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✨️Ohm.✨️

No puedo estar decepcionado, estoy acostumbrado a terminar el día  sintiéndome estúpido por no dejar morir la idea de encontrarlo.

Nunca volví a ver a Nanon después de irme.

Regresaba siempre en las vacaciones, me sentaba en la playa y dibujaba caminos marcando cada espacio geográfico en el que podría estar.

Me recuerdo, creo que era estúpido.

Las probabilidades siempre estuvieron en mi contra, pero no quería rendirme.

Cuando fui al restaurante de su madre, el primer año, me atendió alguien más.

Conversamos.

Me habló de las razones por las que se fueron.

Nanon había mencionado a su hermano algunas veces, pero no tenía idea de que fuera así de  problemático.

Cuando no tenía algo positivo que decir, él prefería no decir nada.

Sonrío, porque recuerdo con claridad lo mucho que admiraba su forma de ver el mundo.

Lo único más bonito que su rostro, era su corazón, y no soy capaz de pensar en él sin sentir la calidez en el alma que me provocaba su compañía.

Yo seguí mi vida al crecer.

Me gradué con honores, y el tiempo pasó.

Me enamoré de alguien más.

Casarnos fue mi idea, pero hice un último esfuerzo antes del compromiso.

Necesitaba verlo antes de hacerlo, pero no pasó.

Entendí que era el universo obligándome a avanzar.

Me daría gusto verlo, de todos modos.

Yo quiero saber cómo está, qué ha hecho, cuánto cambió, no lo sé.

Podemos ser amigos, nunca decidimos dejar de serlo.

Camino a la cocina con el mapa en mis manos y sonrío al ver los lugares que están marcados.

Ya es tarde, voy a seguir mañana.

Agarro mi maleta y abro el armario, para colgar mi ropa ahí.

—Buenas noches, creí que no había regresado aún, lo siento —escucho en la entrada, mientras estiro los pantalones que están arrugados por el largo viaje.

—No te disculpes, puedes pasar siempre que quieras.

—Solo vengo a traerle la ropa, ya la he sacado del secador, ¿quiere que le traiga algo de cenar?

—Voy a bajar al restaurante, gracias, quiero recorrer este lugar.

Aunque lo he diseñado yo, no había estado aquí antes.

—¿Le molesta si le pregunto cómo le fue hoy?

—No me molesta, pero no puedo darte buenas noticias —digo colocando los ganchos en el colgador— no lo encontré, pero no voy a rendirme, así que aprecio mucho tu ayuda.

—Ya sabe que puede marcarme si necesita saber algo más.

—Eres lindo, gracias.

—Es mi trabajo —dice y lo escucho caminar a la puerta.

Mis ojos se abren de golpe, porque ya me di cuenta.

¡Es el chico del servicio que le gusta a Dew!

Soy tan tonto.

Cierro la puerta del armario rápido porque quiero verlo, pero es tarde.

Ya está afuera.

Dew no es fácil de impresionar, sale con chicos lindos, todo el tiempo, y no le duran más de una noche.

Chimon lo sabe, pero se aferra a él.

Yo no me meto en su relación, ese es su problema.

Agarro mi teléfono, porque quiero molestarlo.

Debe creer que me ha convencido, pero no.

Sé que ese chico es especial.

Me siento en la cama al ver el mensaje que me envió Bow después del almuerzo.

No respondí, estaba ocupado.

El nombre de su mamá aparece en mi pantalla y veo confundido las dos llamadas pérdidas que tengo de ella.

—¿Hola? —suelto al responder.

Quiero golpear mi cabeza contra algo, porque empieza a gritarme.

Bow está de nuevo en el hospital, y quiere que regrese a Europa.

My first first love || OhmnanonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora