Capítulo 32

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—Un placer tenerlos de vuelta — sonríe Julian. Tessa más creía que estaba improvisando un buen saludo. Uno digno de ser el anfitrión de una gala

Ellos dos asintieron. Y la joven Romina se acerco mas a el interesada. —Si esta solo este dia, puedo hacerle compañía — dijo mientras se auto invitaba a colgarse de su brazo desplazando lejos a James — noto que esta vez no esta acompañado por nadie, seria triste pasar un dia tan importante solo ¿no cree?

Tessa puso los ojos en blanco. El interés de esta mujer por Julian era algo mas que evidente, y eso empezaba a molestarla. ¿Por qué le irritaba tanto? ¿presenciar un coqueteo tan descarado en sus propias narices?

Iba a decir algo, lo que sea, inventarse cualquier excusa con la única intención de sacar a Julian de allí cuando el chico a su lado hablo — no es de asombrarse que su prometida no se presentara hoy

Eso llamo la atención de Julian —¿Cómo ha dicho?— murmura desconcertado, pero algo en sus ojos siempre estan alertas. Julian estaba mas despierto que cualquier otra persona que ella conociera.

A diferencia de aquel dia en la noche, Taylor esta vez mostraba una actitud petulante y una mirada de superioridad. Ella estaba confundida.

—Bueno, aquel dia en la mansión, no se veía muy cómoda. La pobre chica hubiera preferido estar en cualquier otro lugar que allí. Y considerando que usted no estaba con ella, no es de extrañar su reticencia a no presentarse

Julian frunció el ceño. Usualmente el jamás dejaba ver a los demás cuando estaba molesto. Pero este Julian era diferente —¿y se puede saber como usted presencio todo eso?

El chico sonríe —¿acaso no es obvio? Fui el afortunado joven que le hizo compañía durante la reunión, —dijo —por leves minutos, desgraciadamente.—añadió

—¿Desgracia por hacerle compañía?— inquirió su hermana quien seguía guindada del brazo de su jefe, y parecía muy dispuesta a quedarse ahí.

—Oh no. Desgracia por mí. — aclaró el —Ya que hubiera preferido seguir con ella charlando a estar en la mansión. Lamentablemente mis deberes me llamaban. —luego miro hacia Julian nuevamente —tiene usted una prometida encantadora. Sumamente, —lo pensó — adorable

Julian se esforzó en contestar, aun arrastrando las palabras—Si, ella usualmente es asi. Muy adorable.

—Seguro mas con unos que con otros. — y ese comentario estaba cargado de intención —era una noche muy fría bajo las estrellas, me encantaría repetir aquel cálido momento.

Ahora Julian estaba crispado. Sus hombros tensos, y sus ojos parecían despedir furia viva. Tanto su postura, como todo en el parecía algo totalmente peligroso ahora. Tessa pensó que si alguien encendiera una mecha de algo este explotaría al contacto con su piel.

Estaba claro que Taylor solo buscaba provocarlo.

—Lastima que ella este tan ocupada ya con alguien mas.

—¿Ah si?

—Siento ser desafortunado en decírselo, y lamento si causo envidia, pero gozo de aquel calor del que tanto habla todas las noches mientras ella esta en mi cama.

Tessa no se movió. Ni siquiera se vio capaz de parpadear. No podía creer semejantes revelaciones por parte de Julian Anderson. ¿Por qué estaba cayendo en aquel juego? El no solía ser asi. Esto era algo que Tessa jamás habia visto en el.

Taylor, quien era de ingenio rápido a pesar de haber flaqueado un instante continuo—Pues aquel dia en la noche no parecía llena de ese calor del que presume tanto mientras hablaba conmigo. ¿Acaso no se lo comento? Nos sentamos un rato juntos a platicar.

Mentira MillonariaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora