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Las cosas son simples, naces siendo fuerte o te vuelves fuerte. No hay más ni menos. Los débiles siguen siendo débiles porque no anhelan la fuerza, y los débiles que se vuelven fuertes es porque nacieron siendo fuertes... o eso es lo que aprendí de la vida.

—¡Corre, DOS! —la voz masculina del líder de equipo resonó fuerte por su oído derecho, lo cual le causó molestia y frunció el ceño

La tormenta no hacía más que empeorar, los truenos no se distinguían del sonido de los disparos o de las minas que explotaban. El olor de tierra mojada y del pasto inundó sus fosas nasales desviando el aroma de la pólvora

¿Por qué tiene que ser así?

Uno de sus compañeros murió mientras escapaban.

Mientras estaba en su escape, una bala logró lastimarla. DOS estaba sangrando del costado derecho de su torso, la bala atravesó su cuerpo, así que la sangre que se mezclaba con la tierra mojada sale de los dos orificios que la bala le creó.

Si muero ahora... ¿Qué pasará en mi ausencia?

Sus ojos azules como el mismo mar enfurecido miraban al cielo, su rostro con pintura de camuflaje se limpiaba con cada gota que la tocaba, la sangre lentamente escapó de su nariz hasta tocar la punta de su labio inferior, DOS está por morir y a ella no le importa.

Si muero, padre ya no me lastimará, ninguno de los soldados me podrá hacer daño... si muero, finalmente podré dormir todo lo que yo quiera...

—¡Ha-yan! —nuevamente la voz de UNO volvió a llamarla—. ¿Qué sucedió? ¿Por qué no te mueves?

Es cierto, mi nombre es Ha-yan, soy Ha-yan Seong, hija del comandante Edward Seong... UNO es mi hermano de sangre...

—Me... dispararon —dijo en un susurro—. La bala salió, pero... me estoy desangrando.

—¡Tienes que regresar! ¡Levántate y corre, no falta mucho!

—No quiero... es cómodo estar así... el cielo se ve hermoso desde aquí...

Si muero, me iré al infierno.

No se escuchó nada más de la línea de UNO, así que decidió que iba a morir en una tierra desconocida, rodeada de disparos y de soldados desconocidos.

Si muero... no podré volver a ver a mi hermano...

DOS cerró sus ojos. La lluvia dejó de sentirse, ya no se escuchaban los disparos y las explosiones no tienen ruido, no hay pasos o gritos. Todo se desvaneció, parecía que todo desapareció.

Siguió sintiendo como la sangre sale de su cuerpo, y por segundos dejó de tener el control de su cuerpo; en solo dos segundos vio su desagradable vida pasar frente a sus ojos: el entrenamiento infernal, las vidas que arrebató, los sueños que abandonó, y los compañeros a los que perdió. Ella miró todo y no era mucho.

¿UNO es la única razón por la cual debo de vivir? No tengo una vida ¿Por qué debo seguir respirando?

Su mano izquierda llegó a la herida para hacer presión y volvió a abrir los ojos para encontrarse con alguien que había llegado a su posición.

—Prometimos que no moriríamos, tonta.

—Estaba descansando —mintió

UNO la cargó en sus brazos y salió corriendo al área de extracción para salir de ese maldito lugar.

Quiero tener una vida, probar comida deliciosa, ver el mar, leer mangas ¡Quiero hacer todo lo que los civiles hacen! ¡Quiero pasar más tiempo con Seung-ho! ¡Quiero encontrar a mamá! ¡Quiero matar a papá! ¡Quiero entender la vida! ¡Quiero tener amigos! ¡Quiero amar! ¡Quiero...

—¡QUIERO VIVIR!

—Lo vas a hacer —le dijo con dulzura UNO

[Dos años después]

—Todas esas estrellas —señaló UNO el cielo estrellado, acostado desde el viejo y oxidado techo de lámina de un viejo contenedor—, brillan para ti.

Esa misma noche, cuando ningún grillo cantaba, cuando las conversaciones ruidosas de los guardias en turno cesaron y el viento soplaba como si estuviera acariciando la frente de un bebé, UNO escapó del campamento dejando atrás a DOS, escapó para luego regresar por su hermana. Y esa misma noche, DOS se convirtió en líder de la división fantasma.

Ocean Eyes «LOOKISM»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora