Mala costumbre || Kivi

Capítulo 15: En la distancia, pero juntas

Volvíamos en silencio en el taxi. Violeta estaba del lado de la ventana y yo estaba en el medio con la cabeza apoyada en su hombro. Íbamos cogidas de la mano mientras de vez en cuando soltábamos suspiros de resignación. El hotel ya estaba avisado así que haríamos igual que la salida, entraríamos por la parte de atrás. Primero subiría Violeta y un rato después yo para evitar encuentros innecesarios.

Violeta de vez en cuando, dejaba de mirar el paisaje por la ventanilla y me daba un beso en la frente. Yo la miraba y sonreía con cariño mientras pensaba en si habría o no cámaras en ese taxi. A ver si íbamos a hacer tanto cuidado de que no nos pillaran y nos fuesen a grabar justo ahí dentro. Era tanta la presión a la que nos sometían a veces la prensa y las redes, que al final terminabas un poco paranoica allá donde ibas. Siempre esperando esa foto o video que te reventase el día. Tengo que decir que las redes sociales estaban super tranquilas así que eso significaba que hasta ahora todo había ido bien.

-Ya estamos llegando-comentó violeta y yo me separé de ella preparándome para salir del taxi con mis gafas y gorra de incógnito.

El taxi paró delante de la puerta de emergencia trasera del hotel que ya estaba abierta por alguien del staff del hotel y las dos entramos rápido. En esa calle trasera no había nadie, pero por si acaso. Una vez dentro la chica nos indicó por donde salir al hall principal y nos dejó a solas allí. Yo miré a todos lados asegurándome de que no hubiese nadie y le susurré.

-Muchas gracias otra vez por esta tarde, ha sido muy especial para mi-le dije y ella me sonrió con ternura.

-Para mí también, disfruta con tu familia y ya haremos alguna escapada más-me dijo ahora con una cara de pilla que me hizo gracia ver.

-Eso seguro- y me acerqué para darle un beso rápido que Vio aceptó encantada.

Cuando nos separamos, la primera en salir fue ella y yo esperé a que me dijera que ya estaba en la habitación para salir también. Me dirigí directamente hacia el ascensor y en unos minutos ya estaba saludando a mi madre en la habitación. Lo que no me imaginé es que en ese proceso de salir de aquella salita trasera de emergencias y coger el ascensor, Carla y Laura nos habían visto mientras llegaban juntas por la puerta principal del hotel.

- ¿Acabamos de ver lo que creo que acabamos de ver? -comentó Laura tras ver pasar a Violeta en un intento de incógnito hacia el ascensor. Laura sería capaz de reconocerla en cualquier situación después de tantos años con ella.

-Espera unos minutos y ya verás como va Chiara detrás-comentó Carla sonriéndole a Laura. Ambas iban muy bien vestidas y daba la sensación de que habían llegado de tomar algo o de cenar en algún sitio juntas- ¿Ves? Ahí va Chiara ahora-dijo señalándola con la cabeza.

-Vaya...Creo que te debo 50 euros-comentó Laura resignándose tras haber perdido la apuesta.

-Ya te dije que a estas dos no vas a ser capaz de mantenerlas separadas. Demasiados meses tuve que aguantarlas-dijo Carla riéndose.

-Si...yo solo espero que no hagan alguna como esa anécdota de Bilbao que me contaste-decía Laura mientras se contagiaba de la risa de Carla.

-Yo me conformo con que no lo hagan peor que ese día-Laura hizo como el amago de ir a pagarle la apuesta perdida, pero Carla la paró con la mano y mirándola fijamente le dijo- eso lo guardas para invitarme otra día-y le guiño un ojo.

-Será un placer entonces perder apuestas así-contestó Laura sonriéndole.

Ambas se miraron una vez más y luego se despidieron mientras ponían rumbo cada una a sus habitaciones.