ABORTO

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— ¿Samantha? — preguntó Mario, ahora ya no estaba arrodillado, no se cuando se había arrodillado o porque estaban todos mirándome preocupados.

— ¿Por qué Samantha está sangrando? — dijo una voz detrás de mí.

Era Laura.

Miré a Mario, me miraba las piernas asustado, como todos los demás.

— ¿Qué pasa? — pregunté confusa.

— Llamad al médico, avisarles de que llegaremos con una embarazada — mandó Mario sin quitarme ojo de las piernas.

No entendía nada, hasta que me miré las piernas.

Sangre caía sobre mis piernas.

Me asusté, no sabía qué hacer.

— Samantha, tranquilízate, vamos a ir al hospital — me dijo Mario acercándose a mí.

Me sentí como un mes atrás, en la gala.

— Mario — me miró— me duele mucho.

Él actuó al instante, me cogió en brazos y me sacó del restaurante.

— No te preocupes todo va a salir bien — me lo aseguraba todo el rato, pero yo no me lo creía.

Sentía que iba a perder lo que había estado guardando por un mes.

Sentía que era una malísima madre, por eso no merecía tener un bebé.

Llegamos al médico y ya había una camilla preparada en la que me subieron.

— Ya estamos aquí te vas a poner bien, de verdad. — Mario cogía mi mano con fuerza mientras la camilla avanzaba.

No me había dado cuenta de que me hablaba en Italiano, sería algo normal, su lengua materna era el Italiano, no estaba tan acostumbrado al español.

— Señor se tiene que calmar, ahora se quedará aquí, no puede pasar— dijo una enfermera.

Escuché como discutía con ella, pero no me centré en eso, sino en el dolor incontrolable que sentía en mi barriga.

—Samantha, tranquilizate, todo va a salir bien, estás teniendo un aborto espontaneo, pero te vas a poner bien— dijo la enfermera.

No.

Aborto.

— No quiero perderlo, no puedo, por favor, no me lo quiten —le suplique a la enfermera.

— Te tienes que tranquilizar.

— No puedo.

— Si, lo tiene que hacer.

No podía contestar, ni siquiera respirar bien.

Hasta que sentí un pinchazo en mi brazo, ni siquiera me había dado cuenta. Pero me calmé mucho. Quizás demasiado, porque momentos después me dormí. Me dormí pensando en que iba a perder a mí bebe. 

ENTRE BALAS Y LEYES [#1 LEY Y CAOS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora