✨️Ohm.✨️
Me siento frente a la madre de Nanon, colocando el café que le he traido, porque hemos
No habíamos tenido la oportunidad de hablar solos los dos.
—Entonces, siempre fuiste tú —dice mirándome y realmente no sé que decirle.
—Creo.
Ella asiente, bajando la mirada a sus manos.
—Sabía que su comportamiento estos años, tenía una explicación.
—¿Su comportamiento?
—Siempre supe que había alguien, aunque estaba solo.
—Pasé mucho tiempo lejos de él.
—Yo también —responde bajando la mirada— aunque estaba cerca.
Realmente no me siento en la posición de juzgarla.
—Nunca me detuve para darle las gracias por todo lo que hizo —agrega limpiando sus lágrimas— no me preocupaba por él, porque siempre fue autosuficiente.
Se detiene y yo estoy intentando comprender.
No quiero sentarme a señalar sus errores.
—Desde que era un niño, hacia todo por su cuenta, nunca le gustó molestar, y yo le di toda mi atención a Jimmy, porque sentía que él sí me necesitaba.
Creo que fue injusta.
—Sentía que era su responsabilidad.
—¿Le dio las gracias ya?
—Sí —responde afectada— me cuesta mirarlo ahora, nunca lo había visto tan vulnerable, no es algo que muestra.
—No quería preocuparla.
—Lo sé.
—Todo va a salir bien —le digo colocando mi mano sobre la suya.
—No quiero que se muera así, no le permití ir por sus sueños, le di una vida horrible, siempre sentí que había fracasado como madre, no pude hacer algo por él —responde— lo trataba mal porque estaba molesta, pero no con él, tomé malas decisiones, me frustraba no poder darle al menos algo bueno de comer.
—Nanon lo comprende, él la adora, agradece lo mucho que se esforzó por sacarlos adelante.
Nanon comprende más de lo que yo soy capaz.
Creo genuinamente que él no tiene la capacidad de juzgar a las personas.
—Ohm Pawat —escucho que dice la enfermera y me levanto, haciendo una reverencia.
Estoy haciéndome cargo ahora, mañana van a operarlo.
Quiero moderar mi comportamiento pero me cuesta, yo sé que puede salir mal.
No me oculto la realidad, soy consciente de más cosas que quisiera.
Firmo rápido los papeles que está dándome, y le sonrío, porque puedo entrar a verlo.
Está sentado en la cama, mirando el jardín por la ventana y voltea cuando nota mi presencia.
—Jimmy está haciéndose los últimos examenes —le digo caminando hasta su lado y beso su cabecita.
Me mira y suspira asintiendo.
—Ohm.
—¿Mi amor?
—Vamos a la playa —me pide despacio.
—¿Qué?
No puede salir hoy, van a prepararlo más tarde.
—Por favor.
Me agacho para explicarle, pero no me lo permite.
—No quiero morirme sin hacerlo.
—No te vas...
—Ohm —me interrumpe agarrando mis mejillas— por favor.
