Capitulo 10 El Secuestro

85 10 0
                                    

Darien llevó a Serena a la sala y Serena se quedó impactada cuándo vió de quién se trataba.

-¡Luna! Mí fiel Luna, pero ¿Qué sorpresa? ¿Qué haces aquí? - Serena preguntó.

-Señorita Serena qué alegría verla, me tenía muy preocupada y además vine a decirle algo urgente - dijo Luna.

-Pero no entiendo ¿Te trajo el tío Artemis? - preguntó Serena.

-No señorita, justamente de el señor Artemis quiero hablarle - la cara de Luna tenía una expresión de preocupación, enseguida Serena llegó a pensar qué se trataba del estado de salud de su tío.

-¿Pero qué pasa? ¿Le pasó algo a mí tío Artemis? Por favor no te quedes callada y dime - exigió Serena.

Darien por su parte estaba muy intrigado por saber qué estaba pasando, aún qué tratándose de Artemis, Darien sabía qué cualquier cosa podía suceder.

-¡Ay señorita Serena! Lo qué sucede es qué el señor Artemis no ha regresado a casa desde su boda, pero además de eso llamó un hombre diciendo qué tenía qué pagarle todo lo qué el señor Artemis le debía, o de lo contrario no lo iban a regresar con vida - dijo Luna.

-¡Dios mío! Pero eso no puede ser, entonces esa persona qué llamó tiene al tío Artemis - preguntó Serena.

Darien se quedó pensativo, le extrañaba todo lo qué estaba pasando, conocía muy buen a Artemis y sabía de todas las artimaña de las qué era capaz de hacer, con tal de sacar provecho de cualquier situación, y esa no era la excepción.

-Darien por favor haz algo, ese hombre tiene secuestrado a mí tío Artemis - suplicó Serena.

-Cálmate Serena, esto lo vamos a resolver, voy a llamada inmediatamente a la policía - respondió Darien, Luna enseguida dijo alterada.

-¡No lo hagas! El hombre qué llamó me dijo qué no llamara a la policía, y qué solamente me comunicará con la señorita Serena - dijo Luna nerviosa.

Para Darien fué una razón más para sospechar qué tal vez Artemis estaba detrás de su propio secuestro, sín embargo no podía asegurarlo, ya qué también era cierto qué debía mucho dinero gracias a las apuestas de juegos qué hacía, cabía la posibilidad de qué esa persona qué lo tenía secuestrado, se había enterado de qué su sobrina se había casado con un millonario.

-Bueno, vamos a calmarnos todos, entonces lo qué debemos hacer es ir a su casa para esperar qué este hombre llame de nuevo, y así saber qué es lo qué quiere a cambio de qué entreguen a Artemis - sugirió Darien y Luna enseguida exclamó.

-¡No es necesario! El hombre qué llamó me dijo claramente qué debía buscar a la señorita Serena, y qué él se comunicaría a está casa asegurándose de qué yo hiciera lo qué estaba pidiendo, y sobre todo qué no llame a la policía o de lo contrario el señor Artemis no saldrá vivo - explicó Luna.

Darien frunció el ceño, estaba realmente muy preocupado, ya qué no sabía qué hacer, además no quería qué sus padres se enteraran de lo qué estaba pasando, eso sería el fin de su futura herencia.

-Muy bien, vamos a pensar las cosas fríamente, Luna usted se va a quedar aquí con nosotros, esperaremos a qué ese hombre se comunique nuevamente para saber qué es lo qué quiere, por lo pronto ya veré cómo le digo a mí madre lo qué está pasando, sín qué se entere de la verdad de nuestro matrimonio ¿Estamos de acuerdo? - dijo Darien.

-A tí lo único qué te importa es este mugroso matrimonio ¿No te das cuenta de qué todo lo qué está pasando es precisamente por haberme casado contigo en contra de mí voluntad? - dijo Serena exaltada.

-¡Cállate Serena! Por favor baja la voz, mís padres no pueden enterarse de qué me case contigo para recibir mí herencia, por qué sí eso llegará a pasar no recibiré un sólo centavo, y sín dinero no puedo ayudar a tu adorado tío - dijo Darien con ironía.

Serena sentía qué cada vez entre la espada y la pared, no tenía ninguna opción qué quedarse en casa y seguir fingiendo qué tenían un matrimonio feliz a pesar de las circunstancias qué la rodeaban, Serena estaba consciente de qué Artemis no había sido un buen tío, pero en el fondo lo quería y más aún por qué le recordaba a su difundo padre.

.....

Cuatros Horas Después :

-Pero esto es inadmisible ¿Cómo me pides qué le dé algo de mí ropa a esa paralítica? Primero la traes a vivir a está casa y ahora tengo qué darle mí ropa ¿Qué más sigue Darien? - Neherenia gritó.

-Madre por favor trata de calmarte, ya te explique lo qué está pasando con el tío de Serena, ella no puede regresar a su casa y no dió tiempo de qué Serena pudiera traer sus cosas, sólo te estoy pidiendo algo de ropa de la qué no te pones, al menos hasta qué esto se resuelva - dijo Darien.

-Tú no puedes estar casado con esa jóven, debés separarte de ella inmediatamente - exclamó Neherenia.

-¿Pero por qué madre? Por qué no puede caminar, eso es lo qué te molesta ¿No es verdad? - preguntó Darien.

A Neherenia le temblaban las manos, Neherenia podía decirle sus sospechas y menos aún sín estar segura de qué Serena fuera su hija, pero de pronto pensó qué darle la ropa a la jóven era una buena oportunidad para acercarse a Serena, y así poder ver el medallón y comprobar sí se trataba del mismo medallón qué Neherenia había puesto a aquella bebé qué abandonó en aquél orfanato.

-Está bien, ya no quiero seguir con está discusión, voy a sacarle algo de ropa y se la llevaré a la habitación - dijo Neherenia y Darien respiró aliviado.

-Gracias madre, pero no tiene qué llevarla tú, dame la ropa y yo me encargaré de hacerlo - sugirió Darien.

-¡No! Yo lo haré, además esto es cosa de mujeres, así me aseguraré de llevarle algo qué pueda quedarle - dijo Neherenia.

-Está bien madre cómo quieras, mientras tanto tengo qué hacer unas llamadas, cualquier cosa estaré en el estudio - antes de qué Darien saliera de la habitación de su madre, Neherenia le dijo.

-¡Espera! Y esa sirvienta la tal Luna ¿Se va a quedar a vivir en está casa? - preguntó Neherenia.

-Sí madre, Luna le sirve de apoyo a Serena, por lo menos hasta qué se resuelva lo de su tío - respondió Darien.

-Pues bien, entonces sí va a estar en está casa haz qué se ponga un uniforme de sirvienta, no quiero verla deambulando con esos trapos viejos qué lleva puesto - exclamó Neherenia.

-¡Pero Madre! - protesto Darien.

-Es mí condición para qué se pueda a quedarse aquí, ya qué tu padre no está bien de salud para estar al frente de todo en su lugar mando yo, recuerda qué aún no ha recibido la herencia por lo tanto, hasta qué eso no ocurra sigo siendo yo la qué lleve todo el control de está casa - dijo Neherenia.

-Pero ya me casé cómo lo quería papá, así qué ya debería recibir mí herencia - cuestionó Darien.

-Sabés perfectamente qué para recibir tu herencia debés esperar a qué tu padre se vaya de este mundo, y además no es suficiente con haberte casado, recuerda qué debés dar un heredero a está familia o de lo contrario recibirás nada, pero dudo mucho qué con esa paralítica puedas tener un hijo - Neherenia se burló.

Darien apretó los puños, sabía qué esa era una de las cláusulas qué su padre había puesto en el testamento, pero creyó qué tal vez podía evitar qué eso pasara, pero se estaba dando cuenta de qué su madre iba a interferir hasta qué se cumpla la voluntad de su padre, aún qué al mismo tiempo Neherenia no quería a Serena cómo su esposa, y sabía qué podía hacerle la vida imposible para qué se separara de Serena.

.....

Neherenia entró a la habitación qué compartía Serena con Darien, iba dispuesta a saber sí Serena era su hija o no, y la única forma de hacerlo era poder tener cerca ese medallón...

CASADA CON MÍ ENEMIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora