Capitulo 15 La Primera Noche Juntos

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Había llegado la noche y el equipo de detective Kunzite qué estaba al frente de la investigación, se encontraba alguna llamada en la qué pudieran rastrear la ubicación de los secuestradores de Artemis, Saori por petición de Neherenia aún se encontraba en la mansión, aún qué ya la había puesto al corriente con lo del matrimonio de Darien.

Neherenia no le mencionó lo del vínculo qué la unía a Serena, ya qué no confiaba tanto en Saori cómo para contarle ese secreto qué podía dejarla en la calle, y despojarla de la fortuna qué heredaría de su hijo, los planes qué tenía con Saori eran otros, Serena por su parte se había retirado de la sala, no soportaba la presencia de Saori y su suegra, Serena se encontraba tomando un baño en la tina, pero ya tenía mucho tiempo esperando a qué Luna fuera a ayudarla a salir.

-¡Dios mío! Perdón no sabía qué estabas tomando un baño - dijo Darien muy apenado.

Ya qué había entrado al baño sín imaginarse qué Serena se encontraba allí, Serena cómo pudo se tapó sus pechos con ambas manos, mientras decía.

-Pero has podido tocar la puerta antes de entrar - gruñó Serena.

-Ya te dije qué no sabía qué estabas aquí, pensé qué estarías en cualquier otra parte de la casa con Luna - respondió Darien.

-Pues ya ves qué no, Luna me ayudó entrar a la tina, y me dijo qué mientras tomaba el baño daría una vuelta por la casa, pero creó qué se le ha olvidado qué estoy aquí y la verdad ya quiero salir, me estoy muriendo de frío - se quejó Serena.

-Pero sí gustas yo puedo ayudarte a salir de la tina - se ofreció Darien.

-¡Claro qué no! ¿Cómo se te ocurre semejante barbaridad? Además no se qué haces aquí, debería estar atendiendo a tu amiga, la tal Saori - dijo Serena y Darien sonrió y enseguida respondió.

-¡No me digas qué estás celosa! - eso alteró aún más a Serena qué permanecía sumergida en la tina y temblando de frío.

-¡Pues claro qué no es así! Además ¿Por qué tendría qué estar celosa? Tú y yo no tenemos nada, este matrimonio es sólo una farsa, y tú no te fijarías en una mujer qué no puede valerse por sí misma - dijo Serena.

-Por favor Serena, no te subestimes, tú eres un encanto de mujer, pero ya dejemos de hablar y déjame ayudarte a salir de la tina, mira qué no quiero qué te resfríes - contestó Darie, Serena titilando de frío le dijo.

-¿Por qué mejor no busca a Luna en vez de estar allí parado detrás de la puerta? - cuestionó Serena.

-No es conveniente qué hagas eso ¿Acaso se te olvida qué para mí familia estamos felizmente casados? Y ¿Qué clase de esposo no ayudaría a salir de la tina a su esposa? ¿Te imaginas lo qué van a pensar sí llamó a Luna? En estos momentos con todo lo qué está pasando nos conviene más qué nunca seguir fingiendo qué estamos muy enamorados - explicó Darien.

Por supuesto qué era razonable lo qué decía Darien, pero al mismo tiempo era una excusa para poder estar a solas con Serena, Darien estaba experimentando una atención hacía Serena qué le era inexplicables, puesto qué siempre había sido un hombre mujeriego y muy superficial, pero desde qué había conocido a Serena algo dentro de Darien había cambiado, hasta el punto de no importarle qué Serena fuera paralítica.

-Bueno está bien, acepto a qué me ayudes a salir de la tina pero sólo con una condición - replicó Serena.

-Muy bien, la qué quieras - respondió Darien.

-Tápate los ojos - ordenó Serena.

Darien sonrió, le causaba ternura la ingenuidad de Serena, Darien estaba acostumbrado a otros tipos de mujeres, y definitivamente Serena había roto todas sus expectativas.

-Muy bien, estoy entrando y tengo los ojos cerrados, aquí tengo la toalla, voy a sacarte de la tina con mucho cuidado ¡Uff pero cómo pesas! - bromeó Darien.

-Por favor no me vayas a soltar, no creó qué Luna tenga fuerza qué tú - Serena dijo bromeando.

Darien hacía su mayor esfuerzo de llevarla entre sus brazos, pero cómo Serena tenía la piel húmeda se le estaba resbalando, y antes de qué pudiera sentarla sobre la cama ambos cayeron sobre la alfombra, haciendo qué la toalla se corriera y Serena quedaba completamente desnuda ante la mirada de Darien, Darien estaba embelesado viendo su hermoso cuerpo desnudo, Serena a pesar de su nerviosismo se había dejado llevar por ese deseo qué sentía la primera vez qué Darien la besó.

Ambos se miraron fijamente, Darien se fué acercando hasta clavar un beso en sus labios haciéndola estremecer, Serena sentía qué su corazón palpitaba a mil por hora, era una sensación qué la dominaba y qué la hacía desearlo, dejando qué Darien hiciera con Serena lo qué quisiera, en ese momento para Serena no existía vergüenza de qué Darien la viera desnuda, lo qué estaba experimentando era algo qué jamás había sentido, y lo único qué deseaba era qué Darien no parara y la enseñara a ser una mujer por primera vez.

Darien estaba extasiado con los besos qué le daba, comenzó a explorar cada centímetros de su cuerpo hasta llegar al centro de su paraiso, dónde se detuvo a besarla mientras escuchaba sus gemidos, Darien se montó encima de Serena hasta penetrarla con su miembro erguido, haciendo qué sus jadeos y gemido fueran cada vez más seguidos e intensos, Serena sentía por primera vez el dolor qué daba el placer y el deseo de ser mujer, hasta qué Darien desahogó toda su pasión y deseo dentro de ella.

-Te amo Serena - dijo Darien, Serena lo miró y le dijo.

-Yo no sé cómo es el amor, es la primera vez qué me entrego a un hombre, pero sí es este deseo qué tengo de qué no te apartaras de mí nunca, entonces yo también te amo Darien - confesó Serena.

Darien la volvió a besar a los labios, sus cuerpos se habían convertido en uno sólo, fué la primera noche qué durmieron juntos cómo marido y mujer, olvidándose de lo qué había a su alrededor.

.....

Mientras tanto Neherenia se encontraba en su habitación con Saori.

-Ya ordené a la sirvienta qué te prepare la habitación de huéspedes - dijo Neherenia.

-¿Y qué creés qué diga Darien cuándo sepa qué me invitaste a pasar unos días en la mansión? - preguntó Saori.

-Por eso ni te preocupes, está es mí casa y yo mando aquí, mientras Darien no reciba la herencia yo tengo el control de todo - Neherenia dijo mientras bebía un trago de whisky.

-Pero siento un poco de miedo con todo esos policías alrededor de la casa y de ese secuestrador del qué hablan, por cierto ¿Quién es ese señor al qué secuestrado? - preguntó Saori.

-Es el tío de la paralítica, lo conocí al igual qué a ella, el mismo día de la boda ¡Ja! Sí lo vieras se le ve lo corriente por encima de la ropa, no me extrañaría qué él y su sobrinita están detrás de ese asunto del secuestro - comentó Neherenia.

Saori caminó hacía el tocador y le llamó la atención el medallón, qué se encontraba dentro de un pequeño cofre qué Neherenia había dejado por descuido abierto y Saori lo tomó entre sus manos.

-¿Y por qué odias tanto a esa paralítica? - preguntó Saori, Neherenia al verle el medallón enseguida se lo arrancó.

-¡No toques eso! - gritó Neherenia y Saori se sorprendió.

-¡Perdón! Sólo lo estaba mirando, no tienes por qué ponerte así ¿Qué te pasa Neherenia? - preguntó Saori.

-Discúlpame Saori, es qué me siento un poco estresa da con todo lo qué está pasando, mejor vamos a ver sí ya tu habitación está lista - sugirió Neherenia.

-Está bien, cómo quieras - respondió Saori.

Neherenia enseguida guardó el medallón dentro del cofre, pero está vez asegurarse de cerrarlo bajo llave, por su parte Saori no salía de su asombro, ya qué jamás la había visto tan alterada y memos por sus joyas, Saori pensó qué ahora ocurriría con ese medallón...

CASADA CON MÍ ENEMIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora