indicó.

Kaminari al sentir que otro dedo entraba en su interior, mejor decidió tapar su boca para que sus gemidos no se escucharan.

—Vamos rayito, quiero escucharte.

El omega negaba y Kirishima por diversión decidió añadir un tercer dedo más, provocando que su novio arqueara la espalda y llevara su cabeza hacia atrás. Kaminari sentía que con tan solo sus dedos podría correrse.

—Creo que estás listo.

Retiro los dedos y agarro un cojín para ponerle en sus caderas para que estuviera cómodo. Abrió un poco sus piernas para colocarse en medio y así poder introducir su miembro. Pero antes miró a su novio quien ya se encontraba hecho un desastre, su cara sonrojada y su respiración acelerada.

—¿Estas seguro de esto?

Kamanari asintió, lo único que quería era a su novio dentro de él.

Así que Kirishima lentamente empezó a introducir su miembro y Kaminari al sentirlo apretó las sábanas mientras dejaba escapar un gemido ahogado.

Le dolía, pero era un dolor pasable.

Solo había entrado la punta y Kirishima se detuvo al ver el gesto de dolor de su novio.

Segunda Oportunidad Al AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora