Mala costumbre || Kivi

Capítulo 39: Pero si sale bien, podríamos serlo todo.

Presente – Hotel de Granada Pov Chiara

El silencio se instauró en aquella habitación cuando Vio terminó de contar la historia de su pasado. Yo sentía que se me caía el alma a los pies cuando vi su carita llena de lágrimas y una profunda tristeza en su mirada. Jamás me hubiese esperado una historia así siendo Vio la protagonista.

-Y esa es la historia de Lucía- rompió Violeta el silencio y lágrimas seguían cayendo por su cara sin cesar. Notaba que se me encogía aún más el corazón, si era posible, de verla así mientras seguía pensando en lo duro que tuvo que ser para ella vivir toda aquella situación. Acerqué mi mano a su muslo y lo acaricié con cariño. Traté de darle apoyo, de mostrarle que no estaba sola en ese momento, pero ella estaba como perdida en sus pensamientos, en sus recuerdos y no reaccionaba – aún me siento culpable en ocasiones. Creo que nunca podré perdonarme del todo lo que le hice -dijo con una profunda tristeza en sus palabras y ahí si levantó la mirada para cruzarla con la mía.

Y mientras veía esa pena que me transmitían sus ojos, pienso en que yo también lo había pasado mal cuando nos separamos tras sus mentiras, había sufrido y me había costado superar mi depresión y recuperar mi amor por la música, pero es que nunca me hubiese imaginado que Vio había pasado por una situación tan sumamente dura como esa. Entendía perfectamente su tristeza y esa pequeña culpa en su corazón con lo ocurrido. Y por un momento sentí rabia al pensar que un corazón tan puro y enorme como el suyo, había sido mancillado por un destino que le había castigado demasiado por equivocarse en un momento de su vida. Se que soy la protagonista del dolor que provocó en su momento con aquellas mentiras, pero, aun así, nadie merece pasar por lo que pasó ella después y menos aún Vio.

-Los hermanos de Lucía desaparecieron después de eso- comentó Laura para complementar algo la historia de Vio- nunca volvimos a saber nada de ellos. No dejaron ningún rastro a pesar de intentar vigilarlos por si había alguna represalia.

- ¿Nos podéis dejar solas un momento? -dije yo de pronto mirando hacia Carla y Laura- luego podemos seguir con la conversación y hablar sobre las fotos y que significa todo, pero ahora mismo, me gustaría hablar con Vio y tener cierta privacidad.

Carla y Laura se miraron por un momento y después asintieron entendiendo nuestra necesidad de hablar a solas aquel tema. Comentaron que iban a hablar con Fernando mientras tanto y que luego seguiríamos la conversación. Yo no hice mucho caso la verdad, estaba más concentrada en aquella cara de pena que tenía Vio mientras miraba hacia la foto que tenía encima de la mesa. La foto en la que salía con Lucía.

Laura empezó a recoger las fotos para poder llevárselas a Fernando, pero cuando fue a coger la de Lucía, Vio la paró con la mano.

-Tengo que llevarle todas, Vio-dijo Laura con comprensión.

-Entiendo-dijo entonces cediendo y dejando que recogiera esa foto- pero si es posible, me gustaría guardarla cuando todo esto termine.

-Me encargaré personalmente de que la tengas-dijo Laura con cariño.

Luego Carla y Laura abandonaron la salita y escuchamos cerrarse la puerta cuando salieron de la habitación. Me levanté de mi silla para ir al lado de Vio. La miré pidiéndole permiso para acercarme y ella me lo suplicó con la mirada así que la abracé con mi brazo bueno con fuerza durante los siguientes minutos en donde Vio no dejó de llorar y yo noté como se me humedecían mis ojos de verla así. ¿Cómo podía tener guardada una historia tan dura como esa? Estaba segura de que, si no llega a ser por la foto y la situación, nunca me hubiese enterado de esa etapa tan complicada en su vida.