38

401 80 269
                                    


✨️Dew.✨️

Nanon ha pasado la tarde entera buscando cosas que hacer fuera del hotel.

Lo he visto sentado en las pasarelas del jardín tras la piscina limpiando por la tarde y le he dado espacio.

Evité pedirle cosas, porque creo que su mal día no se ha ido.

La verdad es que estoy algo confundido.

No sabía que era amigo de Ohm.

Él nunca me había hablado antes de esa manera, creo que estoy perdiéndome de algo.

Me acerco a la mesa, y agarro las llaves de mi auto, para salir.

Voy al ascensor, y camino al cuarto de servicio, porque no sé dónde está ahora.

Lo veo sentado sobre la ropa sucia mirando su teléfono cuando abro.

Aclaro mi garganta y se levanta rápido.

—Perdón —dice preocupado— ¿Estás necesitándome para algo?

—Es tarde, ¿quieres que te lleve a tu casa?

—No —responde haciendo una mueca bonita— no tienes que molestarte.

—Voy de camino para allá de todos modos, no lo estoy haciendo por ti —miento agarrando su mano y él asiente.

Suspira profundamente, después de pensarlo.

—Está bien —accede agarrando sus cosas y me da una media sonrisa, presionando sus labios.

Camina a mi lado a la puerta principal y veo a Chimon cerca del lobby.

Va a acercarse.

Entrelazo fuerte mis dedos con los de Nanon y lo llevo más rápido al estacionamiento.

No quiero tener que hablarle.

—¿Comiste? —le pregunto abriéndole la puerta.

—Comeré con mamá —dice sentándose.

Rodeo el auto y subo también, mirándolo.

—Yo tengo una cena planeada para hoy.

—¿Vas para allá?

—Sí, me ha invitado un amigo.

Intenta sonreirme y yo me apoyo en el respaldar.

Está esforzándose.

—¿Todavía es un mal día?

—Sí —dice bajito y noto el puchero pequeño que se forma en sus labios.

—¿Lo estoy haciendo tan mal?

—¿Qué?

—Tenía que animarte, y no lo estoy logrando.

—Me siento mejor ahora que estoy contigo, si te sirve de algo saberlo.

Juega con sus dedos y yo estiro mi mano a su cabello.

Sonrío, porque me mira bonito.

—Esto debe estar incómodándote —le digo tocando detrás de su oreja y él intenta ver.

Saco la rosa que estaba guardando para darle y la pongo frente a él.

—La tenías metida ahí.

Se ríe agarrándola y sonrío yo, porque amo su sonrisa.

Enciendo el auto y mientras salgo a la autopista, lo veo por el espejo tocando despacio los pétalos.

Le ha gustado, hice algo bien.

—¿Por qué tienes que ser tan lindo? —dice cuando paro en un semáforo, unas cuadras después.

—La genética me beneficio —respondo y él se ríe.

—No estoy hablando de tu físico, Dew.

Hago un puchero y él se acomoda, negando con la cabeza.

—No estoy diciendo que no lo seas, creo que eres un lindo chico por dentro y por fuera.

—Bueno, eso es nuevo —menciono sinceramente— nunca hablan de mi interior, probablemente porque soy una persona de mierda con el resto.

—No es verdad.

—Sí es, pero tú tienes este privilegio porque eres el chico más bonito que he conocido, y tampoco estoy hablando solo de tu físico.

Veo de reojo como sonríe apoyándose en la ventana y yo doblo cerca de su casa.

—Puedes dejarme acá —me dice al darse cuenta señalando la siguiente esquina— no tengo mucho que caminar.

—Voy para allá también.

—No creo que frecuentes amistades que vivan en esta zona.

—Estás equivocándote —respondo sacándole la lengua y se ríe, otra vez.

Agarro mi teléfono y abro la última conversación que tengo.

—Ahí está la dirección.

Él mira en el mapa analizándolo y voltea a verme a mí, cuando se da cuenta.

—Es mi casa —dice abriendo el número.

—Jimmy me ha invitado.

—¿Qué?

—Tiene algo que decirme.

—¿Sobre qué? —me pregunta— ¿Él te está pidiendo dinero?

Se ve preocupado y entiendo que es porque suele hacerlo.

—No, lo he buscado yo.

—¿Por qué?

Estaciono sin responderle.

Jimmy está sentado en la puerta y se levanta rápido al verme, con una sonrisa.

—¿Por qué son amigos? —me pregunta Nanon preocupado agarrando mi brazo.

—Él me agrada.

—Mentira —me acusa abriendo la puerta de su lado para bajar y sé que va a cuestionarlo a él.

Me apuro en hacerlo también y Jimmy se acerca a mí.

—Ya tengo una respuesta —dice cruzando los brazos— ¿Puedo dártela o quieres comer primero?

—No puedo esperar tanto, dime.

—Quiero ir a rehabilitación.

Nanon se detiene frente a nosotros al escucharlo y me mira.

—Te has dado cuenta —susurro colocando mi mano en su hombro— puedes ser más que esto.

—Gracias —me dice bajando la cabeza apenado— de verdad.

Retrocede y nos mira de nuevo, señalando la puerta.

—Mi mamá está esperando, ya le he dicho a ella, quiere conocerte.

—Y yo quiero conocerla, me muero de hambre.

—Entren ya —le dice a Nanon que sigue sin entender bien.

Cuando estamos solos de nuevo me acerco a él, porque quiero explicarle.

—¿Por qué? —me pregunta con los ojos brillando.

—Me has dicho que es un gran chico y yo te creo, por eso quiero ayudarlo a que pueda mostrarle a todos lo que tú ves.

Limpio sus lágrimas, agarrando su rostro.

—Nanon, no llores.

—Gracias —balbucea despacito.

Beso su frente y le sonrío, pasando mis pulgares por sus mejillas.

—¿Te sientes mejor ahora? —le pregunto y él asiente rápido.

Mis músculos se ponen rígidos, porque Nanon me besa inesperadamente, y lo agarro más fuerte cuando va a alejarse para besarlo de vuelta, presionando mis labios despacio con los suyos.

My first first love || OhmnanonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora