✨️Nanon.✨️
Ha sido un día productivo, pasé horas enseñándole a Dew como doblar su ropa.
No creo que sea complicado, pero él quería pasar tiempo conmigo.
Me doy cuenta y creo que es lindo.
Dew lo es.
Nunca volví a abrirle mi corazón a alguien, después de Ohm.
Nunca lo logré sacar de mi cabeza.
A veces pienso en lo que debe estar haciendo, y creo que seguramente tiene una vida bonita.
Me hizo mucha falta.
Entendí que tenía que irse, era lo mejor para él, pero me dolió no poder verlo más.
Recuerdo cada minuto que pasamos juntos con claridad y es lo más valioso que guardo en mi cabeza.
Si la vida puede sentirse como una tarde hablando con Ohm, entonces vale la pena.
—¿Vas a sobrevivir mañana sin mí? —le pregunto y él suspira.
Dew me hace reír, y nadie me había hecho reír después de Ohm.
Por eso, le he permitido acompañarme a mi casa.
—Tengo que aceptar que es tu día libre, pero no voy a estar feliz sin ti.
—¿Me extrañarás?
—Mucho, pero voy a darte algo para que tú no me extrañes a mí —dice deteniéndome y saca su reloj, el de la broma idiota que me hizo— ¿Puedo ponértelo?
—No —respondo rápido.
Ya sé cuánto cuesta, no quiero eso.
—Tengo un reloj tuyo en mi muñeca y voy a mirarlo cuando no pueda verte a ti, así que quiero darte uno también, para que pienses en mí.
—¿Por qué?
—Nos veremos lindos, compartiendo algo —responde haciendo un puchero— por favor, di que sí, es la primera vez que hago el ridículo de esta manera.
Suspiro levantando mi mano y sonríe, poniéndome el reloj.
Sonrío yo, porque pone su muñeca junto a la mía y se ve feliz.
—¿Te gusta? —le pregunto y él asiente.
Entonces me gusta también.
Veo a Jimmy fumando a lo lejos, sentado en la puerta de mi casa.
Cuando no desaparece, es imposible estar en paz en este lugar.
—Mi hermano está allá, deberías regresar a tu auto.
—¿No quieres que me acerque a tu casa?
—No quiero que tengas problemas con él, te prometo que voy a traerte cuando no esté.
Sonrío, porque levanta su dedo meñique y yo levanto el mío.
Bien, es una promesa.
—Te veo el lunes —le digo acercándome y beso su mejilla.
—Voy a pensar en ti, todo el tiempo.
Camino mirándolo, con el corazón acelerado.
Realmente es lindo.
Acomodo mi cabello al llegar y Jimmy me mira, riéndose.
—¿Quién era?
—¿Te importa? —le pregunto y él me tira una botella que esquivo.
—¿Estás saliendo con un muerto de hambre?
—¿Qué?
—Ese chico, que dejaste en la esquina, tiene tu edad, ¿qué puede darte él?
—No me importa lo que pueda darme, Jimmy.
—Por esa mentalidad es que sigues viviendo en este lugar de mierda, podrías tener algo mejor si me hicieras caso.
—¿Para que me lo quites? —le pregunto sonriendo— no, gracias.
