Siete

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Babe lucía más serio que de costumbre desde varios días atrás pero a pesar de que su madre le había preguntado qué era lo que le ocurría, este solo le decía que estaba preocupado por los partidos que tenía en fechas próximas.

...-Gatito, soy quién te parió y no puedes mentirme...aquí ocurre algo más pero no quieres decirme-Habló la mujer, tras escuchar por milésima vez suspirar a su hijo en esa mañana.

aquí ocurre algo más pero no quieres decirme-Habló la mujer, tras escuchar por milésima vez suspirar a su hijo en esa mañana

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-No pasa nada, madre. Tranquila

Esta negó con la cabeza.

-No me mientas, ¿Acaso es por tu hermano?, ¿te has peleado con él de nuevo o quizás ha sido con alguno de los chicos?

Este chasqueó la lengua con fastidio.

-No mamá, déjalo ya, por favor

La mujer lejos de hacerlo, resopló y tras caminar hacia el sofá, se sentó junto a este.

-No, no estoy tranquila, me preocupas mucho... tú eres mi niño grande, el más sonriente y lleno de luz pero últimamente eso ha cambiado, así que no me digas de nuevo que algo no pasa nada

Babe entonces resopló con pesar mientras se incorporaba y esbozando una sonrisa forzada, besó la mejilla de su madre.

-Soy muy feliz, ¿lo ves?, anda deja de preocuparte más

-No, no lo eres-Volvió a hablar esta-... ¿Acaso algún chico te está haciendo sufrir?, puedes decírmelo hijo, confía en mi

Este negó con la cabeza algo nervioso.

-No, ¿Cómo crees?, estoy bien, mamá... sabes que estoy ocupado en el taller y pronto comienza la temporada de carreras, no tengo tiempo para eso

Esta le cogió la mano y se la besó.

-Tú eres mi hijo menor y eres muy sensible, a pesar de que quieras aparentar ser fuerte...es normal que ansies tener una pareja a tu lado y tener tus propios hijos

-Mamá, déjalo...además, ¿cómo crees que dejaré mi carrera para engendrar y parir hijos?, mi trabajo es mi vida

Esta suspiró con pesar.

-Tú a diferencia de tu hermano puedes hacerlo, gatito...Estás destinado a engendrar y tener tus propios bebés, es tu naturaleza, por eso Dios te bendijo con unos bendecidos órganos reproductores, al igual que a las mujeres

El chico frunció el ceño con molestia.

-Baja la voz, madre. No quiero que nadie más se entere de que tengo esa anomalía genética

Lyn suspiró con resignación.

-Yo quiero ver a mis nietos antes de morirme, así que ya que tu hermano no parece estar por la labor de encontrarse una pareja, tú eres mi esperanza

Babe sonrió con tristeza.

-Todavía están Charlie, Way y los demás... ellos pueden darte nietos, los quieres como a nosotros

Esta sonrió también.

-Si, es cierto que los amo igual pero no serían mis nietos totalmente, además, ¿los has visto?, el joven Charlie solo piensa en su música, Way y Kim en su trabajo de modelos y en salir con unos y otros y Alan...bueno, ese chico está tan perdido en el recuerdo de haber fallado a su padre, que ni piensa en casarse y ser feliz

El mecánico volvió a besar la mejilla de su madre.

-No te preocupes más, ¿Ok?, yo estoy bien y algún día serás abuela

La mujer asintió.

-Está bien hijo, si no quieres decirme ahora no me digas pero que sepas que yo siempre te entenderé y te ayudaré en todo lo que pueda, ¿De acuerdo?

-Lo sé mamá, te amo

-Y yo a ti, cariño, bueno me voy

-Si, claro

La mujer volvió a sus quehaceres en la casona, mientras que su hijo volvió a tumbarse en el sofá y siguió mirando al techo.

Este se sentía morir y sabía perfectamente que su madre estaba en lo cierto, al pensar que le estaba mintiendo y si que ocurría algo pero no podía decirlo abiertamente.

Estaba deprimido porque hacía más de dos semanas que no veía, ni había hablado con Charlie pues este estaba en Corea de Sur, grabando un dueto con un artista local.

No era la primera vez que se ausentaban de la Villahermosa pues debido a sus trabajos, poco coincidían.

Casi siempre que ambos estaban lejos al mismo tiempo, así que era más llevadero pero como en esas otras ocasiones en que no era así, Babe veía las cosas del mayor cada vez que entraba en la habitación de este o en su estudio y sentía que el corazón se le escogía hasta dejarle casi sin respiración.

A pesar de todos sus intentos por olvidarse y ver al guapo músico tan solo como un amigo, este no lo había logrado y por el contrario cada vez lo amaba más y más.

Durante esos últimos años, había salido con chicos y se había mentalizado en solo pensar en su carrera pero nada le había hecho olvidarse de ese sentimiento.

Incluso cada vez que estaba inmerso en su trabajo siempre conservaba la esperanza de ver a Charlie al llegar a casa.

Lo cierto era que le hubiera sido más fácil si el músico hubiera sido un hombre de relaciones pero resultaba ser que no era de esos y solo hacía trabajar y trabajar.

Eso hubiera bastado a cualquiera para desistir y dejar de amarlo pero le había sido imposible de conseguir, ya que cada vez que lo volvía a ver, toda esa tristeza y desilusión se iban.

Además, eso le hacía tener siempre un pequeño anhelo de que algún día el músico levantase su mirada de sus instrumentos y lo viese.

Babe soñaba con que algún día Charlie le confesara que siempre lo había amado pero nunca se había atrevido, aunque sabía que eran sueños de quinceañera pero no podía evitar tenerlos y a veces se odiaba por ello.

Era realmente duro vivir así pero en el fondo no tenía el valor para irse a otro lugar e independizarse pues sabía que no podría vivir sin estar cerca de Charlie o de sus cosas.

Vivir ese amor platónico por el mayor desde que lo había descubierto, era penoso pero no podía evitar sentir lo que sentía pues creía que con su amor unilateral era suficiente, a pesar de esos momentos de ausencia.

Sabía que era masoquista e incluso enfermizo pero tan solo con ver una sonrisa del lindo y peculiar mayor, siempre acababa borrando todo lo malo de sufrir ese amor en la sombra.

......

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5. AMIGOS - CharlieBabe / AlanJeff/ PeteWay/ KentaKim Etc... TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora