Cinco historias en una.
Varios chicos se conocen en unas circunstancias un tanto peculiares y todos terminan viviendo bajo el mismo techo.
M-preg
Charlie- seme Babe- uke
Pete " Way "
Alan " Jeff "
...
Alan abrió los ojos y se tocó la cabeza pues tenía una resaca de mil demonios, entonces miró a su alrededor.
-¿Cómo he llegado aquí?-se preguntó dudoso pues apenas recordaba nada de lo último sucedido en su fiesta de cumpleaños.
De repente escuchó unos golpes en su puerta y entonces miró su reloj, el cual marcaban ya las doce del mediodía.
-Oh joder, es tardísimo... el vuelo, mierda, maldita sea...ahora me levanto Lyn, gracias- habló.
-No soy Lyn, soy Jeff, ¿Puedo pasar?-se escuchó.
El piloto resopló con resignación.
-Aún no estoy listo, espérame en el comedor, tardaré poco
Se hizo un pequeño silencio.
-¿Podemos hablar?, es importante
El mayor se frotó el rostro con sus manos.
-Deja que me duche y luego me cuentas, ¿Ok?
El pomo se giró y entonces la puerta se abrió.
-Es importante. Necesito decírtelo o explotaré
El comandante asintió.
-Está bien, acércate y cuéntame, ¿qué es eso tan importante que no puede esperar a que me duche?
El más bajo se acercó y tímidamente se acercó a la cama donde el mayor estaba sentado mientras se ponía las zapatillas en los pies.
-Emm, bueno, verás-comenzó diciendo este-...es que y-yo emm...
Alan lo miró y a continuación miró el reloj.
-Oye en serio, es tarde y a las cuatro debemos realizar el vuelo a China...joder, no debí beber tanto, ¿Por cierto sabes quién me trajo a mi habitación?
Jeff asintió.
-Yo lo hice...emm, Alan es que y-yo ...
Como este no arrancaba, el mayor se levantó y caminó hasta el armario, donde cogió su uniforme, ropa interior, una toalla y su maleta.
-Voy a ducharme, cuando regrese me cuentas, ¿vale?
El auxiliar suspiró con pesar.
-Está bien
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El piloto entró en su baño y se metió bajo los chorros del agua, donde imágenes del día y la noche anterior vinieron a su mente, realmente no había estado tan mal.
Tras unos minutos este salió ya vestido, encontrándose de nuevo a Jeff, el cual estaba sentado en la cama frotándose las manos entre las rodillas.
-Pareces un flan, ¿Estás bien?
El más joven asintió y este sonrió.
-Bueno, supongo que será la resaca, yo también estoy con la cabeza que me va a estallar. Es lo que tiene beberse hasta el agua de los floreros
