Capitulo 31 Una Decisión Extrema

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Había llegado la noche, ya Serena había sido dada de alta, de regreso a casa ni Serena ni Rei mencionaron de lo qué había pasado, Artemis quién fué el encargado de llevarlas de regreso a la mansión estaba un poco pensativo, ya qué sospechaba qué algo estaba pasando, cómo Seiya había quedado preocupado por el estado preocupado por el estado de salud de Serena, al terminal su consulta decidió ir a verla a la mansión.

-Señora Serena tiene una visita - Serena palideció, ya qué se había imaginado qué podría ser Darien, a lo qué enseguida respondió.

-Sí es Darien, dile qué se vaya, Darien es el último qué quiero ver en esté momento - ordenó Serena.

-No señora Serena, no se trata del señor Darien, es el señor Ávila - contestó sirvienta.

-¿El doctor Ávila está aquí? Por favor dile qué enseguida estoy con él - dijo Serena.

Serena enseguida pidió ayuda a Rei para qué la ayudará a cambiarse, y luego Rei la llevó a la sala y la dejó a solas con Seiya, sabía qué Serena tenía qué decirle algo muy importante.

-¿Cómo estás Serena? ¿Cómo te sientes? - Seiya le dijo mientras se acercaba a Serena dándale un beso en la mejilla.

-Ya me siento un poco más tranquila - contestó Serena.

-Disculpa qué haya venido sín avisar, pero es qué me quedé muy preocupado - comentó Seiya.

-No tienes de qué preocuparte, al contrario qué bueno qué hayas venido por qué tengo qué decirte algo, qué para mí es muy importante - dijo Serena y Seiya la observó con preocupación.

-Estoy a tus órdenes para lo qué necesites, dime ¿Qué es eso tan importante qué tienes qué decirme? - preguntó Seiya.

Serena miró a su alrededor percatándose de qué nadie la estuviera escuchando, luego Seiya se sentó muy cerca de Serena.

-Doctor Seiya, se qué usted es hermano de Saori, la prometida de Darien - dijo Serena.

Seiya sintió un poco incómodo, ya qué desde el día qué su hermana había ido a su consultorio a contarle todo, Seiya no había querido tocar ese tema con Serena.

-Sí, efectivamente así es, pero quiero qué sepas qué eso no tiene nada qué ver, con la relación médico y paciente qué existe entre nosotros - respondió Seiya.

-Se tiendo, sín embargo quería pedirle, mejor dicho suplicarle qué no le comente absolutamente nada sobre mí embarazo, no quiero qué por ninguna razón Darien se entere qué estoy esperando un hijo suyo - suplicó Serena.

Seiya puso una expresión de asombro, ya qué no entendía por qué Serena quería ocultarse algo tan sagrado a Darien, al fin y al cabo también es su hijo y además todavía están casados.

-Serena por favor, no tienes ni qué decírmelo, soy un perfesional y mí ética cómo médico no me permite divulgar de mís pacientes, pero sín embargo con todo respeto siento qué es una decisión un poco drástica - comentó Seiya.

-Sí lo es, pero es qué no puedo permitir qué Darien se entere de este embarazo, y por eso he decidido irme mañana mismo lejos de aquí hasta qué mí hijo nazca - dijo Serena.

-¿Qué? ¿Irte lejos? No Serena, no lo hagas, es qué yo... Bueno la verdad es qué no me gustaría qué te fueras lejos, es más yo puedo ayudarte sí quieres - Seiya le comentó.

-Ni usted ni nadie pueden ayudarme, este embarazo para mí lejos de traerme una alegría, se ha convertido en mí peor desgracia - dijo Serena.

Seiya seguía sín entender a qué se refería Serena, entonces decidió preguntarle directamente cuál es la razón qué la tiene tan desvastada, se acercó aún más a Serena y le tomó sus manos, luego me dijo mirándola a esos ojos qué lo atraían tanto.

-Te aseguro qué puedes confiar completamente en mí, por favor dime qué es eso qué te tiene tan trastornada - dijo Seiya y Serena lo miraba llorando.

-Hace unos días me enteré qué la señora Neherenia es mí verdadera madre - confesó Serena.

-¿Cómo? ¿Pero de dónde sacaste esa locura? - preguntó Seiya.

Serena comenzó a contarle cada detalle de todo lo qué había pasado desde el principio, de cómo llegó a casarse con Darien, hasta el día qué Neherenia le había confesado qué ella era su madre, Seiya no salía de su asombro y no podía creerlo, qué algo así tan poco creíble estuviera pasando, y menos aún cuándo Seiya conocía a Darien y había sido los mejores amigos, hasta qué Saori hizo qué su amistad se terminará, Seiya se acercó a Serena.

-Estoy en shock con todo lo qué me estás contando, conozco a Darien y a su familia desde hace muchos años, pero jamás me imaginé qué algo así estuviera pasando, pero no te voy a dejar sola en esto, y te propongo qué hagamos algo qué pueda evitar qué Darien se sepa la verdad sobre su hijo - dijo Seiya.

-¿Pero de qué forma usted me puede ayudar? - preguntó Serena.

-Casándote conmigo - respondió Seiya.

-¿Qué? ¿Casándonos? Pero eso es descabellado, ni siquiera me ha salido el divorcio - cuestionó Serena.

-Pues, habla con tu abogado y pídele qué te divorcie de Darien lo ante posible, cuándo eso suceda inmediatamente nos casamos y yo le daré mí apellido a ese niño, de está forma evitarás qué Darien intente acercarse a tu hijo, y no pasará por el escándalo qué esto pueda traer sí alguien se entera qué esperas un hijo de tu propio hermano - comentó Seiya.

Serena se quedó pensativa, por qué no había analizado bien el escándalo y burla qué esto podría traer a su vida, sí alguien llegará a saber qué estaba embarazada de su propio hermano, su desesperación por evitar ese trago amargo, no solamente para Serena sí no también pensando en función de su hijo, la hicieron tomar una decisión radical en esté momento.

-Está bien, acepto casarme con usted doctor Seiya - respondió Serena.

Seiya enseguida sonrió, estaba feliz de haber podido lograr convencerla, ya qué estaba enamorado de Serena, y por supuesto qué de alguna forma estaba aprovechando la situación, para poder conquistarla y desquitarse de Darien quitándosela.

-Pero ya no puedes decirme doctor Seiya - dijo Seiya bromeando...

CASADA CON MÍ ENEMIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora