Mentira Millonaria

Capítulo 29

Taylor dio media vuelta perdiéndose entre la multitud, recordando el brillo de sus ojos dorados cual oro. Una persona que valiera oro. No solo por su dinero, sino por dentro. Parecía un chico afligido, agotado de mantener las apariencias. Y ella sintió lastima. Pero... ella no era el reflejo de Taylor, ¿verdad?

Cuando más personas se acercaron de alguna forma parecieron reconocerla, y algunas se unieron para platicar con ella.

Las mujeres a su alrededor empezaron a atosigarla con preguntas.

—¿Dónde conoció a Julian Anderson?

—O yo...

—¿Fue amor a primera vista?—interrumpía otra con la misma rapidez

—No. Yo creo...

—Oh, oh, ¿o quizás simplemente fue un arreglo matrimonial?

Tessa trataba de responder a las dudas, pero pronto las voces de todas se mezclaban en masas de voces poco audibles. No sabía que tantas mujeres tuvieran tantas dudas

—¿Y cuándo piensan casarse?

Tessa abrió la boca por duodécima vez, pero antes de poder contestar nada, otra voz la interrumpió. La diferencia, era que esta vez, era una claramente masculina. Y ella reconocía aquel tono, una voz clara y profunda.

—¡Señor Julian Anderson!— sonó una mujer — ¡Que placer verlo por acá!

Aun estando de espaldas, Tessa se imaginaba las reacciones que el haría.

Seguramente ahorita se encontraba soltando una sonrisa de compromiso, aquellas que ya tenía reservaba para soltar siempre que el deber se lo pedía, luego amablemente diría alguna frase divertida y educada —Gracias a ustedes por esta bienvenida. Estaba buscando a mi prometida. ¿Les molestaría que me la lleve? Ya he pasado varios minutos lejos de ella.

Las mujeres asintieron, mientras muchas aun seguían con los ojos al guapo millonario de porte elegante y seductor.

Julian camino a paso sereno hasta llegar a Tessa y colocarse frente a ella —lamento haberte dejado sola tanto tiempo. Pero creo que no puedo pasar mucho rato sin que me hagas falta —y le estiro la mano

Tessa se quedó sin palabras. ¿esto lo decía enserio? ¿o era otra más de sus farsas? ¿lo decía porque tenía público presente?

Entonces el dolor volvió, Y esta vez lo entendió.

Que mal momento era para enfermarse. Problema de chicas.

Ella se levantó despacio, pero al parecer su compañero de al lado lo noto.

Julian se sacó el saco y lo coloco encima de sus hombros, este era tan largo que cubría parte de su vestido en la parte de abajo.

—Hace frio amor, te puedes resfriar. Abrígate.

Ella alzo la vista y sus ojos castaños lo miraron con alivio. Él estaba de su lado. Bajo los hombros y se sintió segura. Porque al lado de Julian ¿Qué podría pasarle?

—Sera mejor irnos, ya es tarde— menciono Julian

Muchas mujeres hablaron de lo cambiado que estaba Julian. De lo amable que ahora se mostraba. En el como ahora ya no evitaba a las mujeres. Que era como un joven sacado de un cuento de hadas.

Ambos desfilaron por los jardines hasta que llegaron fuera de la mansión. Julian la ayudo a subirse al coche —¿Estas bien?— le murmuro. Y su voz dentro de aquel auto con las puertas cerradas sonaba diferente.

—Perdona... he manchado el vestido... y creo que el saco... lo lavare apenas llegue a la mansión

—¿Por qué te estas disculpando?— la mira con ojos tranquilos — eres una mujer, es algo natural.