5. AMIGOS - CharlieBabe / AlanJeff/ PeteWay/ KentaKim Etc... Terminada

Ocho

La gira nacional para la presentación de su segundo disco estaba siendo más larga y pesada de lo que Charlie había pensado.

Llevaba unos días sin encontrarse en óptimas condiciones pero tenía una agenda que cumplir y no podía decepcionar a sus fans, por lo que debía sacar fuerzas de donde fuese necesario.

El ajetreo de las promociones y giras siempre le acababan pasando factura pues apenas se alimentaba debidamente, trasnochar en los distintos lugares que visitaba y disponía de pocas horas de tranquilidad, debido a las múltiples entrevistas y ensayos.

El trabajo en su estudio, donde componía y arreglaba los temas era mucho más llevadero, además de que tenía a su familia y amigos siempre cerca pero no siempre podía hacer solo eso.

Suerte de que siempre que regresaba a Villahermosa, Lyn lo cuidaba muy bien, Berta, la cocinera le cocinaba todo muy rico y el ver a su hermano, a sus primos y a sus amigos lo alegraba enormemente.

Rápidamente el músico volvía a revivir, solo que en esta ocasión, aún faltaban un par de semanas más para poder regresar y no sabía si podría aguantar pues ya había sufrido varios mareos y sus problemas intestinales habían empeorado desde la semana anterior.

Tony, su mánager era un buen hombre pero igual de obsesivo como él con el trabajo y el cumplimiento de los contratos, por lo que tiraba de él, aunque sabía que en cualquier momento, este podría colapsar.

Muchas veces, el primogénito Krittin se sentaba a reflexionar sobre la vida y eso le servía para inspirarse en su música pero también a valorar todo lo que tenía a su alrededor.

Echaba mucho de menos a las personas que había perdido a lo largo de su vida, como a su madre, a su padre y a su tío Joong, quién había sido un gran apoyo en los años que habían compartido.

Sin embargo estaba inmensamente agradecido de tener a Way, a Alan y a Kim como familia, también a Lyn, la cual era como una segunda madre para todos ellos y a Sonic, quien era más que un amigo.

Luego estaba, Babe, el más joven de todos y también el que más lo había sorprendido y quién le sacudía el alma cada vez que irrumpía en su habitación o en su estudio, trayendo café, té o la ropa limpia y se quedaba parado escuchándole tocar, pensando que él no se daba cuenta.

Lo consideraba más que un amigo o un hermano, ya que le interesaba todo lo referente a él, por eso siempre estaba pendiente de todos sus progresos, aunque nunca había podido mantener una larga conversación.

Sabía que anhelaba ser piloto de carreras y conducir los coches que solía arreglar y poner a punto, esperando algún día que le llegase la oportunidad de demostrar que podía hacerlo.

También estaba al tanto de sus relaciones amorosas, aunque jamás habían hablado de ello ni una sola vez, no sabía si por timidez o por vergüenza de ambos pero lo cierto era que le dolía cada vez que este había tenido un hombre en su vida.

En realidad no eran tan íntimos, solo amigos, casi hermanos, por lo que era impensable para Charlie que esos sentimientos cambiasen a algo amoroso por parte del más joven, ya que este era realmente un ser hermoso, alto guapo y musculoso, aunque realmente su personalidad muchas veces no se correspondía con su físico.

Mientras el estaba lejos, la vida en la casona estaba siguiendo su curso normal, ya que tanto los empleados, como los dueños ocupaban las horas del día en sus trabajos y las noches en su descanso.

Sin embargo, los ánimos no eran los mismos para todos pues mientras Babe seguía decaído por las esquinas a la espera de que su oportunidad llegase, su hermano Sonic vivía nervioso porque no sabía como reunir el valor necesario e invitar a salir al guapo barman del kiosco de la playa.

También Way y Kim andaban algo intranquilos pues tras enterarse de que Pete y Winner habían sido contratados en la agencia de modelos por un tiempo, estando en competición por la atención de ambos, aunque sin ningún tipo de éxito.

Alan por su parte, estaba más sonriente y a todos les extrañó ese cambio pero a pesar de que le preguntaban una y otra vez, este no llegaba a soltar prenda.

Lo cierto era que todo era debido al nuevo auxiliar de vuelo llamado Jeff, el cual entre las miradas y sonrisas que habían compartido en las semanas de empezar trabajar juntos, hacía que el acudir a trabajar cada día fuese mucho más emocionante.

Tan solo había una cosa que no le gustaba y le preocupaba en realidad y esa era el comportamiento de su segundo, Ken, ya que su copiloto no dejaba de insinuarse al más bajo, aunque este ni le miraba.

El piloto no estaba muy seguro de las intenciones de este pero su historial amoroso dejaba mucho que desear, ya que tenía una ex mujer cabreada, varios ex amantes furiosos y otros tantas conquistas en el tintero.

Además, tenía la peculiaridad de no desistir en su empeño de conquista, hasta conseguir lo que quería, llegando incluso a obsesionarte y a pasarse de la raya.

En varias ocasiones, el comandante había tenido que hacerle un alto, ya que alguna de las auxiliares en alguna ocasión le había dicho que se sentía acosada por Ken y que si no paraba, lo demandaría.

Este no quería eso pues a parte de que conocía al copiloto desde que estaban en la escuela de pilotos, sería todo un escándalo y desprestigio para la compañía aérea.

Sin embargo, Alan estaba realmente molesto y no sabía si podría contenerse por mucho más tiempo pues ya estaba harto de escuchar sendas barbaridades de la boca del copiloto, refiriéndose al trasero o los labios del auxiliar.

En verdad, Jeff no solo le inspiraba compañerismo, sino que cada vez que lo tenía cerca, su cuerpo se estremecía, la sonrisa de este, le derretía el corazón y cuando le hablaba, notaba en su estómago, miles de mariposas revolotear.

A pesar de eso, el comandante no se atrevía a decirle nada más allá de un saludo o un «si o un no»no», cuando este le preguntaba algo pues se quedaba bloqueado y no sabía que hacer o decir.

Era como si el pequeño y hermoso chico fuese su kriptonita y como esta llegaba a debilitar a un gran superhéroe como era el personaje de la capa roja en cada película, el auxiliar de vuelo menguaba su autoestima.

Aún así, Alan estaba conforme pues con tan solo saber que Jeff estaba ahí cada vez que iban a volar, su corazón latía con fuerza y su ganas de cumplir con su propósito en la vida aumentaban también.

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