No sé cuánto tiempo pasó mientras nos mirábamos con las manos unidas, pero a mí me pareció una eternidad. Si no fuera por Bea y Ruslana que disimuladamente rompieron el contacto con la excusa de saludarla, yo creo que hubiésemos estado allí la tarde entera en esa posición.
Cuando rompí el contacto visual con ella, rápidamente quité mi mano y volví a sentarme en mi sitio mientras el resto de los compañeros terminaban de saludarla. Me encontraba un poco en shock por todos los sentimientos que estaban saliendo a la luz de golpe. Notaba cómo mis manos temblaban y traté de disimularlo apoyándome en el sofá con ellas. Notaba mi mirada perdida y no me estaba enterando mucho de lo que estaba ocurriendo. Tenía la respiración acelerada y parecía que me costaba respirar. Lo que me faltaba: un ataque de ansiedad en el mejor momento.
Traté de coger aire fuerte, mantenerlo y soltarlo como me habían enseñado para tratar de controlar estos ataques. Cerré un momento los ojos mientras continuaba con el proceso y parecía que poco a poco volvía a la normalidad.
- ¿Estás bien? -Susurró Ruslana, que volvía a estar sentada a mi lado.
-Sí, ahora se me pasa-Volví a respirar profundamente cerrando otra vez los ojos y luego solté todo el aire poco a poco.
Cuando abrí los ojos otra vez ya me encontraba mucho mejor. Miré a mi alrededor y salvo mis amigos nadie se había dado cuenta de lo ocurrido, por suerte. Sólo me faltaba que en el encuentro quedase grabado mi ataque de ansiedad por verla y aumentase todo el morbo de la situación. Volví a suspirar de frustración. Desde luego iba a ser un reencuentro muy largo.
-Espero que esto no dure mucho hoy, estoy deseando salir de aquí e ir al hotel- le susurré a Ruslana mientras la miraba y le sonreía.
Ella puso su mano en mi muslo en señal de apoyo. Yo solté el sofá que aún estaba agarrando y puse la mía sobre la de ella mientras le sonreía con gratitud y ternura. La quería muchísimo, a ella y a Bea y Martin. Mis grandes apoyos y amigos en estos años.
De pronto noté una sensación extraña que me hizo mirar al frente. Violeta ya había terminado de saludar a todos y estaba sentada frente a mí, pero al otro lado del sofá. Tenía su mirada clavada en mí y miraba también la mano de Ruslana sobre mi pierna. Alternaba con la mirada de abajo-arriba, intentando ser disimulada, y finalmente sus ojos quedaron clavados en los míos. No sabía muy bien qué sentir o qué trataba de transmitir con sus ojos. Su mirada era triste y no acompañaba a los gestos de alegría que mostraba con su cuerpo y su cara. La situación también parecía ser incómoda para ella. Al menos en eso no estaba sola.
Tampoco ayudaban todos los rumores recientes sobre una supuesta relación con Ruslana. Supongo que vivir juntas había hecho saltar muchas alarmas y tenían que hablar de algo. La mirada de Violeta me hizo entender que ella también se había enterado de esos cotilleos. Volví mi mirada hacia Ruslana que ahora tenía la mirada también puesta en ella y notaba cierta advertencia en sus ojos. Le estaba mandando un aviso.
Sonreí y aprete su mano para que se relajara. Le hice ver que todo estaba bien y que no se preocupara más. Ella era mi hermana pequeña de siempre, no entiendo de dónde saltaron esos rumores. Teníamos mucha complicidad, pero nunca habíamos tenido nada romántico. Ruslana actualmente estaba sin pareja. Había estado unos años con Omar pero al final lo habían dejado amistosamente. Rus viajaba mucho por trabajo y casi no coincidían. Supongo que esa llama inicial se fue apagando hasta dejarlo en eso, una preciosa amistad y un bonito recuerdo de lo que fue. Desde entonces, sé que tuvo varios líos de una noche esporádicos pero nunca nada serio.
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Mala costumbre || Kivi
Roman d'amourDespués de 10 años tras el fin de OT2023 y tras el éxito conseguido, la productora vuelve a ponerse en contacto con todos para hacer un reencuentro y una pequeña gira durante un mes. Chiara y Violeta llevan 8 años sin hablarse y aquel será el moment...