Cinco Años :
Aquella noche Serena despertó con un grito de desesperación después de tener aquella pesadilla qué se repetía constantemente desde qué había tenido aquél fatal accidente dónde murieron sus padres, ya habían pasado cinco años y aún Serena revivía aquél horrible momento qué se había convertido en el peor día de su vida, en el qué no solamente había quedado huérfana y sola sí no también paralítica.
No tenía a nadie más en el mundo sí no a su tío Artemis, el hermano de su padre, Artemis se había encargado de cuidar de Serena tan sólo por el interés de quedarse con la fortuna qué había heredado Serena, fortuna qué había despilfarrado a sus anchas en apuestas y mujeres, de la cuál no había dado un sólo centavo a su sobrina, haciéndole creer a Serena qué sus padres la habían dejado totalmente desesperada, de pronto se abrió la puerta de la habitación de Serena, y ella sólo alcanzó a taparse con las sábanas mientras escuchaba la voz de Artemis diciendo molesto y muy alterado.
-¿Otra vez una de tus pesadilla? ¿Hasta cuándo tengo qué soportar qué no me dejas dormir? - dijo Artemis molesto.
-Tío Artemis lo siento, pero es qué no puedo evitar soñar con aquél accidente, es cómo sí hubiera pasado ayuer - respondió Serena.
-Púes ya es hora de qué lo olvides, por qué han pasado cinco años de los cuáles te he mantenido y he costeado los gastos de tu invalidez, y quiero decirte qué ya no puedo seguir manteniéndote por qué he quedado completamente en la ruina - comentó Artemis.
-¡Dios mío! Tío Artemis, no sabía lo qué estaba pasando, yo me siento tan impotente postrada en está cama y condenada a estar en esa silla de rueda sín poder hacer nada, sín poder ayudarte - dijo Serena cabizbaja.
Artemis frunció el ceño y se acercó a Serena tomándola de las manos, y con una mirada de malicia a punto de decirle algo qué cambiaría el destino de la ingenua Serena.
-Púes fijate qué sí puedes hacer algo por mí, después de todo yo he velado por tí en todo este tiempo, y te he dado todo cuánto he podido para no dejarte sola, después de la muerte de mí hermano y mí cuñada, ahora ha llegado el momento en qué tú me retribuyas todo mí sacrificio y esfuerzo - dijo Artemis.
Artemis la miró temblorosa e intrigada, pues Serena no se podía imaginar qué podía hacer por su tío postrada en una silla de ruedas, sín ni siquiera poder salir a la calle a trabajar.
-Pero no comprendo ¿Qué es eso qué puedo hacer por tí? Sabés perfectamente qué no puedo caminar y qué llevó cinco años encerrada en las cuatro paredes de está casa, no se hacer nada y no conozco a nadie, mí única compañía ha sido Luna, tu amas de llaves qué se ha esmerado en cuidarme desde qué llegue a está casa - explicó Serena.
-Pues te lo voy a explicar, estoy endeudado hosta el cuello, está casa está hipotecada y debo mucho dinero a mí socio Darien Chiba, en vista de eso me ha amenazado con quitarme está casa qué es lo único qué tenemos, y para el colmo de males puede llevarme a la cárcel sí no le pago todo lo qué le debo, dinero qué he gastado en tí durante todos estos años por qué te recuerdo querida sobrina qué tus padres no dejaron ni un sólo quinto - Serena puso una expresión de asombro y se llevó las manos a la boca.
-¡Dios mío! No puede ser, no podemos perder está casa, no tenemos dónde ir pero no entiendo ¿Qué puedo hacer yo por tí estando en estás condiciones? - preguntó Serena.
-Puedes hacer mucho querida sobrina, la única forma de poder salir de está miseria, y de qué no quedemos en la calle, es qué te cases con Darien Chiba - dijo Artemis.
Serena palideció en cuestión de segundos su rostro había alcanzado el color de las sábanas blancas qué la arropaba, y las cuáles apretaba fuertemente entre sus manos temblorosas.
-¡No tío! Yo no puedo casarme con ese señor qué no conozco, eso es una locura, además estoy paralítica ¿Quién me va a querer así? Es una idea descabellada, jamás he tenido contacto con ningún hombre - replicó Serena.
-No empieces con tus lloradera qué me tienes hasta la coronilla, no estás en condiciones de elegir, ya es una decisión tomada ¿O prefieres quedarte en la calle sola y paralítica pidiendo limosna? - reprochó Artemis.
-Pero tío por fa.. Artemis no dejó qué Serena terminará de hablar y enseguida me gritó..
-¡Cállate! No pienso escucharte más, además me voy a dormir por qué mañana a primera hora debés estar lista, para qué conozca a mí socio qué viene muy temprano a conocer a su futura esposa - recriminó Artemis.
Artemis salió de la habitación cerrando la puerta de un fuerte portazo, dejando a Serena inconsolable llorando desesperada e importante sín saber qué hacer, jamás se imaginó recibir una noticia tan impactante cómo esa y mucho menos en las menos en las condiciones en la qué Serena se encontraba.
-¡Dios mío! ¿Y ahora qué voy hacer? Yo no quiero casarme con nadie, jamás he estado con ningún hombre, hubiera preferido haber muerto en ese accidente con mís padres ¿Por qué Dios mío no me llevaste también? - Serena lloraba amargamente.
.....
Artemis ya tenía todo fríamente calculado desde varias semanas atrás con su socio Darien Chiba, ya qué ambos tenían intereses mutuos para llevar a cabo esa boda, sín embargo no había encontrado el momento para contarle sus planes a Serena, así qué aprovechó ese instante en el qué Serena estaba más vulnerable qué nunca para darle la estocada final, además el tiempo estaba en su contra y no podía darle más largas o terminaría en la calle junto con su sobrina, ya qué la hipoteca de la casa estaba a punto de vencerse, Darien Chiba era un hombre de 30 años, soltero único hijo y futuro heredero de toda la fortuna de sus padres, sín embargo para poder llegar a heredar todo el imperio de la familia Chiba, su padre el cuál tenía una enfermedad incurable, le había exigido cómo condición casarse y darle un heredero antes de qué él muriera o de lo contrario lo sacaría de la herencia.
Su padre sabía qué Darien era un soltero empedernido mujeriego, acostumbrado a derrochar el dinero a manos llenas, y por esa razón no quería dejarle toda la fortuna de la familia sín qué antes tuviera una responsabilidad de tener su propio hogar, y así esa forma asegurarse de qué no despilfarrara toda su fortuna, sabía qué al darle un nieto habría otro heredero y cómo tal Darien debía velar por el futuro de su hijo, es por esa razón qué Darien sabiendo qué Artemis, su socio tenía una sobrina jóven y soltera, lo amenazó con dejarlo en la calle sí no hacía qué su sobrina se casara con él, no le importaba cómo era físicamente aquella jóven, solo quería darle gusto a su padre de casarse y tener un hijo para qué lo metiera en su momento.
Lo qué no sabía Darien era qué la sobrina de Artemis era paralítica, ya qué Artemis no quiso decirle nada para qué no cambiará de opinión, por qué al fin y al cabo Artemis no le importaba el futuro de su sobrina, Artemis sólo quería mantener la vida de lujos qué había tenido gracias al dinero qué había dejado su hermano y qué Artemis derrochó a manos llenas, ya qué para el momento del accidente Serena era menor de edad y Artemis era su tutor hasta qué cumpliera la mayoría de edad, Serena ya tenía 20 años pero en vista de su parálisis a consecuencia del accidente, Serena se había mantenido cerrada sín salir de esa enorme casa.
Bajo a su fuerte depresión no sólo por haber perdido a sus padres sí no la impotencia de no poder caminar, y sentirse una mujer incompleta y llena de muchos complejos, después del accidente Artemis asignó a su ama de llave Luna para qué cuidara de Serena, naciendo entre ellas un vínculo de afecto muy grande, para Serena aquella mujer se había convertido en su paño de lágrimas y de alguna manera había sustituido el vacío qué había dejado su madre, Luna escuchó qué Serena estaba llorando inconscientemente, entró a la habitación preocupada, ya qué sabía de las pesadillas constante qué tenía Serena desde qué había llegado a esa casa...
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CASADA CON MÍ ENEMIGO
RandomSerena es una jóven de 20 años la cuál qué quedó paralítica a consecuencia de un accidente automovilístico en dónde también perdió la vida de sus padres, dejándola huérfana cuándo apenas tenía 15 años de edad, quedó a cargo de su tío Artemis, un hom...