Finalmente, no fue posible la comida con Chenoa debido al retraso con la investigación y lo complicado que se estaba volviendo todo. El círculo se había cerrado, pero no había manera de saber quién había sido porque todas las historias cuadraban unas con otras.
Habíamos acordado comer otro día de esa semana más tranquilas y sin todo el jaleo de ese domingo. Me dio mucha pena porque sí que tenía muchas ganas de comer con la Cheche y ponernos a día después de todos estos años sin hablar.
Sin poder salir de la habitación y sin recibir tampoco más visitas, Chiara y yo nos dedicamos todo el día a ensayar tanto las canciones del concierto, como mi prueba para el papel. Chiara me ayudaba con las contestaciones y así podía tener un hilo a seguir, se me hacía más sencillo y tenía también su opinión sobre qué tal estaba planteada la escena. La vergüenza de hacerlo frente a ella se me fue pasando a medida que entendía que también me gustaba que pudiese ver esa parte de mi vida. No solo el aspecto final de la película si no que me gustaba que mirase como preparaba un papel y la escena a representar.
Me encantaba compartir esos pequeños detalles con Chiara, esa cotidianidad a pesar de estar siendo días complejos fuera de esas paredes. A media tarde, Chiara recibió una llamada de Rus y quedaron en cenar todos juntos esa noche para hablar de lo ocurrido y también apoyarnos en este momento tan complicado que teníamos. La verdad es que se me hacía tan surrealista la situación que a veces se me olvidaba que estábamos amenazadas y que aún encima se trataba de alguien que conocíamos.
Así que ahora mismo estábamos las dos en la terraza mientras estaba a punto de producirse la puesta de sol, Chiara apoyada en la barandilla y yo abrazándola por detrás mientras tenía mi cabeza apoyada en su hombro. No pensaba en nada más que en ese momento con ella, lo precioso que se veía Barcelona bajo esa puesta de sol y lo feliz que era justo en ese instante.
-Me podría acostumbra a esto toda la vida – le susurré a Chiara y noté como sonreía sin dejar de ver el sol que poco a poco se iba poniendo de fondo.
-A mí me encanta compartirlo contigo -dijo ahora ella también.
Nos quedamos en uno de nuestros silencios cómodos mientras finalizada aquella puesta de sol y empezaba a caer la noche. Pronto escuchamos como alguien accedía a la sala. Seguramente María o David les había abierto la puerta ya que eran ellos quienes la custodiaban fuera ahora mismo. La policía había terminado su labor allí por el momento y solo habían dejado una patrulla de apoyo.
Martin, Rus y Bea aparecieron por la terraza mientras nosotras nos separábamos e íbamos hacia ellos. Rus corrió hacia Chiara y le dio un abrazo angustiada. Esas dos se querían realmente como hermanas y estaba segura de que sufría como nosotras todo lo que estaba pasando. Luego me vino a abrazar a mí también y finalmente acabamos en un abrazo grupal los cinco juntos. Cuando nos separamos fuimos a sentarnos a la mesa de la terraza ya que hacía una temperatura perfecta para estar fuera.
- ¿Qué tal os encontráis? -preguntó ahora Bea.
-Es extraño -empezó a decir Kiki – se me hace extraño todo esto, pero estamos bien dentro de la situación.
-Si, ha sido un día raro, pero bien -confirmé yo también.
-Pues nosotros fuimos rápidos dentro de lo que cabe, quizás Martin estuvo más tiempo, pero al parecer otros compañeros estuvieron hasta hace nada- comentó ahora Rus.
-Si, yo fue más que nada porque nadie podía confirmar donde estaba- comentó Martin – justo cuando ocurrió acababa de salir del baño y estaba solo.
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Mala costumbre || Kivi
RomanceDespués de 10 años tras el fin de OT2023 y tras el éxito conseguido, la productora vuelve a ponerse en contacto con todos para hacer un reencuentro y una pequeña gira durante un mes. Chiara y Violeta llevan 8 años sin hablarse y aquel será el moment...