Cinco historias en una.
Varios chicos se conocen en unas circunstancias un tanto peculiares y todos terminan viviendo bajo el mismo techo.
M-preg
Charlie- seme Babe- uke
Pete " Way "
Alan " Jeff "
...
Luego de hablar largo y tendido con Charlie, además de compartir varios besos y unas cuantas caricias, el mecánico se fue a su habitación cuando ya sonaban medianoche en el reloj de pared del salón.
Tenía una gran sonrisa en su rostro pues al fin había conseguido confesar su amor al hombre de su vida y este le correspondía también.
Mientras en sus camas, Lyn y Way dormían plácidamente, felices, después de llegar a la conclusión de que ambos chicos se habían declarado y compartían su amor, gracias a su magnífica intervención.
Sin embargo, no todo era dicha en esa casa pues Alan estaba muy molesto, ya que no había parado de comerse la cabeza desde que había bajado del avión y había visto a Jeff con Ken de lo más sonrientes.
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Su alma se había roto en pedazos, cuando poco después, el más bajo le había dicho que no iría a casa y luego lo había visto subirse al coche del copiloto para irse juntos.
Cuando los había perdido de vista, Alan había subido rápidamente a su coche para irse tras ellos pero finalmente no pudo hacerlo, así que por el contrario había conducido hasta Villahermosa pues pensó que a fin de cuentas el auxiliar realmente no era nada suyo.
Furioso había subido las escaleras de la casona y a continuación se había encerrado en su habitación, sin siquiera hacer caso a nana, que lo había llamado para la cena.
Durante horas, por su cabeza habían pasado miles de situaciones, como que estos seguramente habían tenido una velada muy romántica, con cena, paseo, incluso cine y pudiese ser que hasta hubieran terminado en la cama.
Harto de dar vueltas y vueltas en su colchón, este finalmente salió de su habitación y tras bajar las escaleras de puntillas para no despertar a nadie, ya que pasaban de las dos de la madrugada, entró al salón y se sirvió una copa de whisky en el mueble bar.
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El piloto se bebió la copa de un trago y a continuación se sirvió otra, luego se tumbó en el sofá.
...-Jeff, ¿qué diablos es lo que me estás haciendo?— preguntó —... ¿Por qué siento que me perteneces?
