Capitulo 2 Una Noticia Desgarradora

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Luna escuchó el llanto de Serena desde el pasillo e inmediatamente abrió la puerta de la habitación, y entró imaginando qué tal vez se había lastimado.

-Señorita Serena ¿Qué le pasa? ¿Por qué está así tan alterada? ¿Acaso se lastimó? - preguntó Luna.

Serena la abrazó con fuerza mientras las lágrimas corrían por sus mejillas, era un llanto lleno de dolor qué preocupó mucho a Luna.

-Por favor señorita Serena, dígame qué le pasa, me tiene asustada ¿Acaso tiene algún dolor? - preguntó Luna asustada.

-¡Ay Luna! No sabe lo qué pasó, es algo horrible y me quiero morir - dijo Serena llorando.

-¡Ay no diga eso señorita Serena! Por favor, usted es una jóven muy bonita y tiene mucha vida por delante para qué diga esas cosas tan feas - la consoló Luna.

-Y de qué me vale ser jóven y bonita, sí estoy condenada a no caminar jamás, y ahora tenía qué llegar está desgracia a mí vida para completar mís males - Luna no comprendía a qué tragedia se refería y enseguida le preguntó angustiada mientras secaba las lágrimas de su rostro.

-¿Pero señorita Serena, no comprendo lo qué está diciendo ¿A qué tragedia se refiere? - preguntó Luna.

-Luna, mí tío Artemis me dió en matrimonio a un hombre qué ni conozco - contestó Serena.

Luna pudo una expresión de asombro, no podía creer lo qué Serena le estaba diciendo, por un momento llegó a pensar qué se trataba de sus otras pesadillas, y qué por esa razón estaba diciendo semejante barbaridad.

-Señorita Serena por favor trate de calmarse, de seguro tuvo una de esas pesadillas, y por eso está así tan nerviosa sín coordinar lo qué dice - expresó Luna.

-¡No Luna! ¡Claro qué no! Ojalá fuera todo esto una pesadilla pero lamentablemente no es así, lo qué te estoy diciendo es la verdad, mí tío Artemis quiere qué me case con su socio, un tal Darien Chiba - dijo Serena alterada.

-¿Pero de dónde le salió esa locura? ¿Cómo la va a obligar a casarse con un hombre qué no conoce? Adelante, usted jamás ha tenido ni siquiera un novio ¿Acaso se volvió loco el señor Artemis? - exclamó Luna.

-No está loco, lo qué pasa es qué está desesperado, por qué ha quedado en la ruina y para el colmo de males, está casa está hipotecada y está a punto de perdela - explicó Serena.

-Pero... Pero ¿Y usted qué tiene qué ver con todo eso para qué la obligue a casarse con ese hombre? - preguntó Luna.

-Lo qué pasa es qué justamente es ese señor a quién le debe mucho dinero, y por eso quiere qué me case con él, para qué el tal Darien le salde toda la deuda y así no perder está casa - Luna se llevó las manos a la cabeza y caminaba por la enorme habitación, sín dar crédito a la maldad de su patrón.

-No señorita Serena, no podemos permitir qué algo así tan cruel locura, tenemos qué buscar una solución a todo esto, yo no puedo permitir qué su tío le haga esa maldad - dijo Luna.

-Ya es muy tarde para hacer algo, ese hombre viene mañana a primera hora a conocerme - Luna al escuchar eso enseguida persignó mientras decía.

-Jesús, María y José, no puede ser - dijo Luna.

De pronto se abrió la puerta de la habitación de forma violenta, y ambas mujeres se asustaron al vee nuevamente la presencia de Artemis, el cuál tenía una expresión de molestia.

-¿Pero acaso no se va a dormir en está casa? ¿Se puede saber qué haces aquí Luna? - preguntó Artemis.

Serena y Luna se encontraban temblorosas, ambas se quedaron con los ojos abiertos y con la mirada fija en Artemis, sín embargo Luna ie dijo mientras tartamudeaba producto de los nervios.

-Señor... Señor... Ar... Artemis, dispense usted, lo qué pasa es qué vine a ver sí la señorita Serena necesitaba algo - dijo Luna nerviosa.

-¡Ya basta! Mí sobrina lo único qué necesita es descansar, son las dos de la madrugada y debe dormir, por qué a primera hora de la mañana debe estar lista para recibir a su prometido, así qué vete a tu habitación Luna y tú Serena ya duérmete, mira qué mañana nos espera un largo día - ordenó Artemis.

Sín decir una sola palabra más Artemis salió de la habitación, dando un portazo aún más fuerte qué el anterior, mientras qué Luna miraba a Serena cómo lloraba en silencio desconsoladamente.

-Tranquila señorita Serena, trate de descansar un poco, mañana será otro día, recuerda qué Dios no nos da batalla qué no podamos vencer - le consoló Luna.

Serena se quedó en silencio mientras le seguían corriendo lágrimas por su rostro, por su parte Luna salió de la habitación antes de qué Artemis regresara y la encontrara todavía allí, Luna tenía mucho temor por qué tenía un carácter muy violento, sólo quedaba esperar a mañana para saber qué iba a pasar con la visita de Darien Chiba.

.....

Era las seis de la mañana, Artemis se encontraba sentado a la mesa del comedor desayunando, estaba muy ansioso y a cada momento miraba el reloj mientras qué Luna le servía una taza de café.

-¿Se puede saber por qué Serena no está aquí desayunando? - Artemis preguntó molesto tomando un sorbo de café.

-Señor Artemis, lo qué pasa es qué la señorita Serena pasó muy mala noche, la pobrecita no ha dormido casi nada - dijo Luna.

-¡Por favor! Serena jamás ha pasado una buena noche, desde qué tuvo ese accidente no ha parado de tener pesadillas, así qué no veo cuál es la diferencia, anda a su habitación inmediatamente, haz qué se arregle y qué venga a desayunar, dentro de una hora estará aquí Darien Chiba - ordenó Artemis.

Luna se mordió los labios llena de importancia al escuchar la orden de Artemis, no podía creer cuanta maldad y egoísmo había en él, es qué Luna no se atrevía a llevarle la contraria por qué, eso podía provocar qué la echara de la y Luna no podía dejar sola a Serena, en el fondo había aguantado trabajar para Artemis todos estos años sólo por cuidar de Serena, a quién quería cómo a una hija...

CASADA CON MÍ ENEMIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora