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Después de su graduación, Kirishima ya no supo nada de Bakugou. Aún seguía en contacto con Midoriya, aunque ya no se veían solo se texteaban.

Kirishima al contrario de Bakugou no era hijo de dueños que tuvieran empresas ni negocios. Con su carrera de administración de empresas sobresalía.

Ya había pasado 2 años desde que salieron y en esos años no volvió a enamorarse, quiso enfocarse en si mismo. Creía que el volverse enamorar implicaría de nuevo sufrir.

Pero el amor es así.

Ese día llegó a su oficina, en realidad era un día tranquilo. Se sentó para gestionar los proyectos que tenían para los siguientes meses.

A su puerta llamaron y este dió la orden para que la persona que fuera pudiera entrar. Seguía con la vista hacia los documentos.

Escuchó los pasos de aquella persona, ya estaba dentro pero no lo escuchó hablar. Así que dirigió la vista hacia la persona que entró.

Quedó paralizado al ver de quien se trataba.

—Solo vine a dejarte esto—extendió un sobre.

—¿Qué es eso?—levantó la ceja.

El rubio se acercó lo suficiente para poder entregarle aquella invitación.

El pelirrojo no quería aceptarla, pero final accedió.

—Es una invitación.

—¿De qué?—empezaba a abrirlo para ver lo que contenía.

Empezó a leer y unos anillos dibujados al centro captaron su atención.

"Nos gustaría que nos acompañaras a nuestra boda"

Katsuki Bakugou

E

Izuku Midoriya

Mientras leía aquello el rubio respondió a su pregunta.

—De mi boda con Izuku.

Dirigió su vista al rubio, se sentia molesto.

¿Acaso se estaba burlando de él?

—¿Por qué me haces esto?—dejo caer la invitación entre los demás documentos que tenía sobre el escritorio—¿acaso disfrutas verme sufrir?

—No te confundas. Si por mi fuera no lo haría—chasqueó la lengua.

—¿Entonces porque vienes a dejarme tu invitación?

—Mi prometido me lo pidió.

Kirishima suspiró mientras se frotaba el rostro con la mano izquierda. Si Midoriya lo mando, tenía la obligación de ir. No por Bakugou, si no por él.

—Solo cumplo las peticiones de mi amado prometido.

—Cumpliste tu palabra. A decir verdad, pensé que lo dejarías cuando ya te aburrieras.

—Te dije que mis intenciones eran buenas. Pero bueno, cumplí con entregarte la invitación, ya sabrás si asistes o no.

Kirishima de nuevo miró aquella invitación y pasó saliva.

—Aunque, mi hermoso Deku estaría encantado de que asistieras.

Se dió la vuelta para salir de aquel lugar. Cuando Kirishima se quedo completamente solo, de nuevo tomó la invitación entre sus manos y solo la observaba.

Segunda Oportunidad Al AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora