Mala costumbre || Kivi

Capítulo 6: IKAG

               Cuando abrí los ojos, un dolor de cabeza enorme empezó a hacer mella en mí. Había sido una noche intensa, no iba a engañarme. Tras aquel beso con Rus, nos cogimos de la mano y desaparecimos. Eso no ayudo a dar una imagen diferente a que supuestamente éramos pareja. Realmente, cada una durmió en su habitación, pero eso nadie lo sabía excepto Martin y Bea, claro.

Cuando miré en mi mesita, levantándome ligeramente para hacerlo, había un vaso e Ibuprofeno. También tenía mi móvil con un montón de llamadas y las redes sociales estaban explotando. Me tiré en cama otra vez; sabía perfectamente qué significaba eso. Alguien había filtrado algo y se iba a liar seguro. Suspiré. Me estaba bien: Carla me había advertido de lo que podía pasar, pero en aquel momento con las copas se me olvidó todo.

Me tomé el Ibuprofeno, bebí el agua y me dispuse a ver que decían las redes. Todo eran fotos de Rus y mía dándonos el beso e incluso había un video donde yo dejaba la guitarra tras cantar la invitada e iba directa a por ella. Solté todo el aire de golpe, eso iba a ser difícil de arreglar. Alguien timbró y me puse la bata por encima y salí a abrir. Por supuesto era Carla.

- ¿Estarás contenta, no? – me dijo, pero no era capaz de enfadarse conmigo.

-Quizás se me fue un poco de las manos-dije cerrando los ojos y llevando la mano en la cabeza. Esperaba que pronto hicieran efecto las pastillas, porque me dolía un montón la cabeza.

-La productora está cabreadísima, aunque la culpa es de ellos por querer recuperar la comidilla que eráis tu y Violeta. No me da pena por ellos lo que hiciste. Lo que sí, vamos a tener que ver qué hacemos con Rus. A ella sí que le afecta más todo esto- comentó mientras se acariciaba la cabeza buscando una solución.

-Podemos decir que sólo fue un beso sin importancia. Muchas veces ha pasado-dije sin más.

-Estabas cantando La Invitada... una de las canciones más importante que tienes y que todo el mundo siempre quiso saber quién era la protagonista. Eso complica un poco todo.

-Dios, qué complicado es el mundo de la prensa rosa y ser famoso-comenté mientras me dejaba caer en el sofá como un peso muerto.

-Lo sé, cariño, por eso debes tener más cuidado- me dijo mientras se acercó a mi lado, sentándose y me acariciaba el brazo- encontraré una solución-luego se quedó en silencio mirándome. Me dio la sensación de que quería decirme algo, pero no estaba segura de que fuese una buena idea-hay algo que no tengo muy claro si debes saber.

-De perdidos al río, no creo que me sorprenda tanto a estas alturas-dije encogiéndome de hombros.

-Bueno-notaba que aún dudaba, pero al final empezó a hablar-cuando te fuiste con Ruslana, quizás alguien se me acercó a preguntarme si realmente eráis pareja.

La miré directamente con los ojos super abiertos. ¿Me lo estaba diciendo en serio?

-No fastidies que... ¿Violeta? ¿En serio? - dije con total sorpresa -anoche fue rarísimo todo con ella, pero no pensé que tanto.

-Os vi y créeme, no me sorprende que tras todo el jueguito de miradas que os llevabais viniera a preguntarme tan directamente- me salió una sonrisa tan tonta en ese momento que hasta Carla me miró con cara de circunstancia -ya te dije que jugar con fuego es peligroso- me dijo de manera comprensiva-no quiero que sufras ¿vale? Sea lo que sea que te ocurra con ella por favor, no te hagas daño.

-No lo puedo evitar, no cuando se trata de ella-suspiré. Otra vez sentía frustración por no poder controlar lo que estaba sintiendo- Y estoy cansada de mentirme haciendo como que me es indiferente. Que hablase ayer conmigo, me tocó muy dentro. Lo que me contó... hizo que en cierta manera viera las cosas de otra forma. Que la viera a ella de otra forma y ella es como un imán para mí. Tengo pánico y miedo, pero a la vez... ¿Es Violeta sabes?