✨️Nanon.✨️
Cuando abro los ojos y veo las luces a mi alrededor me siento mareado.
Mi mente va a Ohm, cuando veo a Dew a mi lado.
—No te levantes así —me dice colocando su mano sobre la mía.
—¿Qué pasó? —le pregunto con el tono de mi voz abajo.
—Lo siento —responde bajando la mirada— perdón, reaccioné tan mal, no sé qué estaba pasando por mi cabeza, estaba tan enojado contigo.
Es que yo lo entiendo.
No espero que Dew sea perfecto, sé que hice las cosas mal con él.
—Yo lo siento también.
—No, Nanon, no debí...
—Yo no debí —menciono interrumpiéndolo, porque no quiero que se sienta culpable por esto— hice algo estúpido porque pensé que iba a perderte si no estabamos juntos, es que tú eres tan importante para mí.
—¿Lo soy? —susurra jugando con mis dedos.
—Te debo tanto, Dew.
—No, tú no me debes nada —indica mirándome de nuevo a los ojos— pero no voy a mentirte, no creo que supere esto pronto.
—Lo comprendo.
—Realmente te amo —dice desviando la mirada y veo las lágrimas cayendo por sus mejillas.
Me equivoqué tanto con él.
Es el hombre más maravilloso que conozco.
—Despertaste —dice el doctor entrando y me sonríe— buenas tardes.
¿Cuánto tiempo pasó?
Sus manos se mueven en los papeles que tiene frente a él, ordenándolos.
—Buenas tardes —respondo nervioso.
—Voy a tener los resultados completos mañana temprano, porque he pedido varios exámenes.
Miro a Dew, seguramente va a querer pagar esto, porque definitivamente no es un hospital público.
—¿Cómo te sientes?
—E-Estoy bien —digo viéndolo acercarse.
—¿Dolor de cabeza?
—No.
—¿Mareos?
—U-Un poco, pero suelo tenerlos al despertar, por la anemia.
Nunca me alimenté bien realmente, no me sorprendió cuando me diagnósticaron, pero ya han pasado varios años de eso.
Él asiente escribiendo algo ahí.
—¿Sueles sangrar como hoy?
—Antes no era tan seguido.
Su mirada me intimida.
—¿Pero sucedía?
—Sí.
—Nanon —dice leyendo mi nombre en la cama— ¿Tienes familiares que hayan tenido alguna clase de cáncer?
Siento la mirada de Dew en mí, está preocupado, y yo odio cuando algo así ocurre.
Quisiera que nunca nadie tuviera que preocuparse por mí.
—Sí.
Sé que espera una respuesta más larga, así que me armo de valor para darla.
—Mi papá murió cuando yo era un niño, él tenía leucemia.
Los recuerdos están al borde de tumbarme.
Me da miedo.
Nosotros no teníamos el dinero para tratarlo, mi padre no era un buen hombre, era alcoholico, nos golpeaba, siempre le robaba a mamá.
Pero era mi papá.
Lo recuerdo en el colchón del piso, gritando porque le dolía.
Lo recuerdo mientras me escondía con Jimmy, preguntándole si podíamos hacer algo por él.
Le tengo miedo a morir así.
—Adelantándome un poco a tu diagnóstico —me explica moviendo de nuevo sus papeles— quiero que sepas que siempre vamos a poder hacer algo por ti.
Miro a Dew, porque eso no suena bien.
—Mañana nos vemos a 10, puedes ir a casa a descansar.
Me despido y solo logro notar lo fuerte que estuve apretando la mano de Dew, cuando lo suelto.
—Oye —me dice acomodando mi cabello— no te pongas nervioso, ya lo oíste, todo va a estar bien.
—No puedo pagar este lugar.
—Yo sí.
—Dew...
—¿Puedo venir contigo mañana? —me pregunta y yo asiento despacio.
Es que no quiero estar solo, y no quiero decirle nada a Ohm.
