✨️Nanon.✨️
Me gustaría poder pasar mi día libre con mamá, pero con Jimmy en la casa, es imposible.
Cuando quiero escapar, vengo a la playa.
No estoy enojado por como es mi vida, pero a veces quiero apagar mi cabeza.
Adoro caminar descalzo en la arena, con el agua llegando despacio a mis pies.
Suspiro, escribiendo mi nombre, de nuevo.
Sí, yo estuve aquí, llevo dejando un rastro, para adueñarme de este lugar.
No he madurado lo suficiente, todavía me gusta hacer eso.
Camino unos metros adelante y me acuesto, para mirar el cielo.
Voy a tomarme mi tiempo acá.
Respiro profundo, oyendo al mar y cierro los ojos.
Desearía poder hacer esto seguido.
Solo yo y la playa.
Mi paz desaparece unos minutos después, cuando escucho unos pasos corriendo hacia mi lado.
Me levanto de golpe, siento una rodilla golpeando mi cabeza.
Veo confundido al chico cayendo a mi lado.
Se ha tropezado conmigo.
—Perdón —dice parándose, mientras se sacude— estaba siguiendo las huellas en la arena, ¿tú no viste a alguien más por acá?
Veo su desesperación mirando a nuestro alrededor, y me quedo quieto, porque su perfil es demasiado familiar.
—Solo estoy yo —susurro ya alterado.
Me pongo de pie mirándolo, y él resopla, mirándome por fin.
—¿Ohm? —le pregunto con un nudo en la garganta.
Su boca se abre ligeramente, pero la cierra, y creo que no sabe que decir.
Mi cuerpo se estremece, porque sigue teniendo esa misma mirada.
La última que recuerdo, de la última vez que lo vi.
Reacciono y camino rápido a su lado, abrazándolo fuerte.
Cierro mis ojos ocultándome en su pecho y siento por fin sus manos rodeándome.
—Estás aquí —dice más para sí mismo, y acaricia mi cabeza, presionando más mi cuerpo contra el suyo.
Nuestras miradas se cruzan de nuevo, porque agarra mi rostro y mi razonamiento está fallándome.
Sus dedos pasan por mis mejillas y me estremezco al sentir su pulgar acariciando mi labio inferior.
—De verdad, estás aquí.
—Sí —respondo nervioso y él mira mi boca.
De acuerdo, lo acepto, yo nunca lo superé.
