Cinco historias en una.
Varios chicos se conocen en unas circunstancias un tanto peculiares y todos terminan viviendo bajo el mismo techo.
M-preg
Charlie- seme Babe- uke
Pete " Way "
Alan " Jeff "
...
Way estaba llorando en su habitación pues se sentía realmente inútil, debido a que nuevamente no había podido conseguir que el fotógrafo accediese a cenar con él, aunque tan solo fuese como amigos, como habían hecho Kim y Winner.
Realmente este no sabía toda la historia pues su primo apenas le había contado pero a su parecer, este había avanzado más con el modelo recién desaparecido, de lo que estaba haciendo él con el fotógrafo y eso le molestaba.
No veía justo que Kim ahora interesado en Kenta y con Kevin en la reserva, consiguiera tan fácilmente el amor de cualquiera y en cambio a él ni siquiera se le diera el del único hombre que le había interesado de verdad hasta el momento.
No quería hacerlo pero quizás ya iba siendo hora de hacer lo que su hermano le había dicho y olvidarse del mayor, aunque tampoco podía tener muy en cuenta la opinión de Charlie pues al parecer estaba enamorado de Babe y era incapaz de confesarse.
De repente, unos golpes irrumpieron en su autocompasión.
...-¿Si?-habló.
-Mi niño, ¿Puedo pasar?
-Nana, no quiero nada, gracias-contestó este limpiándose la cara.
Lejos de desistir, la mujer volvió a tocar la puerta.
-Mi niño, te estoy escuchando llorar desde hace un buen rato, por favor abre. No puedo irme a la cama sabiendo que estás así... anda deja que esta vieja te abrace y te dé un beso para reconfortarte.
El castaño se levantó del suelo donde había permanecido desde que había subido tras cenar algo y abrió.
-¿Qué te ocurre, mi niño?, ¿por qué estás así de triste?-habló Lyn abriendo sus brazos.
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Este se acercó a ella para abrazarla.
-Ay nana, soy tan desgraciado
-¿Por qué, mi niño?, si eres tan lindo y especial, ¿Cómo es eso posible?
Luego de un rato, el más joven se separó y luego de dejar que la mujer entrase, volvió a cerrar la puerta.
-¿De qué me sirve eso?, ese idiota de Pete, ni se fija en mi
La mujer suspiró, entonces le cogió de la mano y caminaron hasta la cama, donde se sentaron para charlar.
-Mi niño, me duele verte así... anda cuéntame qué ocurre
El modelo resopló con pesar.
-Pues resumiendo, ya no sé que más hacer para que el nuevo fotógrafo de la agencia me vea...He hecho de todo y no consigo una cita, ni siquiera como amigo
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