-Serena, por favor cariño no tienes qué hacer esto, podemos hablar en privado y así yo puedo explicarte qué fué lo qué pasó realmente, pero no puedes mandar a la cárcel al padre de tu hijo - suplicó Seiya.
-No me hagas reír Seiya, el padre de mí hijo está debatiendo entre la vida y la muerte, así qué no uses a mí hijo para salvarte de tus errores - dijo Serena.
-Pero yo soy el padre legalmente ¿O se te olvida qué lo adopté cuándo te sacaste conmigo? - preguntó Seiya.
-¿Y eso te da el derecho a maltratarme? - gritó Serena, Kunzite ya había escuchado lo suficiente para tomar una decisión en ese momento.
-¡Bueno, ya basta señores! Yo vine a hablar con Serena de algo muy importante, pero creó qué no me voy con más manos vacías, señor Seiya lamentó decirle qué queda detenido por la agresión qué acaba de denunciar Serena, tiene derecho a un abogado y todo lo qué qué diga puede ser tomado en su contra, así qué es mejor qué colabore y pongas las manos en su espalda - dijo Kunzite.
-¡Pero por Dios Kunzite! Me conoces desde qué éramos éramos unos niños, no puedes hacerme esto, por favor te lo pido soy un médico respetable - suplicó Seiya.
-Lo siento Seiya, estoy haciendo mí trabajo y es mí deber aplicar la ley a quién la infringe, además mí amigo siempre ha sido Darien por tú jamás me simpatizaste - Kunzite le decía mientras le colocaba las esposas.
Por su parte Neherenia en un ataque de desesperación al ver qué se llevaron a Seiya detenido y qué qué Neherenia estaba sín ropa sólo con la sábana qué la cubría, tomó un jaron de cristal qué estaba sobre una de las mesas y se lo lanzó a Serena mientras gritaba.
-Todo esto es tu culpa, es qué no he debido dejarte nacer desgraciada - gritaba Neherenia con ira.
Serena esquivó a tiempo el jarrón y este se estrelló contra el piso rompiéndose en mil pedazos, lo qué ocasionó la furia de Kunzite qué enseguida exclamó.
-Señora Neherenia, usted también va detenida por intentar agredir a Serena, voy a pedir esfuerzo pero ustedes dos van directo tras las rejas, por qué van a ser investigados - informó Kunzite.
-¡No! Tú no me puedes llevar presa, yo soy la viuda de Endymion Chiba, soy una dama de la alta sociedad - gritó Neherenia.
-¡Ya cállese señora! Y ponga sus malos en la espalda para colocarles las esposas, les voy a llevar a ambos a dar un paseo por la comisaría a ver sí allá se les quita lo violento - Kunzite comentó con ironía.
-No me puedes detener así cómo una sábana encima, esto es un atropello y conozco mís derechos, Zafiro siempre fuiste el abogado de mí marido y tienes qué algo para ayudarme - dijo Neherenia.
-Lo siento señora Neherenia, pero ahora soy el abogado de la señora Serena y pienso declarar cómo testigo a su favor, dejando claro qué estuve presente cuándo intentó agredirla - declaró Zafiro.
-Eres un lame pisos, un vendido, y pensar las veces qué te dejé comer en mí mesa ¡Hipócrita! - gritó Neherenia, Serena saturada con todo lo qué estaba pasando enseguida le pidió a Kunzite.
-Por favor llevártelos, no quiero qué estén ni un minuto más en está casa - ordenó Serena.
-No se preocupe Serena, no lo vas a ver en un buen tiempo, pero debés ir más tarde a la comisaría a poner la denuncia, por qué de lo contrario no los podré dejar allí mucho tiempo, además tengo algo muy importante qué hablar contigo y no debe pasar de hoy - dijo Kunzite.
-Está bien Kunzite, pasaré antes de ir a la clínica, necesito cambiarme y tomarme un momento para tranquilizarme - contestó Serena y Zafiro enseguida intervino.
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CASADA CON MÍ ENEMIGO
AléatoireSerena es una jóven de 20 años la cuál qué quedó paralítica a consecuencia de un accidente automovilístico en dónde también perdió la vida de sus padres, dejándola huérfana cuándo apenas tenía 15 años de edad, quedó a cargo de su tío Artemis, un hom...