Capítulo 73

551 37 1
                                    

Ambos caminaron un rato mas por el parque admirando todo.

-No quiero ser yo quien precisamente saque el tema de antes, pero... solo quería decirte que lo siento.

-No. Esta bien. -dice Tessa -Tu solo querías solucionarlo. Era yo quien quería pelear.

Ambos guardan silencio un rato -pero en parte tenias razón, no estaba diciendo lo que pensaba por miedo a como ibas a reaccionar. Por miedo a perderte. A veces me da miedo lo que vayas a pensar de mí.

-Yo no pienso nada malo de ti

-¿Y si piensas algo muy malo que te haga dejarme?

-Nadie debería vivir con esa inseguridad. Si estas tan confiado de mi amor por ti, debes dejar de tener miedo.

-Solo... es solo que... tu eres muy buena. Yo no soy tan así. -admite Julian – a veces me da miedo que veas la parte horrible de mí, que te de miedo, o repulsión y no me quisieras a tu lado. Me preocupa lo que pienses de mí. Supongo que ante tus ojos... solo quiero que veas lo bueno.

-¿Qué tiene de amor o de bueno no aceptar todos los lados? Quiero ver tus virtudes, pero también tus debilidades y defectos Julian -dice con suavidad – no eres perfecto. Yo tampoco lo soy. Nadie lo es. Tendrás un lado que quizás me haga discutir contigo. Todas las parejas tienen desacuerdos. No esta mal dar tu punto de vista o exponer tu posición. Al final del día el amor nos hará elegir la mejor decisión

-La mejor decisión es proteger a James. -suelta Julian -en este caso, ahora lo es.

Eso la sorprende a ella. Pero asiente.

-Yo te respaldo. -le asegura el – además, todo ha cambiado. Lo que hemos descubierto hoy es como tener a un nuevo enemigo. Lo único que sabemos sobre Lisa, - la mira – es que no sabemos nada

-Tienes razón -dice Tessa – debemos investigarla bien. Su pasado, su estado actual. Este lazo que comparte con mi hermano. Todo. Es un nuevo tablero en el juego. Si ella nos descubre también será fin del juego para nosotros.

-No me gusta que vivas así. En esta batalla eterna.

-No será para siempre – le consuela -todo llega a su fin en algún momento. Y aunque al final no terminemos en una buena posición... al menos nos tendremos a nosotros para sostenernos. No caeremos. Somos una familia.

Julian la atrae hacia el y la abraza con añoranza. ¿Cómo había pasado tantos años sintiendo repulsión por alguien como Tessa? Ella era algo que ya no encontrabas en el mundo.

« En un lugar donde el concepto del amor esta tan distorsionado, yo te he podido encontrar »

Y del cielo seguía cayendo los copos de nieve. Pero ni siquiera eso podría haber congelado el ardiente corazón de ambos en medio de la noche. El amor brilla mas que las luces del cielo.

***

James se levantó. Era una de esas noches en las que no podía dormir. Se acero hasta la ventana de su cuarto y miro hacia el cielo.

Los doctores le habían dado esperanza. Un año. Dijeron que su tratamiento finalizaba en un año. Que se veía bien. Que no estaba muerto aún. Y ahora, aparte de Tessa, tenia su propio dinero para cubrir su tratamiento gracias a su madre muerta.

Era extraño, pensar en alguien que debida ser importante para ti y no saber como sentirte respecto a eso porque jamás la conociste.

¿Era mejor así? Tenia pocos recuerdos de su madre, lo poco que podía acumular un niño tan pequeño. No. A veces incluso dudaba de que fueran recuerdos reales.

Que un pequeño conozca a su madre no cuenta como haberla conocido realmente. Pocas personas conservan sus recuerdos de cuando tenían uno o dos años. Casi imposible. Así que siempre solía pensar en aquella mujer como si jamás la conoció.

¿Se engañaba a si mismo pensando que la recordaba? Solo pensar en rubios cabellos suaves doblando un pasillo. ¿era esa su mama?

Todo recuerdo de una madre lo llevaba a pensar en la madre de Tessa, pues fue ella quien lo crio de verdad. No lo sabía.

Hay tantas historias complicadas en el mundo y una mas diferente que otra, que a veces logra que la tuya parezca banal. Pero esto no es una competencia.

La vida solo se basa en buscar ser feliz con cualquiera de ellas

***

-Pasen, este es mi hogar. Pueden tomar cualquier habitación de la planta superior. Hay muchas desocupadas.

Si. Una mansión. Ahí vivía Charlie Anderson.

-Te agradezco lo que estas haciendo por nosotros- le menciono Romina y en medio de las sombras su voz se escucha diferente

-Es un placer poder ayudar. Descansa. Mañana baja a comer. Trataremos de solucionar cualquier cosa que este mal.

Entonces la chica lo abraza. Charlie correspondió su agradecimiento. -Te vere en la mañana- entonces subió con su maleta y desapareció metiéndose en una habitación

Taylor y Charlie se habían mantenido en el mismo sitio viéndola partir, casi como si supieran que tendrian que hablar de algo antes de marcharse ellos tambien.

-Gracias por ofrecerte a esto. -y la voz del joven sonó invadiendo la noche

-Está bien. No tenían a donde ir

-No. No lo teníamos

-Bueno. Eso era obvio. Lo intuí cuando te vi girar en círculos. Pasamos ese centro comercial como tres veces

Taylor no dijo nada

-¿Cómo piensas mantenerla sino tienes dinero? ¿lo tienes?

-Puedo vender mi auto. Eso si es mío. Y tengo algunos ahorros...

-No tienes trabajo ¿verdad? ¿Y cuanto te duraran esos ahorros?

-Conseguiré uno

-Era una pregunta retórica. -cerro los ojos como analizándolo todo – ella puede quedarse el tiempo que necesite aquí. Para toda la vida si eso es lo que quiere.

-¿Solo ella?

Charlie solo lo miro poco impresionado

-Bueno, suena justo y logico. -responde Taylor – pero no puedo dejar a mi hermana sola con un completo desconocido. Si al final, ella quiere quedarse aquí por su propia voluntad por que se ha enamorado de ti, claro que puede hacerlo. Es dueña de hacer con su vida lo que quiera. Yo solo quería sacarla de aquella casa que era su cárcel. Una casa mandada por su verdugo.

-No lo sabia Taylor... si lo hubiera sabido yo...

-No puedes mortificarte así. Nadie podía haberlo sabido si nosotros no abríamos la boca -suspira - Y si te sirve de consuelo solo le ha puesto la mano encima tres veces en la vida. Normalmente los golpes me los llevo yo. Solía pensar que algún día me golpearía tan fuerte que terminaría matandome. Pensaba que algún día no despertaría de nuevo. Me acostaba a dormir con el miedo de que ya no despertaría para poder ver el sol de nuevo.

Entonces Charlie regresa a mirarlo. Lo observa un largo rato. -No logro entenderte

-¿Qué hay que entender?

-¿Cómo podía ser ese hombre tu padre? ¿Cómo podía hacerse llamar uno?

-No lo se.

-¿No te defendías?

-Jamás lo golpee. No como hoy. Yo solo agachaba la cabeza y aguantaba todo. Estaba bien entrenado. Las únicas veces que reaccione fue cuando la tocaba a ella. -suspiro – da igual. Eso se acabó. No soy un mártir

-No. Claro que no. Tendrías que estar muerto para serlo- entonces Charlie se adentró en su mansión – descansa Taylor White. Hablaremos más en la mañana.

Si. En la mañana. El mañana llegaría para todos ellos. Hoy no tendria miedo de no poder ver el sol.

Mentira MillonariaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora