Capitulo 8 Noche De Bodas

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-Muy bien, está es mí habitación, bueno mejor dicho nuestra habitación, por qué a partir de está noche te vas a quedar a dormir aquí conmigo - dijo Darien mientras empujaba la silla de ruedas.

Colocando a Serena muy cerca de la enorme y elegante cama, Serena estaba sorprendida de lo enorme de la alcoba pero especialmente de todo lo qué veía a su alrededor, estaba decorada con un gusto exquisito, nada qué ver con la habitación qué Serena ocupaba en casa de su tío Artemis.

-¡Guao! Es enorme, la verdad es qué jamás me hubiera imaginado qué existiera una habitación tan lujosa cómo está - dijo Serena sorprendida.

-Tienes qué ver la de mís padres, es dos veces más grande qué está, pero me agrada qué te gusta por qué la vas a compartir conmigo - Serena lo miró fijamente a los ojos, tenía una expresión de estar asustada, el corazón le latía a mil por hora - ¿Qué te pasa Serena? Te has quedado callada.

-Es qué todo esto me parece una locura, me veo vestida de novia y en está habitación contigo, la verdad es qué no sé qué va a ser mí vida a partir de ahora - se explicó Serena.

-Tranquila, no te pongas así, esto es sólo temporal, después qué reciba mí herencia te dejo libre, y podrás continuar haciendo tu vida cómo hasta ahora - Serena se echó a llorar, se tapó la cara tratando de evadir la mirada de Darien.

-¿Acaso dije algo malo? La verdad es qué no entiendo qué te pasa - preguntó Darien.

-¿Te parece poco estar casada a la fuerza y encima estar postrada en está silla de ruedas de por vida? - dijo Serena.

Darien se sintió muy sensible con las palabras de Serena, no se había puesto en su lugar y sólo estaba pensando en el beneficio económico qué ese matrimonio le iba a traer.

-Discúlpame Serena, la verdad es qué soy un egoísta, pero pensé qué tú también estarías contenta por qué saldrás beneficiada al igual qué Artemis - dijo Darien.

-¡Pues no me interesa el dinero! Al principio acepté casarme contigo por qué mí tío me amenazó, qué sí no lo hacía me echaría con Luna a la calle para qué pudiera limosnas - exclamó Serena.

-¿Artemis te dijo eso? - Darien dijo sorprendido - Es qué no puedo creerlo.

-Sí, mí tío Artemis me amenazó con echarme, pero ahora entiendo las razones por las qué mí tío está tan desesperado - dijo Serena.

-¿Y cuál es esa razón? Por qué no puedo creer qué haya sido tan cruel con su propia sobrina - preguntó Darien indignado.

-Es qué mí tío Artemis se encuentra muy enfermo... Está malito del corazón y necesita ser operado urgentemente - respondió Serena.

Darien se quedó pensativo pero al mismo tiempo puso una expresión de incredulidad, conocía muy bien a Artemis, no en vano tenía años de amistad, sabía perfectamente qué no era un hombre de fiar y mucho menos con esa enfermedad qué supuesto tenía.

-Entonces, Artemis te dijo qué estaba enfermo - preguntó Darien.

-Sí, es por esa razón qué al final no pude negarme a casarme contigo, mí tío necesita el dinero para su tratamiento, mí tío es el único familiar qué tengo, además de Luna qué aún qué es la ama de llaves, Luna se ha portado cómo una madre - comentó Serena.

Darien caminó hacía el enorme ventanal, se quedó con la mirada perdida mientras analizaba lo qué le estaba diciendo Serena, luego Darien se volteó y la miró mientras le decía.

-Es mejor qué durmamos, hoy ha sido un día bastante complicado, mañana retomaremos está conversación - Serena miró a su alrededor y luego temerosa le dijo.

-¿Y dónde se supone qué vas a dormir? - preguntó Serena.

-No me mires con esa cara de susto, ya te dije qué no va a pasar nada entre nosotros, voy a dormir en esté sofá cama - respondió Darien.

Darien abrió el sofá cama qué se encontraba a un costado de la habitación, para Serena fué un alivió, sín embargo había otra cosa qué Serena no sabía cómo resolverlo y su expresión denotaba angustia.

-Ahora qué te pasa? Ya te dije qué no va a pasar nada entre nosotros - dijo Darien.

-Es qué necesito a Luna, ella es la qué me ayuda con mís cosas personales ¿Cómo voy a quitarme este vestido? Además no tengo ropa aquí y necesito ir al baño - comentó Serena.

Darien comenzó a rascarse la cabeza, no había pensando en todos esos detalles, su afán por llevar a cabo la boda lo hicieron olvidarse de la condición de Serena.

-Bueno tranquila, yo te voy a ayudar a quitarte el vestido - dijo Darien.

-¿Qué? ¡No! ¡Claro qué no! No me vas a poner un dedo encima, prefiero dormir con el vestido - respondió Serena.

-Pues cómo quieras, la verdad es qué estoy muy cansado, necesito dormir, sí no quieres qué te ayude no puedo hacer nada más - contestó Darien.

-Pero es qué tengo ganas de hacer pipi - Serena dijo haciendo un puchero y Darien sonrió.

-OK, muy bien, el asunto es el siguiente, no tengo ningún problema en ayudarte, total no es algo qué no haya visto antes - para Serena fué de mal gusto el comentario, por lo qué enseguida lo miró.

-No me parece gracioso lo qué acabas de decir, además soy una señorita, deberías ser más caballeroso - Serena dijo molesta.

-Está bien disculpa, sólo fué una broma para romper un poco el hielo, no tienes por qué tomarte las cosas tan en serio, además te acuerdo qué eres mí esposa - respondió Darien.

-Tu esposa a la fuerza, por qué sabés perfectamente qué yo no quería este matrimonio, al final lo estoy haciendo por la salud de mí tío Artemis - contestó Serena.

-¡Ujum! Bueno, ya no sigamos discutiendo, déjame ayudarte con el vestido, y te voy a buscar una de mís pijamas - sugirió Darien.

-Pero cierra los ojos, no veas por favor, sólo desabotona y yo me encargo del resto - dijo Serena.

Darien hizo lo qué Serena le pidió, la ayudó lo más qué pudo a quitarse el vestido, Serena no se valía por sí misma a pesar de qué aún en sus condiciones podía hacerlo, pero Luna la había acostumbrado a qué ella le hacía todo y eso le creó a Serena una gran dependencia, Darien mientra la ayudaba a desabotonar la parte de atrás del vestido de novia sólo pensaba "Es una mujer hermosa, lástima qué se encuentre en ese estado".

.....

Darien luego la cargó en sus brazos y la colocó sobre la cama, sus rostro estaban muy cerquita del otro, por un momento se quedaron mirando fijamente, Darien sintió el deseo de besarla nuevamente y Serena estaba ansiosa de qué Darien lo hiciera aún qué fuera a la fuerza.

El corazón de ambos palpitaba, sentían la sensación de qué no querer separarse, sín embargo pasó un pensamiento por la mente de Serena, qué la hizo desistir de esa atracción qué sentía, y era el hecho de saber qué Darien sólo se había casado con ella por intereses, qué estaba muy lejos de los sentimientos, de firma impulsiva lo empujó mientras le decía.

-Aléjate de mí, no sé te ocurra acercarte, ya me has ayudado demasiado, ahora lo mejor será qué vayamos a dormir - dijo Serena.

Darien enseguida se paró de Serena sín decir nada y se fué a dormir al sofá cana, estaba muy confundido, no entendía qué le estaba pasando y por qué Serena no le era indiferente, por su parte Serena tenía sentimientos encontrados, por un lado aborrecía el hecho de estar casada a la fuerza con un hombre qué en realidad no conocía, pero por otra parte no se sentía tan mal en su compañía sí no por el contrario.

Le parecía un hombre interesante y más aún después de ese beso qué le había dado y qué la hizo estremecer, haciéndola sentir emociones qué jamás había experimento, fué una noche muy larga para ambos, en la qué no pudieron conciliar el sueño, ya qué fué inevitable no pensar en aquél beso qué los hizo estremecer y sentir algo qué no podían explicarse, Darien por qué no aceptaba qué pudiera atraerle una mujer paralítica, y Serena por qué no podía creer qué le había gustado ese primer beso qué le había dado el qué consideraba su peor amigo...

CASADA CON MÍ ENEMIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora