Mentira Millonaria

Capítulo 39

—¿Qué quieres decir?

—¡El contrato de esta mañana!— soltó irritado — El que Adam me dio para firmar.

—¿Hablas de que...?— dudo — ese... ese contrato ¿estaba cambiado?

—Si.

—Pero... — ella miro hacia el suelo mientras sus ojos se movían entre las baldosas tratando de encajar las piezas en este rompecabezas cobrando sentido, pero no lo hallaba — eso no puede ser. Es nuestro amigo

—¿Amigo?— bufa Julian mientras recorre la habitación — ya quisiéramos tener un aliado. En este mundo solo estamos tú y yo, Tessa. Nadie más. Solo podemos confíar en nuestras propias sombras y en nosotros.

A Tessa le hubiera gustado sentirse alagada de ser considerada confiable para él, pero esta situación era irreverente. Era absurda.

—Pero Adam no es...

—¡Deja de defenderlo Tessa! — entonces ahora Julian estaba tenso — me molesta ver como defiendes a otra persona que me ha jugado sucio

—Se que piensas que te ha hecho daño, pero... solo digo que tiene que haber una explicación lógica Julian. Si tan solo escucháramos su versión...

Entonces su teléfono volvió a sonar

Julian puso lo ojos en blanco —No me digas, es el, ¿no?

Y sí lo era. Lo era. —déjame hablar con el

Julian negó con la cabeza y le dio la espalda —haz lo que quieras

Tessa contesto, y luego salió de la habitación. Y al parecer Adam estaba abajo. Ella descendió por las escaleras hasta llegar a la entrada principal.

Tessa le abrió la puerta —Espero sepas explicarte

El muchacho se sacó la bufanda que descansaba alrededor de su cuello —Lo hare. ¿Dónde está él?

—No quiere verte ni en pintura

—Ya lo creo — murmuro mientras a paso rápido se internaba en la mansión

Subió rápidamente las escaleras hasta llegar a su habitación. Incluso la misma Tessa se sorprendió que conociera toda ubicación dentro de la casa. Es decir, hasta donde ella tenía entendido, ellos no solían tener mucho contacto entre ambos a pesar de ser primos.

¿Adam habrá vivido antes aquí en algún momento?

Cuando este llego a la puerta de la habitación de Julian entro de golpe, y el olor a trago lo golpeo de frente —apesta a alcohol—soltó sin disimulo, y luego miro hacia Tessa —¿acaso esta borracho?

—Lo encontré en un bar...—respondió entre nerviosa y dudosa

—¿Y dónde está ahora?

—Creo que... se metió en el cuarto de baño. Ya debe estar por salir...

—¿Cómo supiste donde buscar?

—¿Qué?

—Dijiste que estaba en un bar, ¿acaso estaba contigo bebiendo allí?

—¡No! ¿pero qué dices? Yo solo... bueno... luego del trabajo no llego, me preocupé, y me puse a buscarlo...

—¿Y lo encontraste? ¿entre todos los bares de la ciudad de Nueva York lo encontraste?— el parecía genuinamente asombrado

Ella se encogió de hombros — solo tuve una idea. Una corazonada... Suponía que Julian no conocía muchos bares, puesto que este no sale a beber. Asi que lo único que se me ocurrió fue el lugar de la última reunión de negocios. Fue en ese bar. Suponía que Julian lo recordaría. Asi que fue allí.