Tessa sentía incomodo los tacones, hasta sentía que el vestido le apretaba. Quizás no porque realmente le apretara, quizás solo era porque estaba muy nerviosa, y eso era notorio.
—Solo tienes que relajarte— le susurro Julian por lo bajo mientras desfilaban por el salón.
Ella lo fulmino con la mirada —no es divertido mentir
—No mentí
—Dijiste pequeña reunión. "pequeña Julian"
—Esto es pequeño— contesto inocente mientras se encogía de hombros.
Quizás debió haberlo visto venir.
—Ponte esto —Julian le tendió un anillo y un collar
—¿Qué es esto?
—No tienes joyería encima. Eso se vería raro.
—Claro...— entonces de manera disimulada Tessa se apresuró a ponerse la cadena y el anillo en el dedo.
Mientras más avanzaban Tessa no pudo evitar notar que toda la gente tenía grabada en sus rostros esa mirada petulante y orgullosa. No es que toda la gente rica fuera de esa manera. De hecho, gracias a ser asistente de Julian conocía a muchos, y algunos de ellos la habían sorprendido de muy grata manera
—¿No crees que alguien podria reconocerme?— le susurro
—No.
—Pero James y Tessa tienen el mismo color de cabello y ojos —objeto —y muchos de tus socios ya me han visto antes
—Pero jamás con un vestido
—Te noto muy confiado
—Y a ti muy desconfiada.
—No quiero acabar en la cárcel
—Nadie acabara en la cárcel Tessa. Confía en mí. —y algo en sus ojos azules por primera vez, le transmitió algo nuevo. Como el surgimiento de la esperanza escrita en ellos.
A medida que avanzaba la noche ambos seguían recorriendo el lugar, y más de una mirada cayó sobre ellos con ojos de asombro. Claramente se debía al hecho de poder ver a Julian con su brazo envuelto en el de una dama. Algo casi inverosímil.
No era un secreto para nadie que el joven jamás le daba la oportunidad a ninguna mujer. ¿Qué había cambiado? ¿Qué tenía la misteriosa chica que lo acompañaba de diferente?
—¿Quién es la adorable dama?
—Es Tessa Jhonnson — contesto el por ella. La miro —mi novia —dijo, y ese fue el indicador para ella sonreír. Actuar como una pareja feliz era algo extraño. Pero al parecer todos se estaban creyendo el cuento.
Tessa se esforzaba en no tocar demasiado a Julian. Ni apoyarse mucho sobre él. Julian no estaba acostumbrado al contacto físico, y tampoco le gustaba. Tomarse de las manos era una cosa, abrazarlo sería algo completamente diferente, asi que no lo hizo. Ella solo estaba siendo considerada con él. No había nadie en el mundo que conociera tanto a Julian como Tessa. Aquella mujer que se habia encargado de aprender todo sobre él. Era su trabajo después de todo. O algo asi.
Muchos felicitaban a Julian por su noviazgo. Y le sonreían.
—Seguramente tu madre estará feliz por esto. De hecho, te estaba buscando— dijo el hombre de traje oscuro. Y luego señalo hacia arriba de las escaleras —deberías ir a verla.
Tessa sintió la tensión en el cuerpo de Julian
¿Su madre?
No. Los padres de Julian murieron hace mucho tiempo.
Entonces trabajo en su memoria y encontró la respuesta en su cabeza. Madrastra. Esa mujer de rubios cabellos arriba de la escalera debía ser su madrastra.
—Claro. Iré en un rato a verla. —luego él se despidió
Y cuando se alejaron —¿estas bien?
—Estoy bien.
Algo en el cerebro de Tessa había hecho click. Claramente a Julian no le agradaba aquella mujer. No se tenía que ser un genio para unir los hilos.
—Esa mujer.—menciono ella — es la dueña de las demás franquicias de la empresa.
—De todo. —concedió el
—Pero... la compañía es tuya.
—Solo la principal. —dijo —la fortuna de mi padre no me pertenece a mi según el testamento. O al menos... no aún.
No aun... ¿Qué significaba eso?
—¿Quieres decir que serán tuyas cuando tu madrastra...? bueno... ya sabes...
—No exactamente
—Pero...
—Mejor dejemos esta conversación para otro momento. —menciono mientras ambos se paraban. Entonces Julian se alejó un momento para servir unas bebidas para ambos desapareciendo asi de su radio de visión.
Sin embargo, la chica se sorprendió cuando sintió la presencia de otro alguien a sus espaldas, e instintivamente dio un respingo debido a la impresión.
—Lamento haberla asustado,— oyó una disculpa. Unos ojos verdes la recibían junto con una sonrisa. Era un muchacho. —No pude evitar notar su destacada presencia en el salón. ¿Me permite una pieza con usted?
« ¿Una pieza? ¿una pieza de qué? » pensó Tessa
Entonces Tessa parpadeo comprendiendo lo que le pedía. Un baile. Claro.
Ella miro a su alrededor en busca de Julian. No lo encontraba por ningún lado. ¿Estaría bien aceptar?
—Disculpe, pero soy terrible bailando —confeso con honestidad
El muchacho ríe con cortesía —nunca había escuchado a una mujer decir aquello. Pensé que todas bailaban
—Pues entonces no creo que conozca a todas— dijo ella con igual amabilidad
—Por favor, —le estiro la mano —insisto.
—No, enserio. No mentí cuando dije que soy muy mala.
—En ese caso, me arriesgare— y su mano enguantada se estiro hacia ella.
Sin embargo, Tessa no esperaba tener la presencia de Julian nuevamente a su lado —Ya escucho a la dama, no desea hacerlo.
Sus cabellos oscuros combinaban a la perfección con el traje azul marino, aquel que hacía juego con sus ojos. Porque ahora mismo, sus ojos parecían el inicio de una tormenta. Asi era Julian. Alguien que podía arrebatarte todo lo que tenías por dentro con tan solo mirarte.
El joven palideció —Joven Anderson... No sabía que la señorita estaba con usted. Es decir... ¿esta con usted?
Julian le sonrió al joven mientras le tendía una de las copas de vino a su acompañante, aunque Tessa no pudo pasar desapercibido el gesto de la firmeza de sus ojos. Claramente la amabilidad de Julian para con el hombre, era fingido.
Tessa, nerviosa, solo jugueteaba con la copa de vino en su mano —Vengo con el— aclaro ella. Y solo para dejar de hablar tomo un poco
Y sin embargo, fue Julian quien dijo más de lo que debía —Es mi prometida
Tessa casi se atraganta con el vino.
¿Prometida?
¡¿Prometida?!
Una cosa era que fingieran ser novios y que la gente lo creyera. Otra cosa es que dijeran que estaban prometidos. ¡Prometidos!
—¿Qué?—murmuro el joven de rubios cabellos
—Si. —sonrió Julian —vamos a casarnos
Y Tessa nunca sintió más ganas de matar a alguien como ahora.
ESTÁS LEYENDO
Mentira Millonaria
RomanceJulian Anderson es un joven frio, sexy y multi millonario, gran empresario y dueño de varias empresas. Pero la perfección esconde un secreto, bajo todo el exterior se esconde un odio. Se dice que muchas jóvenes han intentado conquistar al millonario...