✨️Nanon.✨️
Intento ordenar la mesa porque ya hemos desayunado, pero Dew agarra mi muñeca.
—Puedo hacerlo, estoy en horario laboral —le digo colocando una mano en mi cintura.
—Voy a hacerlo yo —responde sonriéndome y me siento, porque voy a dejarle.
Todavía no me he cambiado, sigo justo como ayer, porque me he quedado dormido acá.
Desperté tarde, nunca me había pasado.
Es que su cama es muy cómoda.
Lo miro a los ojos, porque pone su mano junto a la mía.
—Volveré tarde hoy, ya te he dicho que quiero conversar con ella, así que puedes tomarte el día.
—¿Seguro?
—Usa el piso para tomar un baño, debes estar incómodo, lamento no haberte despertado.
—Estoy bien —respondo haciendo un puchero y él se levanta.
Me siento culpable porque tuvo que dormir en el sillón.
Besa mi frente y camina de vuelta a su armario.
—Voy a cambiarme —me avisa y yo me levanto porque escucho la puerta.
No quiero que vengan a llevarse las cosas, porque puedo hacerlo yo.
Es literalmente mi trabajo.
Quito el seguro y en el pasillo, está parado Ohm.
Me mira extraño, y mostrándome una sonrisa que no se ve real.
—¿Qué haces acá? —me pregunta y yo voy a responderle pero no me deja— ¿Acabas de despertarte?
—Ya desayunamos —dice Dew desde la sala con la parte superior de su cuerpo desnudo.
De acuerdo, eso se ve mal.
—¿Tan temprano? —suelta mirándome a mí.
—Dormí acá —le aviso regresando al comedor, para ordenar los platos.
Siento su mirada sobre mí, y se acerca apenas Dew entra en el baño, cerrando la puerta.
Agarra fuerte mi brazo, y lo miro asustado.
—¿Dormiste acá?
La ducha se prende, y yo no quiero que nos escuche.
—¿Qué te pasa? —susurro entre dientes y me suelta.
—Peleamos, ¿y viniste a meterte a su cama?
—¿Estás tratando de decirme algo?
—¿Te acostaste con él porque conmigo no fue suficiente?
Le tiro una cachetada, y cierra los ojos para tomar aire, antes de voltear a verme.
—Nanon —me dice, pero yo camino a la puerta, porque quiero irme.
Me alcanza en el pasillo, y yo volteo, con un nudo en la garganta.
—Siento que ya no te conozco —le digo quebrándome— y creo que tú tampoco me conoces a mí.
—Nanon —me dice jalándome y yo me suelto.
—No tengo porqué darte explicaciones, déjame en paz.
