Segunda Oportunidad Al Amor

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Desde de aquel día la pareja no para de demostrarse su amor, en especial Kaminari que a cualquiera hora quería hacerlo.

Un día en que Kaminari fue de visita al lugar donde trabajaba su novio, le entraron unas ganas inmensas que Kirishima no pudo negarse. Quito todo lo de su escritorio y allí mismo recostó al omega.

Haruto quien se encontraba de visita por la empresa de su padre, quiso ir a ver su tío, por lo cual Bakugou lo llevaba hacia su oficina, pero antes de entrar escuchó sonido extraños que claramente sabía que era; así que ordenó a su pequeño que regresa con Izuku, ya que también se encontraba allí.

Abrió la puerta de golpe y presenció una escena de la cual se arrepentía.

—¡Idiotas! ¡Esto no es un motel carajo!

Cuando ambos se giraron hacia la puerta y al ver al alfa rubio parado en la entrada, Kirishima salió de su novio para subirse los pantalones y ponerse delante de él para ocultarlo. Kaminari estaba detrás de su novio mientras se moría de la vergüenza.

Los días siguieron pasando hasta que el día en que Kirishima le propondría matrimonio al omega, llegó. Lo había citado a las afueras de la ciudad donde tendrían una cena bajo la luz de las estrellas.

Izuku le ayudó, buscó el lugar indicado para que aquella ocasión.

Ese día pasó por él a su apartamento para llevarlo al lugar. Kaminari se sentía nervioso, a pesar de que siempre tenían citas, sentía que esa vez sería diferente.

Llegaron y pudo observar como en una montaña lleno de pasto y flores, en la cima había una mesa. El camino estaba lleno de pétalos, aquello hizo que el omega se sintiera feliz y tomara de la mano a su novio.

Ambos subieron para llegar, pero Kirishima arrastró la silla para que Kaminari se sentara.

Izuku les contrató un mesero; cuando ambos estaban ya sentados aquel mesero se acercó para empezar a llevarles su cena. Prendió algunas velas más para que el ambiente fuera más agradable.

Ambos empezaron a cenar mientras reían por sus pláticas clandestinas, pero Kirishima se sentía súper nervioso.

¿Qué haría si lo rechazaba?

A lo mejor y Kaminari aún no quería casarse.

Miles de preguntas rondaban por su cabeza, hasta que en el cielo destellos empezaron a verse. Eran los fuegos artificiales; una señal para dar el siguiente paso.

Kaminari estaba tan concentrado viéndolos, en eso Kirishima se puso de pie y se acercó a su novio para ponerse de rodillas, el omega al verlo empezó a sentirse nervioso y su omega interior empezaba a saltar de felicidad.

—Rayito, tal vez...bueno...yo...—no le salían las palabras por lo nervioso que se sentía.

En eso, en el cielo estrellado apareció otro destello más que formaba una figura de un anillo, posteriormente los siguientes fuegos artificiales empezaron a formar letras.

"¿Quieres casarte conmigo?"

Kirishima no tenía idea de lo que sucedía detrás suyo, entonces solo sacó la caja donde estaba el anillo para abrirla y mostrárselo a Kaminari.

El omega empezó a llorar mientras abrazaba al alfa para asentir.

—Sí quiero—respondió mientras escondía su rostro en su cuello.