Mala costumbre || Kivi

Capítulo 37: París -Parte 1-

Flashback Pov Violeta

La torre Eiffel se levanta majestuosamente entre las calles de París para imponerse de una manera que me cautiva. Es imposible no verla de entre todo lo que la rodea y, además, es lo que tengo delante cada vez que salgo a la terraza del ático alquilado en donde vivo en el centro de París desde hace unos meses.

Mudarme a esta ciudad escapando de la última, no me deja aún muy claro si ha sido una buena idea o mala. Aquí las fiestas son más continuas y el alcohol y las drogas corren como si fueran caramelos. Quise cambiar de estilo de vida al venirme, pero la noche francesa no me está ayudando en nada.

Llevo el cigarro que tengo entre mis dedos a mi boca y posteriormente suelto el humo mientras suspiro en el proceso. Desde que he tenido que irme de España para intentar volver a empezar lejos de toda esa presión mediática que me odia, he entrado en un bucle tóxico y autodestructivo del que no soy capaz de salir. Y cada vez me he vuelto más fría, solitaria y no dejo a nadie acercarse demasiado. Y si eso ocurre, huyo a otra ciudad empezando otra vez el proceso.

Así es mi vida de estos últimos meses y por mucho que trato de reconducirla, no soy capaz de salir del bucle. Mi padre ha intentado ayudarme en muchas ocasiones, pero cuando entiende que forzarme va a provocar que no sepa nada de mí, decide que prefiere tener noticias mías, aunque no sea de las que le gustan.

Pronto empiezo también a mentirle sobre mi estado real para no preocuparlo y eso hace que mi corazón cada vez sea un poco más oscuro. Si le miento a la persona que más quiero en mi vida, ¿qué más me queda?

Y eso me lleva otra vez al recuerdo de Chiara y como a ella también le mentí y destrocé nuestra relación. Vuelvo a darle una calada al cigarro y vuelvo otra vez a suspirar profundamente. Intento escapar de esos pensamientos sobre ella y de cómo he tirado todo por la borda, pero tarde o temprano algún recuerdo se filtra y vuelvo otra vez a donde mí decadencia empezó. A los recuerdos que me martirizan cada día desde hace meses. Decido entrar en el interior del ático y voy directa a por una cerveza al frigorífico.

Ese es mi ciclo sin fin, estar serena solo me trae malos recuerdos sobre Chiara, Salma, Julia y todo lo ocurrido así que simplemente me emborracho para olvidarme durante unos instantes de todo eso. Y a veces no es solo alcohol lo que corre por mi organismo.

Escucho un ruido proveniente del salón del piso y es cuando me doy cuenta de que hay alguien más allí. Una chica que no recuerdo su nombre aparece en la cocina y me mira sin saber muy bien que decir. Su tez blanca, pelo moreno y ojos llamativamente verdes me hace entender que en medio de mi poca lucidez nocturna he vuelto a caer en el prototipo de chica de siempre.

-Bueno, yo me voy ya- me dice sin saber muy bien que hacer.

-Si, claro. Hasta luego- le digo de manera seca, dándole a entender que no tengo ningún interés en mantener ninguna conversación más allá de que la quiero fuera de mi casa.

Ella me mira un momento más y sus ojos me llevan a más recuerdos del pasado que quiero evitar a toda costa. Por suerte ese contacto no dura mucho y la veo irse de la cocina para segundos después escuchar la puerta principal cerrarse tras su salida. Y en este momento, un ataque de rabia me entra y lanzo la cerveza contra la pared de la cocina haciéndola totalmente añicos.

Soy totalmente consciente de la toxicidad que es mi vida actualmente pero no me siento tampoco con fuerzas de cambiarla. Así que hago lo único que se hacer en ese momento, vestirme para ir a por más alcohol al super. Se que voy a tener un día difícil por la manera en que ha empezado y no tengo apenas provisiones en casa. Además, esta noche he quedado con algunos conocidos que he hecho en algunas de las fiestas que he asistido últimamente. La idea es ir a una rave por lo que quiero llegar ya con el puntillo y así no ser muy consciente del antro en el que voy a entrar.