Capítulo 4: La cena

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               Me dirigí directamente a mi habitación agradeciendo que no hubiese nadie en aquellos pasillos. Verme salir de la habitación de Chiara con aquella cara, podría haber sido la comidilla del día y no quería seguir siendo el cotilleo. Ya suficiente íbamos a tener ese mes.

Entré en mi habitación, cerré la puerta tras de mí con mis dos manos y apoyé la cabeza en ella. Empecé a llorar. No lo pude evitar. Sentía como si llevase años cargando un bidón de agua, que cada vez era más grande y pesado, y en ese momento se abriera y todo empezase a salir. Lloré y solté toda la rabia acumulada contra mí por haber fallado a las dos personas más importantes en mi vida, lloré por haber perdido a mi alma gemela, por no saber gestionar mejor las cosas y sobretodo lloré porque habían abusado de mí aquella noche y todo el mundo pensó que había puesto los cuernos voluntariamente.

Recuerdo despertarme al día siguiente tras aquella fiesta en mi cama, desnuda y sola. No recordaba nada de lo que había pasado y cuando miré el móvil por primera vez y vi todas aquellas fotos y videos que estaban recorriendo todas las redes sociales, tuve un ataque de ansiedad muy heavy. En ella se veía cómo Salma se liaba conmigo, entre otras cosas, y a mí en un estado totalmente lamentable. Nunca entendí cómo la gente se puso en mi contra cuando claramente se veía que no era consciente de nada de lo que estaba pasando.

Llamé a Denna para que me contara qué había pasado y ella también pensaba que había pasado una noche sin más y divertida. Me dijo que empezamos en su piso, que Salma me llevó a casa y dió por hecho que allí seguimos. Nunca vió la gravedad de la situación y yo nunca más volví a hablar de ello con nadie. Sentía mucha vergüenza por lo que ocurrió. También llamé a Salma para hablar sobre esa noche y traté de echarle en cara que aquello era un abuso. Cuando su contestación fue "anoche no opinabas lo mismo" supe que ahí no tenía nada que hacer. Le colgué el teléfono y me pasé todo el día llorando. 

Realmente pensé que no iba a ser capaz de superar todo aquel dolor, rabia y asco que sentía por dentro. En algún momento de aquel día, mi padre apareció por la puerta. Había visto las noticias y trató de llegar lo antes posible. Cuando vio mi estado, no me dijo absolutamente nada. Sólo me abrazo, me apoyó en silencio, y yo volví a dejar salir a través de las lágrimas lo que tenía dentro.

Volví a casa de mis padres y estuve allí una temporada larga, sanando mental e internamente. Sólo mi padre sabe toda la verdad de lo que ocurrió y él quiso denunciar, pero yo le convencí de que no valía la pena. Con todas aquellas fotos y la opinión pública que me estaba machacando, nadie iba a creerme. Lo dejé estar. Desaparecí del panorama musical y con el tiempo me mudé fuera de España tratando de buscarme la vida en algo diferente. 

Caí en el alcohol, fiestas, alguna que otra droga y realmente terminé de tocar fondo. Fue cuando apareció mi mánager actual y me sacó del pozo en el que estaba metida. Ella había vivido una situación de abuso parecida y supo entenderme como nadie. Rodeada de profesionales, poco a poco fui recuperando mi esencia y fui perdonándome todo excepto una cosa: haber hecho sufrir a Kiki.

Intenté ponerme en contacto varias veces con ella directamente y a través de su madre. Sabía lo de la etiqueta #whereiskiki, y todo el mundo llevaba semanas sin saber nada de ella. Una de las veces que lo intenté, su madre me cogió el teléfono. Me pidió que por favor que lo dejase estar, que su hija estaba sufriendo mucho y que tenía que sanar. Que no entendía porqué justamente yo había hecho lo que había hecho, pero que si aún guardaba algo de amor por Chiara, que simplemente desapareciese. Supongo que ella también pensaba que le había mentido y engañado como reflejaba toda la presa rosa. Y si lo pensaba ella, también Chiara.

Dolió, pero acepté que aquello había terminado. Intenté pasar página como pude y me dediqué en cuerpo y alma a mi carrera profesional. Empecé a hacerme un hueco y a crecer rápidamente en el panorama. Me salía natural. También pude ver la entrevista de Chiara cuando volvió a la música después de todo aquel tiempo desaparecida. Parecía que seguía siendo aquella mujer inocente que enamoró a mucha gente en OT, pero su mirada no era la misma. No reflejaban esa inocencia que la caracterizaba. Era fría, distante y le faltaba ese brillo y alegría que siempre había adorado ver en ella. Se me encogió el corazón al verla. Era como si hubiese roto una muñeca de porcelana y al pegar las partes ya nunca volviese a ser lo mismo. Era otra cosa igual de maravillosa, pero ya no era la misma.

Mala costumbre  || KiviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora