Niños jugando, felices por el ambiente decembrino que había quedado debido a las constantes nevadas de ese año. Harry los observaba, añorando aquellos tiempos en los que, infeliz o feliz, no sentía en sus hombros la responsabilidad que tenía ahora.
Por suerte, el señor Weasley estaba bien. Los sanadores de San Mungo le habían salvado la vida y le darían de alta esa misma tarde, aunque sus heridas tardarían en sanar y tendría que guardar reposo. Bill Weasley había llegado por sus hermanos a Grimmauld Place para llevarlos con su madre la noche en que sucedió todo y, cuando regresaron de San Mungo, Ron le informó a Harry que su padre estaba bien y le agradeció, genuina y profundamente, por haberle salvado la vida. Los sanadores les habían dicho a los Weasley que solo sobrevivió porque lo encontraron rápido; de otra forma, habría muerto. Molly también le agradeció, abrazándolo como nunca antes, llorando en su hombro y diciéndole que no sabía cómo pagarle por todo lo que había hecho por su familia.
Harry agradecía que Ginny aún no había tomado el valor de mirarlo a los ojos y agradecerle también, pues eso lo haría sentir peor de lo que ya se sentía en ese momento. Por eso, casi nunca bajaba, y cuando Molly subía a verlo, él se hacía el dormido. Se sentía culpable y no merecedor de todos los elogios de la Orden, pues cuando llegaron a Grimmauld Place y se les informó lo sucedido, todos en aquella mansión, anteriormente tenebrosa, pero que ahora emanaba un aire completamente diferente, agradable y acogedor, como el que solo se sentía en La Madriguera, coincidieron en que Harry era un héroe. Sin embargo, él sabía que no era así. Sabía que en su "sueño" o visión, él había sido la serpiente, él había dejado moribundo al señor Weasley y él era responsable de toda la pesadilla y del sufrimiento de aquella hermosa familia que lo consideraba como a un octavo hijo.
Todo aquello lo carcomía, pero también sentía la necesidad de contarle a todos lo que había sucedido, de confesar su culpa a la Orden, y así, que consideraran encerrarlo, quizá lejos de todo, para evitar hacerles daño. Harry pensaba que todos los ataques de ira y los sentimientos que lo perseguían de vez en cuando, desde el verano, no podían ser casualidad. Y ahora, que le habían informado sobre la conexión que tenía con Voldemort, lo creía más que nunca.
....
El día de Navidad había llegado, y los hermanos Weasley preparaban todo para la cena. Ginny se encontraba ayudando a su madre en la cocina, mientras Ron y los gemelos arreglaban la mesa. Sirius los observaba desde un rincón, sonriente, con una copa en la mano. Al igual que Harry, Sirius nunca había tenido una familia, aunque, a diferencia de su ahijado, no fue por la muerte irremediable de sus padres, sino por una crueldad aún mayor: el abandono. Abandonado por no compartir las costumbres tenebrosas y retrógradas de su familia, ver a los Weasley juntos le hacía inmensamente feliz.
—Ginny, querida. ¿Puedes avisar a Harry que ya casi está lista la cena? —preguntó Molly a su hija. La pelirroja aceptó de inmediato y casi corrió hacia las escaleras, un comportamiento que provocó que todos en el comedor se miraran entre sí, levantando una ceja.
Ginny tocó la puerta, pero no obtuvo respuesta, así que habló:
—Harry, ¿estás ahí?
Harry no quería contestar, pero el hecho de que Ginny hubiese subido a verlo pesaba más que su culpa. Además, no podía fingir dormir más, o la señora Weasley se preocuparía y pensaría que estaba enfermo.
—Pasa —dijo Harry, incorporándose y sentándose en la cama.
—¿Te desperté? —preguntó Ginny, con cierta vergüenza en su rostro, algo que a Harry le parecía adorable. Él simplemente negó con la cabeza, esbozando una débil sonrisa.
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Harry Potter y la Orden del Fénix. 2.0
Фанфик¡Hola! soy un gran fanático del mundo mágico de Rowling y hace mucho empecé a leer historias que los fans hacían en esta plataforma, me emociona la idea de crear algo así. Por supuesto, la base argumental de las historias que haré, serán de las pelí...