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✨️Ohm.✨️

Después de aterrizar en Bangkok luego de 14 horas en el aire, he tenido que tomar el tren, así que estoy muerto.

—¿Cuándo regresas? —le pregunto a Dew lanzándome a su cama.

En tres días —dice después de resoplar— realmente no quiero ir, pero van a heredarme más de 50 millones de dólares, creo que se lo merecen.

Suele tomárselo con humor, pero yo sé que le afecta.

—Diviértete evitando a Chimon.

Es mi especialidad escapar de tu hermano, así que voy a hacerlo.

Sonrío colgándole y me siento en la cama, para quitarme la ropa.

Necesito un baño.

Agarro una de las toallas y la amarro a la cintura, doblo la ropa sucia que tengo y la llevo al cesto.

Me acerco al teléfono de la habitación, para marcarle al servicio, mientras veo el mapa de la ciudad en el folleto que dejaron ahí.

¿Hola? —escucho al otro lado de la línea.

—Hola, estoy marcándole de la suite 708.

Sí, lo veo en el registro.

Claro, soy tonto.

—Estoy quedándome acá unos días, mi amigo alquila este lugar y no está, ¿tú puedes ayudarme?

Sí, yo me encargo.

—Tengo algo de ropa para la lavandería, ¿te molesta hacerme el favor?

Subiré a llevarla, no se preocupe.

—La he puesto en la cesta, realmente aprecio que lo hagas y discúlpame, acabo de llegar y estoy pérdido, ¿puedes ayudarme también con el número para pedir algo de comer?

Está junto al teléfono, detrás del mapa, ¿no prefiere que yo me encargue?

Puedo hacerlo, gracias.

Muevo mis dedos por la mesa, porque él es agradable.

Su voz suena extrañamente familiar.

¿Necesita ayuda con algo más?

—Es una tontería, ¿tú puedes decirme si hay algún paradero de buses cerca?

Sale por el lobby, recto, hasta la puerta principal, cuando llegue a la calle afuera, dobla a la derecha, tiene que caminar diez cuadras más y va a encontrarlo.

Bueno, ese es un camino largo, pero voy a sentirme listo para caminar, después de estar en la tina.

—No es cerca.

No, pero yo puedo pedirle un taxi.

—No va a servirme.

¿No?

—Quiero recorrer toda la ciudad.

¿Quiere conocerla?

—En realidad —le digo mirando el techo— estoy buscando a alguien.

¿Tiene una dirección para ayudarle?

—No —respondo pasando mis dedos por mi frente— y no sé por dónde empezar.

Nunca sé por dónde empezar, no tengo idea de dónde puede estar Nanon.

Me rendí hace años, pero no puedo evitar volver a intentar encontrarlo, cada vez que piso el país.

Es como si la resignación se escapara de mí.

A veces me encuentro a mí mismo creyendo que voy a cruzármelo en alguna parte.

Es que no puede desaparecer, tiene que estar en algún lado.

Tome la línea 5 —me dice y yo anoto el número con el lapicero, sobre el mapa— le da la vuelta entera a la ciudad, quizás le sirva.

—Gracias.

Use la línea 2 si quiere recorrer el centro, esta ciudad es pequeña, no tardará en ubicarse.

Estoy agradecido de verdad, llevaba mucho tiempo sin cruzarme con alguien así de amable.

My first first love || OhmnanonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora