-Sí quieres quedarte a vivir en está casa, será bajo mís condiciones y no será de a gratis, vas a trabajar para mí y con tu trabajo me vas a pagar cada centavo qué me quitaste de mí herencia, sólo recibirás las tes comidas diarias y no tendrás otro beneficio ¡Lo tomas o lo dejas! - comunicó Serena.
-¿Pero cómo? ¿Trabajar sín cobrar nada? ¿Y de qué? Sabés qué soy un hombre enfermo, qué en mí condición no puedo hacer mayores esfuerzo - dijo Artemis.
Rei qué sólo se mantenía observando no aguantaba las ganas de reír al ver la cara de Artemis, sín embargo se mantuvo a distancia sín emitir ninguna opinión, ya qué era una mujer muy respetuosa y discreta, sabía guardar su lugar, Serena continuó.
-Te voy a exponer de está forma, de no aceptar mí propuesta, voy a mandar a abrir una investigación oficial para saber qué hiciste con mí herencia, y cuándo se descubra qué efectivamente te robaste todo lo qué me dejaron mís padres, entonces tendrás qué pasar una buena temporada en la cárcel, tú eliges, trabajas para mí o pasas el resto de tu vejez en la cárcel - informó Serena.
Artemis estaba entre la espada y la pared, no le quedaba otra alternativa qué aceptar, era capaz de hacer cualquier cosa con tal de no ir a la cárcel, además no tenía de dónde elegir, había quedado prácticamente en la calle, la casa estaba a punto de perderla y no tenía a nadie más a quién acudir.
-Está bien sobrina, no es necesario qué hagas nada, yo acepto el trabajo, me imagino qué ahora qué eres dueña de todas las empresas de los Chiba, me darás un puesto importante en algunas de ella, es decir algo qué sea de mí categoría - dijo Artemis.
-Te equivocas gravemente, ya veo qué a pesar de verte descubierto y admitir qué efectivamente eres un ladrón, mantiene tus ambiciones por todo lo alto, pues yo me encargaré de qué te caigas de la nube en dónde estás, el puesto qué te daré es mí chófer, necesito a alguien qué maneje el auto, por qué por obvias razones no puedo hacerlo yo por ahora ¿Te quedó claro? - preguntó Serena.
Artemis se había puesto rojo del coraje, se sentía humillado y sín tener salida alguna, así qué pensó, "No me queda otra alternativa qué aceptar, pero no cantes victoria querida sobrina, por qué mientras esté aquí voy a mover muy bien mís piezas para disfrutar de todo esto".
-Te has quedado muy pensativo y no tengo todo el día para qué decidas ¿Aceptas o no el puesto de chófer? - preguntó Serena.
-Sí, claro qué sí sobrina, acepto - Artemis le dijo mientras apretaba los dientes.
-Muy bien, a partir de ahora ya no soy tu sobrina, me llamaras señora Chiba y ocuparás una de las habitaciones de la servidumbre, ahora ve a la cocina para qué Lita te dé algo de comer y pídele un uniforme, comenzarás a partir de ahora - ordenó Serena.
Artemis estaba impresionado con el cambio de Serena, no era la misma jóven ingenua y dulce qué Artemis conocía, sín embargo para Artemis lo importante era estar cerca de Serena, ya qué de esa forma podía encontrar la manera de sacar provecho de la fortuna qué había heredado.
.....
Dos Horas Después :
Serena se encontraba en la enorme sala de estar tomando un té, tratando de poner en orden todas sus ideas, había sido un día lleno de muchas situaciones inesperadas, su venganza la había comenzado con Artemis, a pesar de estarle dando su merecido no se sentía cómoda teniendo bajo su mismo techo, pero al mismo no se atrevía tampoco a tomar la decisión de mandarlo a la cárcel, ahora debía pensar en lo qué iba a hacer a continuación con su vida qué era buscar su recuperación, en ese momento se fija qué Neherenia iba muy bien vestida, al parecer iba densalida pero antes de qué Neherenia pudiera un pie fuera de la casa Serena la llamó.
-¡Un momento! ¿A dónde vas con tanta prisa? Usted y yo tenemos una conversación pendiente - dijo Serena.
-Así es, es una conversación qué va a cambiar la forma cómo me miras ahora - comentó Neherenia.
Serena la miró detalladamente, ya qué se había dado cuenta de qué Necesitaba llevaba puesto su medallón, lo qué hizo qué Serena se alterars de manera inmediata.
-Pero ¿Puedo saber por qué llevas puesto mí medallón? Eso me pertenece, es el único qué me dejaron mís padres - exigió Serena.
-Pues fíjate qué justamente de ese medallón qué tenemos de qué hablar - dijo Neherenia.
-Lo único qué quiero es qué se largue de aquí, y ese es mí único interés en hablar con usted, dentro de poco me voy a divorciar de Darien para cumplir con la voluntad del señor Endymion, así qué no me une ningún vínculo a usted, aún qué en realidad jamás la vi cómo una suegra - exclamó Serena.
-Te equivocas Serena zno puedes echarme de está casa ni de tu lado, es más, claro qué sí existe un vínculo qué nos une - dijo Neherenia.
Serena puso una expresión qué denotaba qué no entendía a qué se refería Neherenia, pensó qué sólo quería confundirla para darle largas a su estancia en la mansión.
-Usted no me va a enredar con sus manipulaciones, sabés qué tiene qué irse de aquí cuánto antes, no la quiero en mí casa, así qué devuélvamelo mí medallón, y lárguese de aquí de una vez por todas - exigió Serena y Neherenia se acercó a Serena mirándolo a los ojos dijo.
-¿Serás capaz de echar a tu propia madre? - Serena abrió los ojos sorprendida, no podía creer lo qué estaba escuchando.
-¿Qué está diciendo? - preguntó Serena.
-Lo qué escuchaste Serena, yo soy tu verdadera madre - repitió Neherenia.
-Pero ¿Hasta dónde es capaz de llegar por seguir viviendo en está casa, y mantener la vida de lujo qué el señor Chiba le daba? Definitivamente su ambición la tiene demente cómo para atreverse a inventar algo así tan descabellado, y más sabiendo qué aún soy la esposa de su hijo - Serena estaba desconcertada.
-Pues lamentó decirte qué no es una historia descabellada qué me estoy inventando, es la verdad y la descubrí cuándo te vi este medallón puesto ¿Recuerdas cuándo me desmayé y te pregunté quién te había dado el medallón? - dijo Neherenia.
Serena comenzaba a ponerse pálida, por qué efectivamente Neherenia se había desmayado aquél día en el qué también estaba presente Darien, comenzó a invadir el pánico por qué de ser cierto lo qué le estaba diciendo, entonces quiere decir qué Darien y Serena eran hermanos...
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CASADA CON MÍ ENEMIGO
RandomSerena es una jóven de 20 años la cuál qué quedó paralítica a consecuencia de un accidente automovilístico en dónde también perdió la vida de sus padres, dejándola huérfana cuándo apenas tenía 15 años de edad, quedó a cargo de su tío Artemis, un hom...