✨️Dew.✨️
Me apoyo en la pared de la habitación en la que está Nanon, porque todavía está recuperándose.
Suele tener vómitos al despertar, están apurándose, porque el doctor está planteando un transplante de médula ósea a mediano plazo.
Considera importante apurarse, porque ya se ha perdido mucho tiempo.
Nanon me ha dicho por primera vez que se siente mal.
Aunque le duele suele sonreirme, pero hoy, me ha pedido estar solo, porque no soporta el dolor.
Lo escucho llorando, pero puedo ver por la ventana, que está colaborando con lo que le piden.
—Voy a regresar en un rato —me dice la enfermera saliendo y cierra la puerta despacio.
Trato de mantener mi postura aunque quiero quebrarme.
Ojalá pudiera quitarle un poco de todo lo que está sintiendo, me duele verlo mal.
—Está bien si quiere quedarse, puede pasar a acompañarlo un momento, pero me atrevo a decirle que la cafetería no está tan lejos, sé que ha pasado la noche acá, debe estar agotado.
—Estoy bien.
Ella no se ve convencida.
—¿Hay alguna forma de evitar que sea así de doloroso para él?
—Estamos intentándolo, no siempre va a ser así.
Suspiro resignado, porque está claro que no.
—Hace bastante tiempo no había visto a un novio tan involucrado en esto, me preocupa su salud, Ohm —me dice y yo la miro confundido.
—¿Yo?
—Ha hablado de usted algunas veces cuando le duele mucho, lo ama tanto que me duele a mí, y me gustaría que entre a sostener su mano, pero esa no es mi decisión, el doctor no lo considera prudente.
La miro, negando despacio con la cabeza.
—Soy Dew.
Se ve avergonzada ahora.
—He confundido los nombres, lo siento —dice, pero no es necesario que lo haga.
Yo entiendo.
—No es así.
Ella se disculpa de nuevo, pero realmente no importa.
Entro y él voltea a verme con los ojitos húmedos y la vía conectada a su cuerpo.
—No me gusta que me veas así.
—¿Por qué no? —le pregunto acercándome— quiero verte la cara bonita.
Me saca la lengua y sonrío, acariciando su mejilla derecha.
—Tienes unos examenes mañana, cuando esto termine vas a quedarte a descansar, yo pasaré a ver a tu mamá, no te preocupes por eso.
—Está bien —responde ladeando la cabeza— y ve a dormirte después.
—No quiero.
—Yo voy a aguantar solito, el doctor dice que piense en que estoy curándome.
Tengo un nudo en la garganta molestándome, porque sé que es lo que necesita y no puedo seguir obedeciéndole, porque esto solo va a empeorar.
Voy a decirle a Ohm.
