Capítulo 42: Confía

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No hacía ni mucho menos el mejor día de junio para estar allí de pie mirando hacia aquella inscripción que tenía delante. A pesar de la curiosa belleza que tenía el lugar y lo bien cuidado que se encontraba con su pequeño jardín lleno de flores y diversos árboles todo alrededor, hoy hacía un día nublado y triste que en cierta manera acompañaba la sensación que tenía dentro.

Porque así me sentía en ese momento, triste por lo que estaba viendo. Triste porque lo que pudo ser y no fue. Acerqué mi mano lentamente para acariciar aquellas letras talladas en la piedra mientras notaba mis ojos húmedos recordando todos los momentos ocurridos juntas.

-Nunca me imaginé que si algún día volvíamos a cruzarnos fuese en un lugar como este- susurré con las dudas de quien no sabe que decir o que hacer en un momento así- aunque tengo que confesar que el lugar es bonito a pesar de la tristeza que trasmite por obvias razones-seguí hablando, dejando que las palabras salieran de dentro de mí y que mi interior por fin externalizara lo que tanto tiempo llevaba guardando. Suspiré con fuerza antes de seguir- Te preguntarás que hago aquí, después de tanto tiempo... Yo tampoco sé muy bien que me impulsó esta mañana a venir cuando me enteré de que te encontrabas aquí, pero algo dentro de mi tenía la necesidad de decirte que... lo siento- me tomé unos segundos antes de continuar- siento todo lo que hice mal en nuestra relación. Todo lo que te hice sufrir, aunque no fuese apropósito. Se que no es válido como excusa, pero viviste la peor etapa de mi vida y sé que fue la tuya también. Ojalá las cosas hubiesen sido diferentes- volví a quedar en silencio y separé mi mano de aquella piedra para abrazarme en la soledad de aquel cementerio en el que me encontraba. Me pareció curioso lo gris que podía llegar a ser ese lugar a pesar de estar rodeado de tantos colores llamativos gracias a sus plantas – Perdón, Lucía, de verdad- noté como lágrimas empezaban a caer por mis ojos y sentí escalofríos provocados por el aire que se levantó de repente y me atrapó en su interior. Pero a pesar del frío y de los temblores que provocó en mi cuerpo, sentí como cierta paz dentro. Sentí como mi culpa se iba con aquel viento y que, en cierto sentido, si Lucía estuviera allí escuchándome, sabía que me estaría perdonando por lo que hice mal con ella- Gracias por todo lo que me has enseñado y si volvemos a coincidir en otra vida, que estoy segura de que si, sé que podremos ser grandes amigas- y otra vez noté como el aire me rodeaba en aquel lugar y sonreí hacia aquella inscripción con su nombre completo y una foto a su lado.

Supe en ese instante que había sido una buena idea hacer ese viaje. Acababa de cerrar esa etapa de mi vida completamente y ahora podía, por fin, continuar totalmente en paz. Sin culpa. Acerqué mi mano una vez más hacia aquella foto y la acaricié con cariño, después volví a abrazarme y tras un último vistazo, me alejé de aquel lugar con pasos tranquilos.

Miré hacia aquel cielo totalmente nublado y que amenazaba con una tormenta en cualquier momento. Me había respetado todo este tiempo allí pero ahora que había finalizado parecía que no me iba a dar mucha más tregua antes de que descargase su furia en forma de lluvia. Así que aceleré el paso para salir de allí, ya no solo por evitar mojarme yo si no porque fuera de aquel recinto me esperaba una persona que no quería que se empapase por mi culpa.

Y me la encontré igual que la había dejado al entrar, apoyada contra un árbol de los cientos que había a lo largo del camino hacia aquel cementerio y mirando el móvil distraída. -Kiki- susurré para llamar su atención y ella rápidamente levantó la cabeza para mirarme- podemos irnos ya -dije yo terminando de dar mis últimos pasos que me acercaban a ella.

- ¿Estás bien? - susurró ella ahora preocupada mientras abría su brazo sano para poder darme un abrazo mientras el otro se mantenía en el cabestrillo. Y yo no pude negarme a ello, lo necesitaba. Necesitaba sentirme protegida por ella en ese momento. Me escondí en su pecho y le contesté.

Mala costumbre  || KiviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora