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BAILAR PARA EL ALMA

ANGELES GRINDELWALD

Era de noche, había estado esperando a que el sol se escondiera porque iba a ir a bailar a la torre de astronomía. Jasper me dio ciertas indicaciones de donde quedaba así que esperaba no perderme.

Espere a que Her se durmiera y así paso. Agarre mi termo con agua y un pequeño aparato de música que era como el de Mattheo pero este podía funcionar sin audífonos, así que empecé mi camino hacia la torre.

Decidí ir trotando para ir entrando en calor y no demorarme en calentar. Quería bailar algo de contemporáneo así que me traje una ropa cómoda y algo suelta.

Cuando estaba subiendo las escaleras, sentí que alguien me estaba siguiendo. Mire muchas veces hacia atrás pero al no ver a alguien, empecé a ignorar esa sensación.

Al llegar la luz de la luna era la protagonista del lugar. El piso era perfecto, liso y brillaba como el de un salón de baile. La brisa me daba en el rostro haciendo que se sienta fresca la noche y una sonrisa aparece en mi rostro. Esto me hizo recordar a un escenario.

Deje mis cosas en una esquina y puse el pequeño dispositivo en la esquina, Intenté no subirle tanto al volumen ya que no podía hacer mucha ruido.  Decidi poner una canción para articular y ya cuando estaba lista, puse una de mis canciones favoritas: "I found love"

Mis movimientos eran rápidos y lentos, aveces apretaba mis músculos y otras veces los relajaba. Hace tiempo que no me sentía así, hace tiempo que no me sentía viva.

Solo éramos la luna, la música y yo. Todo el tiempo tenía una sonrisa, que bien se siente bailar. Aquí no me importaba mi técnica, ni mis saltos o giros, aquí solo quería sentir.

Cuando termine de bailar, acabé en el piso. Estaba sudando pero estaba feliz, me sentía muy tranquila.

El olor a cigarrillo empieza a estar presente y escucho unos aplausos detrás mi. Volteo rápidamente para toparme con el idiota de Riddle apoyado en una columna.

— ¿Desde hace cuánto estás ahí? —Estaba molesta. Jasper me dijo que este lugar era muy solo como para que se aparezca el de la nada.

— Desde que te vi merodeando en los pasillos y ver que llegaste a mi lugar favorito para fumar —.

Él era la persona que me estaba siguiendo. ¿Así que este era su lugar favorito para fumar? Pues de malas porque se volvió mi lugar favorito para bailar.

— ¿O sea que me viste bailar? —digo cruzándome de brazos y el idiota sonríe.

— No sabía que te gustaba bailar, lo haces bien —dice acercándose a mí y yo no me muevo ni un centímetro.

— Gracias —Nuestros ojos se conectan y ahora los ojos de él ya no eran tan oscuros a pesar de ser de noche.

— ¿Desde hace cuánto bailas? —¿En serio me estaba preguntado?, Parece interesado.

No seas hostil con el, solo te hizo una pregunta. Pensé.

— Desde mi tres años de edad —Le respondo seca. No quería ser grosera pero no es mi colega para yo andar contándole todo.

— ¿Con qué estilo empezaste? —.

— Con cumbia —El se rio, pero al ver mi cara sin expresión levanto la ceja— Empecé a bailar en Colombia —.

— ¿Entonces eres de allá? —.

— No, nací en Londres pero mi mamá es de allá —.

— ¿Y cómo empezaste? —.

— ¿Y esa preguntaderá tuya? —Digo esta vez irritada. Me estaba fastidiando y toda la paz que había sentido se estaba esfumando con la brisa.

— Curiosidad —Responde inhalando su cigarro para después botar el humo hacia mi— Parece que lo disfrutas —.

Por primera vez concuerdo con Riddle, es algo que ya hace parte de mí desde mi temprana edad y lo amaba con todo mi alma.

— Si, es cierto —De nuevo, nuestros ojos se encuentran y esta vez nos quedamos mirándonos. El café de sus ojos ya no eran tan oscuro, eran claros. Se le notaba que estaba tranquilo, bueno almenos ya su enojo interno con todo el mundo se le iba de a ratos. Empiezo a sentir algo dentro de mí que me hacía acercarme a él, como si quisiera tenerlo aún más de cerca para ver sus ojos y detallarlos más.

¿Qué estoy pensando? No, eso no.

Muevo mi cabeza intentando volver a la realidad y me giro dándole la espalda para tomar un poco de agua.

— ¿Qué te pasó en el cuello? —Me dice Riddle. Al tener mi cabello recogido en un bollo podía dejar al descubierto parte de mi cuello trasero y mi espalda dejando un poco a la luz mi cicatriz más grande, me volteó para mirarlo a la cara.

Nunca supe el porqué tenía esa cicatriz en mi espalda alta. Mamá me dice que fue por una caída pero yo la verdad no recuerdo nada, más que todo no recuerdo nada entre mis seis y siete años, son recuerdos muy borrosos.

— Nada —.

— Esa cicatriz no es nada —.

— ¿Que te pasó en la cara? —le preguntó haciendo referencia a su cicatriz de su rostro pero Riddle se quedó en silencio— eso pensé —empecé a recoger mis cosas y ya cuando estaba por irme, Riddle estaba exactamente a unos centímetros de mi.

Podía sentir como su respiración se combinaba con la mía. De la nada, mi cuerpo se tensó, sentía como mi respiración de poco a poco se volvía más lenta.

¿Qué carajos haces Riddle?

— Solo intento ser amable —Dice en casi un susurro, más cerca de mi.

— Que bipolar eres —subo un poco mi cabeza para mirarlo — Está tarde me odiabas y ahora esto, ¿Crees que soy imbecil para no pensar que todo esto es para que me lleves a una cama? —Estaba siendo brusca pero nadie me va agarrar por tonta.

Sonrie de lado, esa acción hace que algo dentro de mí se mueva, algo que me hace erizarme.

Tan imbecil —Se lo digo en el idioma de mi mamá. El se queda con la ceja levantada y paso por su lado para seguir mi camino.

¿Es tonto o se hace?, De verdad no entiendo cómo puede existir un chico como él: Idiota, engreído, bipolar, ninfómano y todo lo demás que sea negativo.

Al llegar a mi cuarto puse mis cosas en la esquina y lo último que vi fue que el reloj marcaba las dos de la
Mañana, almenos tenía cinco horas para dormir.

No quería bañarme porque hacía ya mucho frío a esta hora entonces solo me quité la blusa quedando en top y me tiré a la cama. De poco a poco pude sentir como mis ojos se cerraban y empecé a caer en los brazos de Morfeo.

— ¿Duele? —Le preguntó a un niño que estaba enfrente de mí, no estaba en sus cinco sentidos— Nito, ¿Duele mucho entrar allá? —el me mira y sus ojos se empiezan a poner aguados y se tira sobre mi.

Empieza a golpearme y yo empecé a gritar por ayuda. Se veía que no era el, se veía que no era mi amigo.

— ¡No entres allá!, ¡No entres allá! —Empieza a gritarme y empiezan a llegar personas para llevárselo. Lo quitan de mí y lo arrastran lejos mientras él lucha por zafarse— ¡No entres a la cueva María! ¡Te matarán! —.

— Ángeles —Me despierta de golpe Hermione ya con el uniforme puesto— Levántate, tenemos que irnos que se nos hizo tarde —estaba preocupada.

Me levanté con un dolor de cabeza horrible, sentía que me chuzaban el cerebro.

Otra vez, de nuevo ese sueño que me estaba persiguiendo durante un buen tiempo.

Está vez fue diferente, ¿Quién era Nito?, era al único rostro que después de mucho tiempo podía ver en uno de esos sueños. Parecía que yo lo conocía pero no tengo a ningún Nito presente o algún recuerdo de Colombia cuando era más pequeña.

ADDICTED BROWN EYES M.R.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora