Ha-yan se encontraba cursando el segundo año de la secundaria, vestía ese lindo uniforme que la hacía sentir extraña por la falta de costumbre y su cabello le había crecido pasado de los hombros. Vivía cómodamente en una parte del centro de Seúl con su hermano y visitaba constantemente a dos hombres mayores a los que llamaba tíos, un oficinista que solo recordaba su apellido y un genio del taekwondo.
Era un día de primavera cuando los pétalos de cerezo bailaban en su caída sobre el asfalto, caminaba en dirección opuesta a su casa y a la escuela mientras revisaba por novena vez en el día el pronóstico del clima de esa noche. Primavera es conocido por su clima peculiar, y a pesar de que es un cálido día despejado con el sol brillando llovería por la noche.
—Todo está en la maleta, asegúrese de revisarlo nuevamente —dijo un hombre mayor mientras terminaba de abrocharse las botas negras
—Confío en ti, Damian —respondió quitándose con apuro el uniforme
Damian apartó la mirada a algún lugar del almacén, giró su cuerpo y cerró los ojos dándole algo de privacidad a su jefa.
—¿Recuerda el plan? —preguntó él
—Claro que si —el sonido de los cierres y de los broches ajustándose significaban que ya había terminado de ponerse el traje negro de camuflaje —. Yo fui quien lo creó.
—Solo era para asegurarme, últimamente ha estado más perdida, me preocupaba un poco que olvidara algunos pasos —dijo volteando a verla. Ha-yan estaba peleando con los cordones de las botas, así que él se arrodilló frente ella y con dulzura le tocó las manos para ser él quien las amarrara—. Ha pasado un tiempo desde que estuvo con el resto de sus hermanos ¿se siente lista para este golpe?
Ambos cruzaron miradas, ojos grises mirando con todos los sinónimos de amor a aquellos ojos azules que con facilidad le pueden mostrar lo débil que se siente en este momento. Su corazón latía con fuerza, y aunque sentía emoción, también había una mezcla de miedo y tristeza en su pecho.
— No sé cómo voy a enfrentarlos... No todos van a estar ahí, no todos van a estar con vida.
Damian la miró con una mezcla de compasión y seriedad, sabiendo que ella estaba abriendo su corazón, algo que rara vez hacía.
—Ellos, los que queden, van a necesitar a su hermana, necesitarán tu fuerza y aunque pasó bastante tiempo hasta que los pudiera rescatar, entenderán que necesitaba el tiempo para traerlos a lo seguro —dijo con voz firme y serena, aquel tono que siempre logra calmarla cuando está estresada—. Hizo lo mejor que pudo en las peores circunstancias. Ellos saben eso. Y estarán felices de verla.
Los ojos de Ha-yan se llenaron de lágrimas, pero ella las contuvo.
—Es que... no quiero perder más. He perdido tanto ya y me duele pensar que cuando llegue al campamento, no quede ninguno de ellos...
Damian inclinó la cabeza, sus ojos fijos en los de ella.
—Lo sé, pero no va a estar sola esta vez. Estaré con usted.
Ha-yan lo miró en silencio, sintiendo cómo sus palabras calmaban un poco los nervios que llevaba dentro. Asintió, agradecida por su apoyo, y con una leve sonrisa, apretó su mano antes de apartarla suavemente.
—Gracias, Damian. —murmuró mientras lo abrazaba con fuerza—. Lo necesitaba.
—Ya no tiene que cargar con todo usted sola, estoy aquí para ser yo quien cargue con su dolor —con delicadeza y encanto le correspondió el abrazo
—Vámonos o la lluvia se pasará —se separó de él y se encaminó a la salida mientras tomaba la mochila con las armas
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Ocean Eyes «LOOKISM»
FanfictionI've been watchin' you for some time. Can't stop starin' at those ocean eyes. Burning cities and napalm skies. Fifteen flares inside those ocean eyes Your ocean eyes. -Ocean Eyes de Billie Eilish Espero que sea del agrado de ustedes este FANFIC. ||P...