25. Capítulo Especial

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Hola hermanito, no quería decírtelo de esta manera, pero me fui de casa. Y antes de que actúes bajo tus impulsos no me fugué con Vasco o algo por el estilo... no soy buena con esto de escribir cartas, no sé qué decirte, pero no te preocupes por mí, tengo un buen lugar donde vivir y alguien que me cuida mucho, no te preocupes por el dinero, te enviaré cuando pueda.

No puedo explicar bien porque hago esto, pero tengo que estar algo lejos para lograrlo... te lo explicaré después, pero primero tengo que aclarar mis ideas.

No sabes cuanto te agradezco todo lo que me has dado, la oportunidad de tener una vida normal se fue al caño, luego de mis primeros días como estudiante me di cuenta de muchas cosas que realmente ya no importan, porque lo más importante en este momento es proteger todo lo que tengo gracias a ti; no tardaré mucho, así que mientras que no estoy se feliz y diviértete. Cuida de Chris, él se merece todo lo bueno de este mundo y no te preocupes por padre porque jamás va a encontrarte.

Y aunque no me veas yo estaré cuidando de ti esta vez.

La otra vez fuiste tú quien se fue, esta vez me toca ir por algo mejor.

Pronto iré a verte, cuando regrese estarás orgulloso de mi.

Con amor, Ha-yan.

Las lágrimas caían sin piedad mientras Seungho apretaba con fuerza la carta, su hermana, su confidente, había decidido partir sin más explicaciones. La confusión, el dolor y la culpa se mezclaban en su corazón, y su mente se llenaba de preguntas sin respuestas. Se sentía abandonado y abrumado por la idea de que había fallado.

Estaba en el cuarto de su hermanita esperando que entrara por la ventana gritando que era una broma, pero la habitación estaba limpia, con sus cosas ordenadas sin ningún rastro de que alguien estuvo viviendo allí por mucho tiempo.

Los días transcurrían con pesadez para Seung-ho desde la partida de Ha-yan. Cada momento estaba cargado de un dolor agudo y un vacío que parecía crecer a medida que el tiempo avanzaba. La carta que ella dejó resonaba en su mente, un enigma que lo atormentaba. Las lágrimas brotaban sin control cada vez que volvía a leer las palabras escritas por su hermana.

El sentimiento de impotencia se apoderaba de él, y la ausencia de Ha-yan empezó a pesar como un agujero en su pecho. Eran más que hermanos; eran cómplices, apoyo mutuo, y ahora ese lazo se había roto.

—¿Por qué, Ha-yan? ¿Qué sucedió para que tomes una decisión tan drástica? —se preguntaba Seung-ho una y otra vez.

Se sentía culpable, como si hubiera fallado en su papel de hermano mayor. No entendía por qué Ha-yan no confió en él lo suficiente como para compartir sus preocupaciones y problemas.

—¿Fui un mal hermano mayor? Esto fue porque la abandoné, porque me fui por tanto tiempo —por más que se limpiaba las lágrimas seguían saliendo, como un par de cascadas que comienzan a cansarse de la vida

Cada rincón de la casa gritaba la ausencia de Ha-yan, y Seungho se sentía perdido sin ella, su ausencia lo transformó por completo, la casa, antes llena de risas y amor, ahora resonaba con un silencio insoportable. La comida perdía su sabor, y las noches eran largas y solitarias. Sin su hermana, Seung-ho se sentía despojado de una parte fundamental de sí mismo.

La sensación de haber fallado en su rol de protector lo carcomía. ¿Cómo no pudo notar que Ha-yan se sentía tan perdida como para irse de esa manera? A medida que las dudas y los remordimientos se apoderaban de él, la depresión se instalaba en su vida.

Chris notó el drástico cambio en Seung-ho, un cambio que atacó de la noche a la mañana. Veía cómo la tristeza lo consumió y cómo las dudas lo atormentaban; decidió estar ahí para él, ofreciéndole su apoyo incondicional. Chris intentaba comprender el dolor de Seung-ho, pero sabía que las palabras nunca podrían llenar el vacío que Ha-yan dejó.

No solo compartía su amor por Ha-yan, sino que también entendía el dolor que Seungho atravesaba. Chris estaba ahí para secar sus lágrimas, para abrazarlo en las noches de insomnio y para recordarle que no estaba solo.

Intentaron juntos sobrellevar la depresión que se apoderaba de Seung-ho. Chris lo animaba a hablar sobre sus sentimientos, a expresar la confusión y el dolor que lo agobiaban. Se esforzaba por recordarle que, aunque Ha-yan hubiera decidido irse, su hermano mayor aún era una parte valiosa de su vida.

Chris buscó maneras de distraer a Seung-ho, llevándolo a lugares que ambos disfrutarían, citas espectaculares por todas partes, tratando de crear nuevos momentos felices para olvidar, aunque sea momentáneo.

La herida seguía abierta, pero Chris ayudó a Seungho a entender que no era culpable, que la partida de Ha-yan no era un juicio sobre su capacidad como hermano.

Aunque el miedo de no volver a ver a Ha-yan persistía, Chris y Seungho se aferraron a la esperanza de que algún día ella regresaría o al menos les daría alguna explicación. La vida continuaba, y mientras Seungho trabajaba en sanar su corazón roto, Chris seguía siendo su ancla en medio de la tormenta emocional.

—Sabes que hice todo por ella ¿no? Cuando mi madre se fue la dejó en mis brazos —las ojeras son profundas, su piel morena empalideció y bajó de peso considerablemente—. Ese día ella lloraba tan fuerte por la ausencia de mi madre, no sabía qué hacer y tenía miedo de que mi padre llegara y la golpeara.

Chris miraba como su novio le hablaba con tanta tristeza al pequeño gato Limbo, y sintió como su corazón se rompía.

—Ese día te prometí que haría lo que sea por ti, te pedí que no lloraras porque yo estaba ahí, no quería que nada te faltara —las lágrimas salían sin que se diera cuenta—. Todo lo que quería era hacerla orgullosa, que no llorara porque todo estaría bien mientras yo estuviera a su lado ¿Por qué se fue, Limbo? ¿Por qué mi niña decidió hacerme orgulloso de algo que desconozco?

Abrazó a Limbo con fuerza, mientras este maullaba entendiendo el dolor de la ausencia de Ha-yan. Ambos la extrañan, quizá uno más que otro.

—¿Qué pasa si padre la encuentra? No quiero que esté lejos de mí, la extraño.

Con pasos silenciosos y calmados Chris se acercó y lo abrazó. Sus brazos envolvieron a Seungho y a Limbo, no puede entender por completo el dolor de su pareja, pero sabe lo que estar lejos de su familia.

—Íbamos a salir adelante juntos —lloró—. ¿Qué hice mal? Seguro se decepcionó de mí y por eso se fue.

—No, mi amor —consolaba—. Ella ha de tener una razón válida para esto, pero Ha-yan jamás estará decepcionada de ti ¿Lo entiendes? Así como ella lo es todo para ti, tú lo eres todo para ella.

—¿Cómo estás seguro?

—Porque tu hiciste lo mismo por ella —respondió—. Se cómo son ustedes, el amor que se tienen, y Ha-yan no se iría solo porque sí, algo pasó para que se obligara a hacerlo.

Seungho miró a su pareja, aun con la esperanza de que él tenga la razón.

—Sí... tienes razón —suspiró para abrazarlo con más fuerza

Ocean Eyes «LOOKISM»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora